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Gaza y la simulación del derecho internacional

A estas alturas pocos en el mundo dudan ya de que Israel está cometiendo un genocidio en contra de la población palestina en la Franja de Gaza, además de ser una nación que controla y ocupa no solo la franja, sino también Cisjordania, mediante un sistema de apartheid. Luego de los atroces ataques de Hamas en contra de población civil y militares de Israel el 7 de octubre, el gobierno de ese país ordenó una respuesta totalmente desproporcionada en la que, según la Corte Internacional de Justicia, se han cometido graves crímenes de guerra.

La destrucción de Gaza es devastadora. Israel justifica los ataques alegando que todavía no derrota a Hamas, pero lo cierto es que el gobierno israelí que encabeza Benjamín Netanyahu manipula el supuesto riesgo de Hamas con la intención deliberada de cometer genocidio, arrasar la franja de Gaza con propósitos de ocupación permanente e incluso convertirlo en un gran negocio inmobiliario, según admitió el ministro israelí de Finanzas, uno de los más ultraderechistas del gobierno de Israel.

A casi dos años de la respuesta brutal de Israel, el saldo es impresionante. El genocidio en Gaza ha dejado, hasta la semana pasada, 64 mil 656 personas asesinadas, 163 mil 503 heridas, más de 9 mil desaparecidas. Según datos de la autoridad sanitaria de Gaza y otras agencias de la ONU, las fuerzas armadas de Israel han matado a más de 20 mil niños y 12 mil 500 mujeres, incluidas 8,990 madres; más de 1,000 bebés han sido asesinados, incluidos 450 nacidos durante la guerra. Solamente en los supuestos puntos de “ayuda humanitaria” se ha asesinado a 2 mil456 personas y dejado más de 17 mil 861 heridas y 45 desaparecidas. La hambruna se ha convertido en un arma de guerra en Gaza: 404 personas, incluidos 141 niños, han muerto por falta de alimentos.

Las cifras de la muerte son impresionantes: se ha asesinado a mil 670 trabajadores de la salud, 139 de la defensa civil, 248 periodistas, 173 empleados municipales y 780 miembros de la policía. Según el recuento del Centro de Información Palestino, Israel ha cometido más de 15,000 masacres contra 14 mil familias. La guerra de exterminio ha destruido más de 88 % de los edificios en la Franja, con un costo estimado de más de 62 mil millones de dólares. La invasión de Israel destruyó 163 escuelas, universidades e instituciones educativas totalmente y 369 parcialmente; 833 mezquitas por completo y 167 parcialmente, así como 19 cementerios.

La Comisión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas sobre el Territorio Palestino Ocupado declaró el pasado 16 de septiembre que Israel está cometiendo genocidio en Gaza. “Es evidente que existe la intención de destruir a los palestinos de Gaza mediante actos que cumplen los criterios establecidos en la Convención sobre el Genocidio”, declaró la presidenta de la Comisión, Navi Pillay.

Son actos que deberían ser no solo repudiados, sino castigados por el derecho internacional y por las normas de la Organización de las Naciones Unidas. Pero Israel ha violado el derecho internacional una y otra vez, desde hace décadas, pero más claramente desde que tomó la decisión de destruir Gaza y desterrar a la población palestina de esos territorios. Susan M. Akram, profesora de derechos de la Universidad de Boston, escribió que “Estados Unidos ha utilizado su derecho de veto en más de 30 ocasiones para proteger a Israel frente a anteriores acciones de la ONU encaminadas a detener sus agresiones, incluidos los ataques previos a Gaza”.

No es de ahora con el genocidio en Gaza que Israel se pasa por el arco del triunfo el derecho internacional.

Saul Takahashi, jefe adjunto de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en el territorio palestino ocupado de 2009 a 2014, escribió en un ensayo que “Las violaciones de los derechos humanos no son, por supuesto, exclusivas de Israel, pero se sostiene que la naturaleza sistémica de las violaciones israelíes, vistas en el contexto de las violaciones de larga data antes mencionadas, hace que los abusos sean particularmente atroces”.

La imposibilidad del sistema de naciones de la ONU para detener las violaciones y atrocidades que Israel comete en Gaza nos hace ver que el derecho internacional es una mera simulación y que el orden mundial se rige por la ley del más fuerte y los intereses de las potencias.

rubenmartinmartin@gmail.com

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