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Una obradorista que quiere vivir en Palacio de Gobierno

La notoriedad de la maestra Clara Cárdenas Galván, que aunque es de Ciudad Guzmán no tiene parentesco alguno con la familia del ex gobernador panista Alberto Cárdenas, empezó a crecer a fines de septiembre pasado luego de que resultó como la más votada en la elección interna de consejeros morenistas en la que se definió a los cuatro finalistas para incluirlos en la encuesta de selección de la o el candidato del partido guinda a la gubernatura de Jalisco, que quedará definido esta semana.

Como se sabe, Morena levantó luego una encuesta entre población abierta para medir la popularidad de otros y otras aspirantes, para definir la lista de los seis finalistas en la que quedaron tres mujeres y tres hombres: la maestra, Claudia Delgadillo, Cecilia Márquez, Carlos Lomelí, José María Martínez y Antonio Pérez.

Aunque en esta medición no le fue tan bien a la maestra, lo cierto es que de todas y todos los aspirantes de Morena a la gubernatura, es la que tuvo el primer contacto y tiene la más larga trayectoria acompañando a López Obrador.

Desde los éxodos por la democracia que encabezó AMLO en 1991 alegando fraude electoral en Tabasco, el intento de desafuero que le armó el Presidente Fox, y la primera campaña presidencial en 2006, esta profesora de primaria rural empezó a trabajar para buscar apoyos para la causa obradorista.

Más allá de los duros y puros izquierdistas de Morena, o de los que tildan de “advenedizos” por unirse al partido del Presidente en la época ganadora provenientes de otros partidos políticos, la maestra siguió siempre al pie de la letra la narrativa que López Obrador repite frecuentemente en sus mañaneras: “Lo importante no son los cargos, sino los encargos”.

Terminada la segunda campaña presidencial de López Obrador en 2012 y tras su salida del PRD para iniciar la construcción de Morena, primero como Asociación Política Nacional y luego como partido, la maestra se dedicó a trabajar en las colonias, especialmente del sur de Jalisco, buscando nuevos simpatizantes y para formar grupos de apoyo al movimiento obradorista, siempre guardando un bajo perfil, pero con el reconocimiento del ahora Presidente y sus círculos más cercanos como el del senador Gabriel García y el senador suplente Alejandro Peña, quien controla la estructura morenista en Jalisco.

En 2018 compitió sin éxito por una diputación federal, y luego fue nombrada delegada del Bienestar en la zona sur de Jalisco, cargo al que renunció para empezar a recorrer el estado en busca de ser la candidata de Morena a la gubernatura del Estado.  

Junto a un grupo de jóvenes estrategas esta maestra jubilada quiere hacer la chica y lograr una hazaña como lo hizo su colega Delfina Gómez en el Estado de México. De hacerlo, afirma que convertiría Casa Jalisco en refugio para mujeres víctimas de violencia y como buena obradorista, se iría a vivir al Palacio de Gobierno y se rodearía de los mejores para gobernar en beneficio de los más pobres de Jalisco.

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