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Gentrificación de la Glorieta de los Desaparecidos

Uno de los momentos más importantes de la larga lucha de las familias que buscan a sus desaparecidos ocurrió en marzo de 2018, cuando en un acto de memoria y reivindicación renombraron la Glorieta de los Niños Héroes como Glorieta de las y los Desaparecidos. Desde entonces, dicho espacio público ha sido un lugar de memoria permanente, con la instalación de cientos de losetas con las fichas de búsqueda de personas desaparecidas en Jalisco. Son apenas unas fichas, porque ni todo el espacio de la glorieta sería suficiente para colocar las losetas con los rostros y datos de los casi 16 mil desaparecidos que hay en Jalisco.

Desde que las familias la adoptaron como Glorieta de las y los Desaparecidos, dicho espacio público se ha convertido en un punto no solo de memoria, sino de encuentro, protesta y reivindicación para la mayoría de las familias buscadoras. Las manifestaciones y marchas de los colectivos de familias buscadoras parten o terminan en dicha glorieta, y en ella se celebran actos simbólicos como misas o eventos culturales en memoria de los ausentes.

La Glorieta de los Niños Héroes fue encargada por el gobernador Jesús González Gallo en 1950 al arquitecto Vicente Mendiola. El conjunto escultórico fue encargado al artista guanajuatense Juan Olaguíbel Rosenzweig, reconocido por obras como la Diana Cazadora, la Fuente de Petróleos y el Monumento al Pípila en Guanajuato.

El monumento es una bella obra escultórica de cantera; al centro se erige una columna de casi 50 metros de alto, rematada con la figura de una mujer parada sobre un águila que devora una serpiente. A lo largo de los años, esa glorieta, donde confluyen las avenidas Chapultepec, Niños Héroes y Mariano Otero, ha sido escenario de eventos cívicos, deportivos y protestas sociales. Desde hace al menos cinco años, la glorieta es el punto de confluencia de la marcha feminista del 8 de marzo.

La resignificación de la Glorieta de las y los Desaparecidos ocurrió tras una marcha el 24 de marzo de 2018, en el contexto de la desaparición de los tres estudiantes de cine de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV): Daniel Díaz, Javier Salomón Aceves y Marco Francisco García. Desde entonces, es un espacio simbólico muy significativo para las familias buscadoras en Jalisco.

Pero lo que a ojos de las familias es un espacio de duelo y resignificación, a ojos de otras organizaciones es un espacio “vandalizado”, que denota “deterioro físico y visual” debido a grafitis, pintas y “uso indebido de la explanada”. Este es el diagnóstico entregado a la autoridad por la organización Alas de Libertad, según denunció públicamente la Red Contra la Desaparición Forzada y diversos colectivos como Fundej, Luz de Esperanza, Guerreros San Miguel, Guerreros Buscadores de Jalisco, Entre Cielo y Tierra, Altos Sur y Huellas de Amor, en un comunicado público el mes pasado.

En el comunicado se reproduce el documento “Propuesta metodológica de intervención Glorieta de los Niños Héroes”, donde llaman a la autoridad a terminar con el “espacio vandalizado”. Esta agrupación considera que el espacio es usado por migrantes y personas en situación de calle como refugio o baño público. Hacia el final del documento, revelan que el objetivo de la intervención sería aumentar la plusvalía de la zona, considerada deteriorada.

Es decir, pretenden ignorar la importancia simbólica y política del espacio para las familias que buscan a sus desaparecidos y llaman a la autoridad a limpiar y embellecer, es decir, gentrificar ese espacio, lo que implicaría quitar mantas, losetas y otros recursos simbólicos de protesta que informan a la sociedad sobre la crisis de desapariciones en Jalisco.

Ojalá que la euforia mundialista por intervenir espacios públicos no lleve a la autoridad municipal o estatal a tomar en serio esta propuesta que lastima la dignidad de las familias buscadoras. Como dice la Red Contra la Desaparición Forzada: “Alertamos a la población sobre esta amenaza. La glorieta no es un adorno urbano: ahora es un grito de justicia y un acto de memoria viva”. Es el recuerdo de que en Jalisco nos faltan más de 16 mil desaparecidos. No pretendan gentrificar esta lucha.

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