Internacional

Escala conflicto entre Tailandia y Camboya

Ambos países se culpan por la confrontación, que involucra ataques con artillería y cohetes

Los ejércitos de Tailandia y Camboya, dos países vecinos con una larga disputa territorial continúan enfrentándose hoy por tercer día consecutivo en la frontera común, en un conflicto que ha dejado al menos 32 muertos, decenas de heridos y miles de desplazados.

Aunque los gobiernos de ambas naciones anunciaron la noche de ayer un alto el fuego, la portavoz del Ministerio de Defensa camboyano, Maly Socheata, confirmó en una rueda de prensa que los combates entre Bangkok y Nom Pen persisten. Según sus declaraciones, del lado camboyano han fallecido 13 personas, entre ellas ocho civiles y cinco soldados, mientras que Tailandia ha reportado al menos 19 bajas, con 13 civiles y seis militares.

Además, Camboya contabiliza 21 heridos y ha desplazado a unas tres mil 400 familias. En tanto, Tailandia ha evacuado a más de 138 mil personas y reporta varias decenas de heridos. Ambas naciones se acusan mutuamente de haber iniciado los disparos el pasado jueves, hecho que llevó a elevar la crisis al Consejo de Seguridad de la ONU.

En una reunión privada celebrada en Nueva York para tratar la situación, Camboya denunció el uso por parte de Tailandia de aviones de combate, bombas de racimo y otras armas modernas, y pidió un alto el fuego inmediato e incondicional, así como una solución pacífica. Por su parte, el Ejército tailandés presentó una carta ante el Consejo, en la que su representante Cherdchai Chaivaivid acusó a Camboya de ataques indiscriminados contra civiles en lugares como un hospital, una gasolinera y viviendas.

El origen del conflicto actual se remonta a mayo, cuando un soldado camboyano murió durante una refriega con tropas tailandesas. Desde entonces, las tensiones han ido en aumento, hasta que el jueves pasado la explosión de una mina terrestre hirió a cinco soldados tailandeses, reavivando las hostilidades con intercambios de artillería pesada y cohetes BM-21 en diversas zonas fronterizas, incluida el área cercana al templo Ta Muen Thom, un punto reclamado por ambos países.

La violencia ha atrapado a civiles en medio del fuego cruzado. En la provincia tailandesa de Surin, cerca de 600 personas se refugiaron en un gimnasio universitario. Pornpan Sooksai, una costurera que huyó con sus gatos relató el terror que vivió al escuchar las explosiones. En Camboya, dos cohetes impactaron en una escuela de la provincia de Oddar Meanchey, aunque sin causar heridos; como medida, las autoridades ordenaron el cierre total de los centros educativos en la región.

Mientras tanto, decenas de aldeas han sido abandonadas. Algunos habitantes improvisaron búnkeres para protegerse, otros buscaron refugio en templos budistas. Rattana Meeying, testigo también de los combates ocurridos en 2011, afirmó que jamás imaginó que la violencia volvería a ser tan intensa.

El Consejo de Seguridad de la ONU celebró una sesión extraordinaria ante la gravedad del conflicto, mientras que Malasia, en su rol de presidencia rotativa de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN), se ofreció como mediador. El primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, señaló que Tailandia y Camboya alcanzaron un acuerdo preliminar para cesar las hostilidades y proceder con el retiro progresivo de tropas, aunque ambas partes solicitaron un plazo adicional para aplicar los compromisos.   Esta escalada fronteriza constituye el episodio más grave entre ambos países desde el enfrentamiento ocurrido en 2011, que dejó un saldo de 20 fallecidos. 

Agencias

Sectores comercial y energético

  • Camboya suspendió importaciones de gas, combustible y electricidad desde Tailandia a fines de junio de 2025. 
  • En respuesta, Tailandia amenazó con cortar internet y suministro eléctrico a zonas como Poipet.
  • Las medidas han provocado bloqueos comerciales y pérdidas importantes en economías fronterizas dependientes del cruce diario de personas y mercancías.

CT

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