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Las risas en “Freak show”

Digamos que usted anda buscando un rato de entretenimiento en el teatro de la ciudad; pues bien, “Freak Show” es una buena opción. No es todo lo que hay que decir sobre este espectáculo del jovencísimo grupo Make Project, pero vale la pena empezar por allí.

En temporada los viernes y sábados de febrero a las 20:00 horas, “Freak Show” es una obra basada en un texto del argentino Martín Giner, un cuento fantástico acerca de cómo el siniestro presentador de un circo de fenómenos juega a ser dios y manipula los destinos de dos enamorados.

El espectador nota de inmediato los acentos de esta obra: el diseño de producción que descansa en vestuario, maquillaje e iluminación fantásticos y exagerados, un estilo de actuación que subraya los defectos más teatrales de los personajes, y una dramaturgia que pacta con el público para que todos seamos cómplices de lo que ocurre. El presentador del circo es como el científico loco en su laboratorio y los personajes son ratones para los experimentos: nosotros somos sus asistentes.

Y hay un elemento más en “Freak Show”, que destaca incluso por encima del maquillaje o el vestuario: está dirigida e interpretada como una comedia, un espectáculo de chistes y gags, basado en la caracterización de los actores y el modo en que los personajes pasan por situaciones ridículas.

Todo funciona: el vestuario, el maquillaje, la iluminación, y chiste tras chiste el público se ríe y aplaude las bromas. Todo es exagerado pero no tan grotesco como para que resulte chocante. La actuación explota el lado más torpe de los personajes pero los actores trabajan tan bien como para que no nos hartemos de sus sonsonetes. Hablando de la voz -un elemento que suele fallar en Guadalajara-, es de destacar el trabajo de la actriz Gloria Ramírez, que le da un color muy particular a su personaje y que logra que la escuchemos con buena dicción y claridad.

Dicho lo anterior, no hay que escamotear un segundo comentario: todo funciona en “Freak Show”, pero no hay ninguna sorpresa de ningún tipo. El presentador nos dice de qué va a tratarse el espectáculo y nos lo presenta sin desviación; hay chistes, pero ningún otro accidente. Todo es directo y fácil; como comedia, es inocente y hasta algo cándida. Parece como si hiciera falta algo de cinismo o de gravedad para que la historia tuviera algún peso. ¿Se trata, por ejemplo, de hacernos sentirnos fisgones de las emociones de otros? No, seguramente, porque, aunque el presentador y el público compartimos la macabra exhibición del amor de los dos desafortunados, este sketch no nos pone incómodos.

“Freak show” se disfruta como lo que es. En la función del viernes 1 de febrero un señor incluso interrumpió a los actores para darles las gracias. Es importante que el trabajo de artistas jóvenes haga que el público se vaya contento. A lo mejor cabe preguntarse si eso es todo lo que andamos buscando.

agoragdl.com.mx / ivangonzalezvega@gmail.com

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