Perdón Ana, Julio, Omar…
¿Qué tienen en común una agente investigadora de la Fiscalía estatal adscrita al Centro de Justicia para Mujeres, un académico de la UdeG y un joven de 27 años residente de la Colonia Moderna en Guadalajara?
Que Ana, Julio y Omar están muertos. Que los tres fueron asesinados en el último mes en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Y que la probabilidad de que sus homicidios queden impunes es del 99.7 por ciento.
¿Se puede estar peor? Sí, en Veracruz la impunidad en homicidio doloso es del 99.8 por ciento y en Zacatecas del 99.9 por ciento. Eso significa que nunca serán resueltos los recientes crímenes de Francisco, Juan y José, los tres estudiantes de Ingeniería acribillados a balazos en el Saucito, en Zacatecas.
Pero volvamos a Jalisco, en donde la impunidad en el delito de homicidio doloso es casi absoluta. Sólo castigamos al 0.3 por ciento de los asesinos. Eso nos coloca en tercer lugar nacional con mayor impunidad en el país.
Los datos que comparto surgen del estudio Hallazgos 2021 de México Evalúa presentado hace unos días. Año con año, estos indicadores se repiten y en algunos casos se agravan.
Podríamos elegir una historia real cada día para ponerle nombre a cada dato: feminicidios, cifra negra, tasa de congestión en las fiscalías, detenciones ilegales, ineficiencia de los defensores públicos, impunidad en violación y violencia intrafamiliar…
Por ejemplo, podemos asegurar que los siete policías de La Barca detenidos hace dos meses por desaparición forzada no serán castigados. En ese delito, la impunidad en Jalisco es del cien por ciento. Una cosa es detenerlos, otra muy distinta probar su responsabilidad en un juicio.
El Estado que más genera empleos, el gigante agroalimentario, el “Silicon Valley” mexicano, la “locomotora de la economía nacional” y el cuarto PIB más grande del país está entre los tres peores Estados en impartición de justicia en casos de homicidio.
¿Se puede estar mejor? Claro. En Yucatán, la impunidad para el homicidio es sólo del 69.5 por ciento. Es la Entidad con la menor ineficiencia para castigar un asesinato. La tasa de resolución de asesinatos de la Fiscalía de Yucatán es similar a la de países como Alemania. Lejos, aún, de países como Finlandia en donde ocho de cada 10 homicidios son castigados.
Pero vivimos en Jalisco. Y algo estamos haciendo muy bien. Y también algo estamos haciendo muy mal.