Ideas

La metáfora del plomero y los desaparecidos

Cuando las autoridades estatales y federales nos aseguran que ponen todo su empeño en combatir las desapariciones de personas siempre pienso en la metáfora del plomero. 

Imagina que un plomero llega a tu casa y te promete que hará su mejor esfuerzo por reparar la fuga del lavabo, que buscará los materiales más buenos y más baratos para solucionar el problema. 

Te explica, bien convencido, que trae con él toda la herramienta necesaria, que el anterior plomero era un incompetente, que él sí te hablará con la verdad acerca de lo que tiene tu lavabo y que juntos, si confías en él, solucionarán el problema. 

Imaginemos todo este discurso mientras la fuga continúa y el tiempo transcurre sin que el plomero arregle el problema.  

Más o menos así ocurre cuando el gobernador Enrique Alfaro o cualquier otro funcionario defiende que hay más localizados (inserte aquí cualquier cifra). Y luego viene la retórica emocional del esfuerzo máximo: «vamos a dar la cara y hablar con la verdad» o «no vamos a descansar hasta encontrarlos». 

Cuando los juglares de la estadística oficial contabilizan a los localizados y localizadas como producto del esfuerzo institucional, omiten que la gran mayoría de estas personas se van y regresan por su propia voluntad. 

En cambio, la cifras de desaparecidos continúan al alza. En esta administración estatal suman 14 mil 944 casos, casi la mitad han ocurrido en los últimos tres años. 

Por otra parte, como expuse esta semana, la Fiscalía Especial de Desaparecidos emplea, más que un método de investigación criminal, un criminal método de investigación. A partir de que la autoridad recibe una denuncia, son innumerables los vicios y omisiones.  

Por ejemplo, la saturación y rotación del personal de la Fiscalía de Desaparecidos, la falta de coordinación interna y externa. También desaprovechan el uso inmediato de las tecnologías de geolocalización vía celular o auto, la videovigilancia y la familia hace muchas veces de Ministerio Público porque la autoridad no procesa la información que le brindan. 

Todo lo anterior ha sido documentado exhaustivamente por la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco. La primera ocasión en la Recomendación 25/2019 y recientemente en la Recomendación 13/2022.  

Un funcionario me decía que los ciudadanos no valoramos la voluntad política de este gobierno para solucionar el problema. Pero la voluntad política es insuficiente sin capacidad institucional de trabajar y dar resultados. 

La incapacidad institucional no se arregla por decreto. Sin una verdadera autocrítica y un análisis de lo ideal y lo posible, con objetivos claros, seguiremos tratando de solucionar en el discurso un problema que necesita acciones reales. Como una fuga de agua. 
 

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