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Los apuros de la L4

Sin los pasos a desnivel y otras obras complementarias para su funcionamiento óptimo, ayer se echó a andar la Línea 4 del Tren Ligero, que fue promesa de campaña en 2018 tanto del candidato a gobernador, Enrique Alfaro, como del candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.

Ni esa coincidencia logró que la obra se terminara en tiempo y forma. Como casi todas las obras públicas en este país, la Línea 4 entró en funcionamiento con más de un año de retraso y a un costo mayor de lo calculado inicialmente.

Esta nueva línea de transporte masivo de 21 kilómetros, que irá en menos de 40 minutos de la Colonia Las Juntas, de Tlaquepaque, hasta la cabecera municipal de Tlajomulco, y que tendrá ocho estaciones, se empezó a construir en junio de 2023 e inicialmente se dijo que se entregaría antes de que terminara 2024. El costo de la obra pasó de 9 mil 725 millones de pesos calculados en el proyecto a los 11 mil 281 millones de pesos que se gastaron.

La obra se hizo bajo el modelo de Asociación Público-Privada (APP), en el que el gobierno federal y estatal invirtieron cuatro mil millones de pesos, y el resto las empresas privadas Mota Engil México y la china CRRC, a las que se les pagará con el boletaje hasta el año 2060. Si los ingresos no alcanzan a cubrir lo estipulado mensualmente en los contratos, se echará mano de otros ingresos del Sistema de Tren Eléctrico Urbano o incluso del presupuesto del gobierno estatal.

Eran tales los pendientes en la Línea 4, que apenas en agosto pasado el gobernador Pablo Lemus señaló que la línea de camiones eléctricos y articulados que unirán al aeropuerto con el centro de la ciudad y la zona del Estadio de las Chivas iba a estar antes, cosa que finalmente no ocurrió porque se decidió ponerla a funcionar sin los pasos a desnivel.

Esto obligará a que se deban cuidar con personal de vialidad los cruces vehiculares y la conducción de los trenes en su modalidad manual, sin automatización ni señalización ferroviaria.

Las autoridades deberán, pues, apurar a la empresa Ferromex, que negoció con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador la construcción de estos cuatro pasos a desnivel para automovilistas en las avenidas más transitadas a lo largo de la ruta de la Línea 4, a cambio de aumentar el tiempo de su concesión. Se trata de los puentes en el cruce de la Avenida Artesanos, de la Avenida La Paz, en la Avenida Los Altos y en la Avenida Constitución.

Habrá que ver también cómo terminaron de afinar con Ferromex el tema de la convivencia ferroviaria y los protocolos de cambio de vías entre la de carga y la de pasajeros por donde correrá la Línea 4, y a la que tienen que cambiar los vagones de carga para surtir en las empresas Maseca y Cemex, y que no vayan a entorpecer su operación. Veremos.

jbarrera4r@gmail.com

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