Jalisco

De carruajes a líneas de Tren Ligero: 195 años de movilidad en Guadalajara

El transporte se ha optimizado ante la demanda de una sociedad en crecimiento

En el Centro Histórico de Guadalajara aún quedan ecos de aquellos transportes masivos que movían a los primeros habitantes de la ciudad, aunque cada vez son menos los carruajes jalados por caballos. A lo largo de aproximadamente 195 años, la movilidad de la metrópoli ha atravesado una serie de facetas ante el crecimiento exponencial de la población, que han ido desde carretas impulsadas por animales hasta sofisticadas líneas de Tren Ligero que buscan acercar la periferia al Centro del área conurbada e, inclusive, a municipios fuera de la mancha urbana de la Perla Tapatía.

El inicio del transporte masivo en Guadalajara data de finales de la Independencia, cuando la ciudad era aún bastante pequeña y no había necesidad de recorrer grandes distancias ni de un sistema de movilidad de grandes proporciones. En aquellos años, desde la década de 1830 hasta los albores del siglo XX, el medio de transporte que predominaba era el caballo y las famosas diligencias, un servicio de carruaje jalado por animales, principalmente mulas. Los primeros habitantes debían pernoctar en mesones o terminales del Centro para esperar la siguiente carreta, en las cuales podían viajar hasta 10 personas. Se hacían viajes locales y nacionales, incluso hasta la Ciudad de México, por lo que el trayecto podía durar hasta dos semanas debido a que se hacían paradas en pueblos y ciudades.

También se hacían viajes a municipios del interior de Jalisco, como Sayula o Lagos de Moreno, pero el costo era alto, alrededor de 200 pesos de la época, y los carruajes, al ir demasiado llenos, eran incómodos. Durante los primeros años del México Independiente, Guadalajara era una ciudad modesta que contaba entre 40 mil y 60 mil habitantes aproximadamente, de acuerdo con la revista BiCentenario. Así se mantuvo durante el resto del siglo XIX, por lo que los primeros tapatíos no requerían de mayores sistemas de movilidad.

Este método de transporte se estableció formalmente en 1874, durante el tercer y último mandato del exgobernador Ignacio Luis Vallarta. Visionario, creó una sociedad para oficializar el servicio de tranvía de tracción animal para la movilidad de la ciudad. Así, Guadalajara se preparaba para afrontar el crecimiento y la modernización que llegó en el siglo XX de la mano de Porfirio Díaz, cuyas redes ferroviarias por todo el país beneficiaron a Jalisco y a la ciudad.

En 1907, se sustituyeron las diligencias y se dio paso al tranvía eléctrico, un método novedoso que rápidamente ganó adeptos, pero que de la misma forma se fue, pues en 1924 se introdujeron los primeros autobuses de servicio urbano, que desbancaron a los tranvías. Además, en los primeros años del siglo XX, con el crecimiento económico de la ciudad, también llegaron los primeros vehículos, aunque destinados a la clase alta. Estas unidades alcanzaban velocidades máximas de 20 kilómetros por hora.

La línea 1 del Tren Ligero se inauguró en 1989 y fue renovada entre 2014 y 2018. EL INFORMADOR/Archivo

Construcción del Tren Ligero, único en su clase

Con el acelerado crecimiento poblacional, nació la idea de la primera línea del Tren Ligero: en 1974 inició su construcción con la intención de crear la calzada Federalismo. En sus orígenes estaba planeada como un sistema de metro similar al de la Ciudad de México, sin embargo, por la magnitud del proyecto y la falta de presupuesto, se optó por el Tren Eléctrico Urbano, el primero de su tipo en el país. La Línea 1 fue inaugurada el 1 de septiembre de 1989 por el entonces gobernador Guillermo Cosío Vidaurri y el presidente Carlos Salinas de Gortari. El viaje inaugural corrió desde la estación Periférico Sur hasta Juárez,  y la inversión fue superior a los 166 mil millones de pesos, la reportó en su momento EL INFORMADOR.

Guadalajara continuaba modernizándose, y con ello crecía la demanda de transporte público. En 1991 inició la construcción de la Línea 2, misma que fue concluida tres años después. También fue inaugurada por Salinas de Gortari y permitió conectar el oriente de la zona metropolitana y las colonias “más allá de la Calzada”.

El proyecto original no iniciaba en el Parque Revolución, también conocido como parque Rojo, sino que abarcaba la avenida Vallarta. No obstante, la idea fue rechazada y se optó por la ruta actual, lo que dejó sin servicio de Tren Ligero a Chapultepec, la glorieta Minerva y la Gran Plaza.

Finalmente, la Línea 3 del Tren Ligero llegó de forma tardía en 2020 luego de ocho años de construcción, pero su implementación fue aplaudida y necesaria. Además, durante las obras se transformó el Centro Histórico de Guadalajara, pues la avenida Alcalde se convirtió en un paseo turístico y peatonal, así como gran parte de esta zona de la ciudad.

Aunado a ello y con la intención de mejorar la movilidad de la capital jalisciense, en 2009 entró en operación Mi Macro Calzada, una ruta de macrobús que cuenta con 27 estaciones. En 2022 arrancó funciones Mi Macro Periférico, el sistema de transporte público más grande de México y que cuenta con 42 estaciones. Con ello, en lo que va del año, según cifras del Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG), el transporte público en la Zona Metropolitana de Guadalajara trasladó a 160 millones 485 mil 978 personas.

Actualmente se está construyendo la Línea 4, pero se estima que entrará en operaciones hasta julio de 2026. Contará con nueve estaciones y comprende desde Las Juntas hasta Tlajomulco Centro. En tanto, la Línea 5, que será más bien una serie de autobuses eléctricos, conectará al Aeropuerto Internacional de Guadalajara con la ciudad, y se prevé que esté lista antes de la Copa del Mundo de 2026.

Por su parte, la expansión de la Línea 1 hasta Santa Anita es considerada una de las soluciones al problema de López Mateos, aunque, por ahora, no es contemplada por el Gobierno del Estado. Así, tras 195 años de historia, el transporte público en Guadalajara sigue siendo un tema que requiere de nuevos sistemas ante el dinamismo de su población. La ciudad continúa evolucionando, por lo que es vital que la movilidad masiva empate las tendencias de la ciudadanía.

La Línea 3 del Tren Ligero llegó en 2020 y actualmente se trabaja en las Líneas 4 y 5. EL INFORMADOR/Archivo

Demanda creciente de transporte público de calidad

El tren se convirtió en el sistema de movilidad urbana predilecto para los tapatíos, pues cuando llegó por primera vez a Guadalajara, en 1888, marcó un hito en la ciudad: se construyeron estaciones ferroviarias, como la mítica que se encontraba en las inmediaciones del Parque Agua Azul, o desde la cual, inaugurada en 1960 por el entonces presidente de la República, Adolfo López Mateos, se hacían recorridos hasta Chapala desde la década de 1920.

La fiebre ferroviaria se extendió en Jalisco y su capital, pues en total se llegaron a contabilizar 36 estaciones de tren en la entidad. Con ello, el crecimiento exponencial de la ciudad y la demanda de transporte público eficiente y de calidad era cada vez mayor en una metrópoli que dejó de ser un poblado de 60 mil personas para convertirse en una urbe que requería conectar a distintos municipios.

En 1976, durante el sexenio del gobernador Alberto Orozco Romero, se introdujeron los primeros 126 trolebuses -autobuses eléctricos- en la ciudad, pero esta solución se quedó corta ante el pujante desarrollo de La Perla Tapatía. De acuerdo con el censo de 1980 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a inicios de la década de los 80 la población de Guadalajara era de aproximadamente 2.5 millones de personas en el área metropolitana y en los municipios aledaños. 

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