Sigue el festejo en Guadalajara
Vero Delgadillo anda que no cabe de gusto -y con razón-: 7 de cada 10 tapatíos la aprueban y la colocan en el Top 10 nacional de alcaldes de México, en la última encuesta. En tiempos en los que muchos apenas sobreviven al descrédito, la presidenta de Guadalajara presume la aprobación y una sonrisa digna de campaña (aunque diga que no es por eso).
Dicen que su receta es sencilla: menos selfies y más escuadrones de limpieza. Dividió la ciudad en 11 comunidades y, con más de 12 mil empleados municipales, logró que hasta el camión de la basura llegue puntual.
Mientras tanto, en otros municipios los presidentes siguen soñando con esos números… y con encontrar a quién los apruebe, aunque sean sus familiares y chalanes.
***
Parece que, por fin, al Gobierno de Jalisco y al INE se les ocurrió algo brillante: cruzar huellas dactilares para identificar a los cuerpos que llevan años acumulándose en los refrigeradores del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses. ¡Bravo! Solo tardaron tres administraciones en descubrir lo que cualquier serie policíaca resuelve en el primer capítulo. ¿O qué?
Gracias a esta “innovadora colaboración”, más de mil 100 personas fallecidas han recuperado su identidad. Una gran noticia, sí, pero también un recordatorio de la negligencia que permitió que miles de familias esperaran tanto tiempo por algo tan elemental como cruzar una base de datos, en las pasadas administraciones.
Si la burocracia se moviera a la velocidad con la que se reparten culpas, el INE sería la Nasa. Pero no: aquí identificar a los muertos todavía se celebra como si hubieran inventado el fuego.
***
Con bombo, platillo y mucho eco en el Frontón México, el PAN anunció su “nueva era”. Jorge Romero Herrera, con voz de mitin reciclado, prometió que ahora sí todo cambiará: habrá primarias, voto panista, encuestas, clic para afiliarse y, por supuesto, apertura total. Todo suena bien… hasta que uno recuerda que lo mismo dijeron en 2012, 2018 y 2024.
Y mientras Romero gritaba: “¡A las calles!”, varios militantes ya buscaban la salida… literal.
Por cierto, en el PAN de Nuevo León se emocionaron y salieron a presumir que la alianza con el PRI sigue viva, casi como si hubieran revivido a un dinosaurio político con respiración artificial. Pero desde la Ciudad de México, Santiago Taboada les jaló la correa: “Tranquilos, muchachos, esas decisiones las toma el Comité Ejecutivo Nacional, no la sucursal estatal”. ¡Tómala!
Parece que en el blanquiazul todavía no se ponen de acuerdo sobre quién tiene el control remoto de la alianza, si el comité local o los de “arriba”.