Internacional

Del TLCAN al T-MEC: Historia del acuerdo que fortalece a Norteamérica, pese a las tensiones

Establece reglas comerciales, fomenta la cadena de valores y protege los derechos laborales

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC o USMCA por sus siglas en inglés) se ha convertido en una de las alianzas comerciales internacionales más fuertes del mundo, que ha hecho a América del Norte una de las regiones más competitivas del globo. A lo largo de sus 31 años de existencia ha atravesado disputas, tensiones y renegociaciones que han puesto en duda su continuidad, pero gracias a la buena labor de los negociadores de cada país y a la disposición de los mandatarios de las naciones, el tratado, el bloque económico y el área de libre comercio más grande del mundo ha sobrevivido, en las vísperas de otra revisión en 2026, en la que se discutirá su extensión hasta 2036 o su fin.

La historia del T-MEC inicia en 1990, cuando los presidentes de México, Carlos Salinas de Gortari, y de Estados Unidos, George W. Bush, se reunieron para discutir el proyecto de un acuerdo comercial entre ambos países. En agosto de aquel año iniciaron las negociaciones formales para construir un tratado, con Herminio Blanco Mendoza, economista, ex subsecretario de Comercio en el sexenio del expresidente priista y candidato del gobierno mexicano a la Organización Mundial del Comercio, con Salinas de Gortari y con Enrique Peña Nieto como jefe del equipo negociador del acuerdo.

En Estados Unidos, sin embargo, existía cierta reticencia, pues el presidente Bush solicitó permiso para iniciar las negociaciones al Comité de Finanzas del Senado y al Comité de Medios y Procedimientos de la Cámara de Representantes, pero al no contar con mayoría republicana tuvo que cabildear con los congresistas. Esto retrasó el inicio de las mesas de trabajo para conformar el tratado, lo que permitió a Canadá solicitar ser incluido. Los mandatarios de los tres países, con sus respectivos equipos de negociación, se reunieron en Toronto hasta junio de 1991.

Las negociaciones les tomaron apenas seis meses, pues en diciembre de aquel año los presidentes Bush y Salinas de Gortari, así como el entonces primer ministro canadiense, Brian Mulroney, firmaron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), primer nombre que adoptó el T-MEC y que se mantuvo hasta 2020, cuando sufrió una reconfiguración con Andrés Manuel López Obrador, DonaldTrump y JustinTrudeau al frente de sus respectivos países. Por lo pronto, el TLCAN entraría en vigor dos años después de su firma oficial.

En Estados Unidos cambiaron de régimen partidista y fue electo presidente Bill Clinton, un recalcitrante demócrata que apoyaba firmemente el tratado, pero insistía en agregar rubros al acuerdo entre los tres países: medio ambiente y mercado laboral. Las peticiones del exmandatario originario de Arkansas no fueron incluidas en esta primera versión y el TLCAN entró en vigor el 1 de enero de 1994, en los últimos meses de la administración de Salinas de Gortari. Además, ese mismo día ocurrió uno de los episodios más importantes en la historia reciente de México y que cimbró al país durante más de 10 años: el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas en Chiapas, ocupando siete cabeceras municipales, en protesta contra el modelo neoliberal y las acciones que el gobierno mexicano tomó para entrar a la modernidad y a la globalización. Sin embargo, el tratado entró en vigor y resultó ser un rotundo éxito para las tres naciones signatarias.

Con la firma del tratado, los tres países acordaron la eliminación total de las barreras aduaneras, se retiraron las restricciones existentes al comercio de productos como vehículos y piezas automotrices, computadoras, textiles y de agricultura. También se protegieron derechos de propiedad intelectual, como patentes, derechos de autor y marcas comerciales, así como restricciones de inversión extranjera en las tres naciones. Las demandas que impulsó el presidente Clinton sobre medio ambiente y derecho de los trabajadores fueron incluidas años después y se estableció el dólar como moneda oficial para las relaciones comerciales.

Un año antes de que entrara en vigor el acuerdo, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos representaban 12.4% del Producto Interno Bruto (PIB), pero entre 1994 y 2015 el comercio entre los tres países se cuadruplicó, pasando de 297 mil millones de dólares, a 1.14 billones de dólares. Para México, en 2015 la venta a Estados Unidos representó el 35% del PIB y el vecino país del norte se convirtió en el mayor socio comercial del gobierno mexicano.

Surgimiento del T-MEC

Luego de 20 años de bonanza, en 2016, con la llegada de DonaldTrump a la Oficina Oval, comenzaron las primeras tensiones del tratado, pues el empresario neoyorquino lo calificó como “el peor acuerdo de la historia”, postura que mantuvo durante su campaña y que le granjeó popularidad entre sectores de trabajadores estadounidenses. El actual mandatario de Estados Unidos exigía la revisión del tratado y su “modernización”, bajo la amenaza de que sacaría al país del acuerdo comercial.

Por ello, en agosto de 2017 los tres países se reunieron en Washington para renegociar el TLCAN, con presiones para México y Estados Unidos por las elecciones que habrían de celebrarse un año después. Los temas centrales fueron el contenido regional automotriz, la cláusula que establecía la expiración del tratado cada cinco años y la eliminación del capítulo 19, que facultaba a las naciones para solicitar paneles independientes cuando sus respectivos productores sintieran ser víctimas de  decisiones comerciales desleales por parte de otro miembro del acuerdo.

Al año siguiente, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo preliminar, sin Canadá, pues Donald Trump y Justin Trudeau tenían diferencias sobre productos lácteos canadienses. Sería hasta septiembre de aquel año cuando los tres países lograron un acuerdo y reemplazaron el TLCAN por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En noviembre, los tres mandatarios firmaron el nuevo acuerdo, que habría de mantenerse hasta la actualidad.

Entre los cambios sustanciales de este tratado, destaca la obligación de México de aumentar el salario mínimo y se privilegiaron las materias y productos necesarios para las cadenas de producción que provengan de los tres países. El acuerdo tendrá una duración de 16 años y los miembros podrán solicitar paneles para negociación en caso de conflictos. La exsenadora Beatriz Paredes reconoció que con el TLCAN los trabajadores del campo mexicano eran los más afectados, mientras que con el T-MEC son los empresarios, pues tienen que brindar mejores condiciones a los trabajadores.

En tanto, el tratado tiene una revisión programada para el próximo año, en la que se abordará cambiar el mecanismo de resolución de conflictos, la crisis climática y el impacto económico de China tras la pandemia por Covid-19, reconoció la representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Katherine Tai. Asimismo, añadió, se deben fortalecer las cadenas de suministro para hacer frente a las presiones externas que enfrentan los tres países y reforzar el mecanismo de solución de disputas luego del conflicto que enfrentó a Trudeau y Trump por la entrada de productos lácteos canadienses a Estados Unidos.

CT

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