Jalisco

La UdeG, una universidad que crece y se transforma al ritmo de la sociedad

Su red abarca centros universitarios en la ZMG y diversas regiones de Jalisco

Desde sus orígenes, la Universidad de Guadalajara ha sabido transformarse de la mano de la sociedad para mantenerse vigente. Sus planes de estudio se han adaptado a las necesidades de cada época, pero su misión no se limita a la formación académica: también se ha definido por su compromiso con el servicio a la comunidad. Esa vocación social, presente desde su creación, continúa reflejándose en la actualidad, consolidando a la UdeG como una institución que evoluciona junto con la ciudadanía a la que pertenece.

Su primera fundación se dio el 3 de noviembre de 1792, como la Real Universidad de Guadalajara, tras casi 100 años de gestiones ante la Corona Española y por la intervención del obispo Fray Antonio Alcalde y Barriga, con las cátedras de Medicina, Derecho, Teología y Filosofía.

Aunque fue cerrada en distintas ocasiones, en 1924 el entonces gobernador de Jalisco, José Guadalupe Zuno, con apoyo de Juan Salvador Agraz, comenzó las gestiones para refundar la Universidad, manteniéndola viva hasta nuestros días.

Hoy es una de las mejores universidades de México, gracias a que ha sabido posicionarse como una institución innovadora, capaz de responder a los desafíos educativos, científicos y sociales de cada tiempo, sin perder de vista su esencia humanista y comunitaria.

En su era actual, la Universidad de Guadalajara ha apostado por la expansión y descentralización, logrando, en solo tres décadas, el aumento de su matrícula en un 146%, pasando de 138 mil 679 alumnos en 1994, a más de 342 mil 076 en el ciclo escolar más reciente.

Para lograrlo y abrir oportunidades de crecimiento a más estudiantes, la Universidad ha creado nuevos centros de educación media y superior en todo Jalisco, extendiendo su presencia a las 12 regiones de la Entidad con planteles en 109 de los 125 municipios del Estado, siendo este el objetivo impulsado por Raúl Padilla López desde que llegó a la rectoría de la casa de estudios en 1989.

“Él imaginó un modelo académico descentralizado, único en México, lo que nos permite dar educación a las familias más necesitadas; somos la institución que más movilidad social genera en todo el país”, ha mencionado el hoy ex rector de la UdeG, Ricardo Villanueva.

Sin embargo, la Universidad de Guadalajara no incide en la comunidad y su ciudadanía solo a través de sus aulas, sino que, también, pone al servicio de la población a sus académicos y especialistas, quienes a través de sus estudios e investigaciones, así como mediante el impulso de foros y coloquios que incluyen a especialistas internacionales, trabajan en la interpretación de todo aquello que ocurre alrededor, acompañado de perspectivas que ofrecen soluciones a lo que más aqueja a la sociedad, en cuestiones como el agua, la movilidad, el transporte público, la economía, los derechos humanos, la justicia, la salud, entre otros tópicos.

Es precisamente en materia de salud donde la Universidad ha echado mano de sus Hospitales Civiles, que además de ser hospitales-escuela, también sirven a la ciudadanía que no cuenta con seguridad social, no solo en el Estado, sino en la región, siempre con equipamiento, conocimientos y servicio a la vanguardia.

De hecho, como parte de su apuesta al desarrollo y al servicio de las y los jaliscienses y de los pobladores de estados vecinos, la rectora Karla Planter mantiene en la mira la ampliación de la red de Hospitales Civiles a regiones como Puerto Vallarta, en busca de garantizar el acceso a servicios médicos de calidad en comunidades alejadas de la metrópoli, fortaleciendo así el sistema de salud estatal y ofreciendo atención especializada a una mayor parte de la población. La iniciativa responde a la necesidad de descentralizar los servicios de salud y asegurar que más jaliscienses puedan recibir atención médica oportuna y profesional, independientemente de su ubicación geográfica.

Además de todo ello, la Universidad de Guadalajara también ha sido promotora de la cultura y las artes; ha puesto el corazón y recursos para impulsar proyectos como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara o el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, que perduran gracias a que han evolucionado paralelamente con la comunidad.

Así lo ha hecho también con recintos como el Teatro Diana o el Auditorio Telmex, que se han mantenido gracias a que albergan los espectáculos del momento, pero apostando sus ganancias a seguir mejorando la red educativa.

Asimismo, con la finalidad de mantenerse al frente de las necesidades globales, como parte de la agenda 2030 y en su compromiso con el medio ambiente, la Universidad de Guadalajara ha adoptado una postura proactiva hacia la sostenibilidad. A través del Programa Universitario Integral de Transición Energética (PUITE), la UdeG se ha consolidado como líder en la generación de energías limpias en América Latina. 

Este programa ha permitido a la Universidad implementar un plan integral de energías renovables, promoviendo la eficiencia energética y la reducción de su huella ecológica. Entre los logros más relevantes, se encuentran la instalación de paneles solares en diversos campus y la adopción de prácticas sostenibles en sus operaciones diarias.

Fortalecimiento de la red universitaria

En este periodo, la Universidad de Guadalajara ha fortalecido su red educativa mediante la creación de 19 centros universitarios y 175 preparatorias del Sistema de Educación Media Superior (SEMS), así como el reciente lanzamiento del sistema de aprendizaje virtual UDGPlus, que amplía la oferta educativa con cursos, talleres, seminarios y diplomados en modalidades en línea, presencial y mixta, adaptándose al desarrollo no solo de las sociedades, sino también de las herramientas tecnológicas que permiten acercar los conocimientos.

De hecho, entre sus planteles más recientes se encuentra el Centro Universitario de Guadalajara, ubicado en el Paseo Alcalde. El edificio que por décadas albergó las distintas carreras y posgrados en ciencias sociales, luego de que estas se mudaron a su nuevo plantel en el complejo de Belenes, aloja hoy algunas de las “carreras del futuro”, como Inteligencia Artificial y Ciencia de los Datos, Tecnologías Biomédicas, Ciberseguridad, Creatividad Digital e Inteligencia Financiera y de Negocios.

De esta forma, la UdeG se explica en sí misma como un agente de cambio, pues apuesta en sus programas académicos por el desarrollo de especialistas que atiendan la transformación social a través de la innovación y las tecnologías.

A la institución “le late servir” a la comunidad

Un ejemplo de cómo la UdeG ha servido a la sociedad jalisciense según los retos que ha tenido que enfrentar, fue la contingencia ocasionada por el COVID-19 de 2020 a 2022, donde la casa de estudios jugó un papel clave en la respuesta sanitaria y social del Estado.

A través de su programa “Nos late servir”, la Universidad movilizó a su comunidad para ofrecer atención médica, legal y sanitaria a las personas más vulnerables en cientos de colonias de Jalisco. Esto incluyó campañas preventivas, brigadas comunitarias y la distribución de despensas, así como la implementación del Sistema RADAR Jalisco, que facilitó la aplicación de pruebas de detección de COVID-19 en diferentes puntos del Estado, acercando el diagnóstico oportuno a quienes estaban más alejados de los grandes centros urbanos y procediendo, una vez que llegaron a la entidad las vacunas contra el virus, a planear estrategias de aplicación en coordinación con el gobierno, poniendo a su red educativa al servicio de la sociedad.

CT

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