¡Que no llueva!
Ya es casi una liturgia: cada 15 de septiembre, el Centro Histórico se convierte en verbena gigante y una caja registradora. El Centro de Análisis Estratégico Empresarial de la Cámara de Comercio calcula que la pachanga dejará 71.3 millones de pesos. Todo gracias al sagrado consumo de tacos, tequilas, transportes, hoteles con promoción y banderitas.
El flujo de billetes tendrá un incremento de 4.6% en comparación con 2024, con 91 mil almas previstas para corear “¡Viva México!” hasta que Pepe Aguilar y sus hijos bajen el telón.
Eso sí, la Cámara nos recuerda el mantra: “Consuma con responsabilidad y apoye el comercio local”.
Ya sólo falta que no llueva y que la gente disfrute.
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El fraude de 140 millones de pesos en las Villas Panamericanas camina al ritmo de tortuga con reuma: “Avanza lento, pero seguro”, dicen las autoridades.
Ya tienen en la mira a notarios, empresarios y abogados. Y tres notarías de la Calle Colomos, en la Colonia Providencia, están bajo lupa por el presunto desvío, aunque la promesa es que habrá información “en los próximos días”. Traducción: siéntese cómodo, falta rato.
Mientras tanto, el secretario de Gobierno de Jalisco, Salvador Zamora, se colgó la medallita con frase de cajón: “No vamos a permitir que se burlen de los jaliscienses”.
¿Quién pisará la cárcel?
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Nos recuerdan que el gobernador Pablo Lemus con tono de profesor molesto, le dio recientemente una clase al alcalde Sergio Chávez. Resulta que el presidente había señalado la falta de avances en la extensión del Peribús hasta su municipio, pero Lemus no se quedó callado. Con “puerquitos y manzanitas”, le explicó que ya hay 150 millones de pesos para dos estaciones del Peribús y que las obras ya arrancaron.
Le pidió apoyo para rehabilitar Avenida Tonaltecas, pero el alcalde dijo que no había dinero… y el gobernador se lo tomó personal.
A Chávez se le advirtió: debe entregar los derechos de vía de Avenida Zalatitán antes de fin de mes o perderá 65 millones de pesos.
Si no coopera, de todos modos el Peribús llegará hasta Tonalá sin su ayuda. ¡Zas!