Enriquecidos y empobrecidos
Nos encontramos con que a mucha gente le ha parecido un exceso que un senador de Morena haya comprado una casa, cuando se supone que son moderados en sus cosas. El sujeto, además, dice que él pensaba que los aviones en la parte de atrás llevaban velices y no a la gente, pues creía que nada más los de primera iban volando. A mí me parece exagerado el momento y, como no me cae muy bien el sujeto, pues simplemente lo menciono para que no enfade.
Por otro lado, seguimos enojados porque el Gobierno norteamericano no ha querido decirnos cómo ni por qué se llevaron al Mayo. Pero, para que vean que somos parejos, el Mayo, que nunca había tenido una orden de aprehensión, y ahora que se lo llevaron los gringos, nos encontramos con que hay un puño de órdenes de aprehensión acá, esperando que después de que pague con su vida lo que hizo allá, nos lo traigamos pa’ acá.
En otras cosas, es notable el amor por las etnias nacionales que tiene nuestra amada Presidenta que, desde luego, todos sabemos que su herencia es búlgara y lituana, y a pesar de que a su peluquera le falló el espíritu nacional y empezó a aclararle el cabello a la mandataria, quien por lo demás no se debe preocupar porque debe haber indios güeros por algún lugar.
A mí sí me tiene preocupado el inicio de la nueva formación de la Corte y debo ser claro porque no tengo certeza de que el nuevo presidente tenga la suficiente pureza de raza mixteca, que tampoco tengo bases para negarlo, pero si es que es mixteco puro, sí me gusta lo que va a hacer para inaugurar su labor de ministro. Primero prometió que iba a concurrir a las sesiones con vestimenta de su etnia, pero como no es indígena a ultranza, completará el ajuar con unos bonitos zapatos Ferragamo, que no sé si sean de los legales o de los chafarines. También habrá una purificación del recinto o limpia para evadir malos espíritus.
Las que no han dicho cómo van a ir son las chicas que asisten como ministras, pero yo supongo que, dada la elegancia de la Corte, lo adecuado sería que vistieran un traje de tehuanas, que a mí es el que más me gusta. Le darán el bastón de mando, que además de práctico puede servir para agarrar a garrotazos a algún ministro que se oponga; pero aquello va a estar de rechupete, aunque a mí me parece que estamos fingiendo nacionalismo en tanto las sentencias de la Corte no sean publicadas en náhuatl o mixteco.
Entonces sabemos que la Presidenta no parla ningún idioma nativo, así que la dejaremos que diga sus discursos en español o en búlgaro, a pesar de que a ella, como buena extranjera, le gusta mucho la cultura de los naturales (menos los menonitas, que al parecer le caen gordos por no ser originarios).