Ideas

¿Un segundo piso en Av. López Mateos?

La idea es técnicamente insostenible, pero política y económicamente muy deseada.

Diría más: anhelada.

El poder económico representado por tres organismos empresariales aliados del Gobierno estatal ya lo pusieron sobre la mesa.

La semana pasada, los líderes del gremio de ingenieros (CICEJ), constructores (CMIC) y transportistas (CANACAR) pidieron una “solución vial” para López Mateos consistente en un segundo piso.

La “coincidencia” sugiere una alineación y operación política para que en breve los secunde el gobernador Pablo Lemus.

Desde el sexenio pasado entre la clase política y empresarial ha reptado la idea de un segundo piso.

Enrique Alfaro la sugirió en 2022 y luego se retractó. En esos días, Jorge Nuño, entonces titular federal de Comunicaciones y Transportes, reveló la existencia de una “propuesta no solicitada” de un privado para construir un segundo piso.

Los diputados de la anterior legislatura local también formularon un exhorto -apoyado por la mayoría de las fuerzas políticas- a favor del viaducto elevado.

La clase gobernante y empresarial quiere un segundo piso, pero el costo político lo ha frenado.

El Observatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte de Jalisco ha rechazado la idea por privilegiar el automóvil.

El anterior gobierno estatal realizó los Diálogos por la Movilidad Sustentable de López Mateos.

Los resultados fueron rotundos.

En el ejercicio interactuaron más de 150 mil ciudadanos, expertos y automovilistas a través de un formulario en línea, mesas de trabajo y encuestas a domicilio y en semáforos.

Sólo el 2% mencionó un segundo piso.

Las conclusiones plantearon la necesidad de un mejor transporte público, vías alternas, gestión del tránsito, planeación del desarrollo urbano y horarios escalonados.

Los diálogos se plantearon como la búsqueda de soluciones “innovadoras” para atender las “raíces del problema”.

¿Un viaducto elevado cumple estos dos supuestos?

El uso de eufemismos como “solución vial” simplifican el problema y la “solución”. El problema no sólo es vial; también es de ordenamiento territorial y uso excesivo del automóvil.

¿Y si el problema no es avenida López Mateos -escribí por aquellos días- sino los seis ingresos carreteros a la metrópoli y nuestro modelo de desarrollo urbano?

¿Qué opinión tomará en cuenta el gobierno? La petición de los empresarios o la opinión de expertos y ciudadanos.

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