Red de hospitales civiles y transparencia
Si hay una institución honorable en Jalisco, esa es el Hospital Civil. Desde que Fray Antonio Alcalde lo fundó en 1794 con el nombre de Hospital Real de San Miguel de Belén, el hoy conocido como Hospital Civil de Guadalajara ha pasado por muchas etapas, disputas políticas, grillas y jaloneos, pero nunca ha dejado de prestar servicios médicos a los más necesitados. Es su misión y no su administración lo que concita la admiración y cariño que los tapatíos sentimos por esta institución.
Casi 100 años después de su fundación, en 1888, la visión de otros dos grandes personajes de la ciudad, el general Ramón Corona como gobernador y el doctor Salvador García Diego como director de la Escuela de Medicina, el Hospital Civil se convirtió en hospital escuela y desde entonces han estado simbióticamente relacionados la facultad de medicina de la Universidad de Guadalajara y el hospital.
En los años 80 del siglo XX se creó el Nuevo Hospital Civil, una obra que quedó atorada entre las crisis y los malos manejos. Cuando finalmente se echó a andar con el nombre de Doctor Juan I. Menchaca se duplicó la capacidad de atención, y también la disputa por el control administrativo de la principal institución de salud del Estado. La gestión de los civiles fue uno de los puntos de enfrentamiento más visibles entre el gobernador Guillermo Cosío y el rector Raúl Padilla. En 1997, con Alberto Cárdenas como gobernador y Víctor González Romero como rector, la disputa se resolvió con la creación del Organismo Público Descentralizado Hospitales Civiles que maneja y controla la Universidad con contrapesos del Gobierno de Jalisco. El año pasado se inauguró un tercer Hospital Civil junto al Centro Universitario de Tonalá.
Uno de los proyectos centrales de la nueva rectora de la Universidad de Guadalajara, Karla Planter, es crear una red de Hospitales Civiles, tal como se tiene una red universitaria. La descentralización de la UdeG ha sido uno de los aciertos más importantes y crear paralelamente una red de hospitales escuela tiene mucho sentido en términos universitarios, y más aún como política de salud en un momento en que el Gobierno federal pretende centralizar y controlar todos los servicios de salud.
El talón de Aquiles de los Hospitales Civiles ha sido y es la corrupción. Cada sexenio brota un escándalo que termina por salpicar a la Universidad y enloda el nombre de los civiles. Crecer la red de hospitales civiles es fundamental para la enseñanza de la medicina en el Estado y para la salud de los jaliscienses. Sin embargo, crear la red sin una actualización del diseño institucional, particularmente en lo referente a transparencia y anticorrupción, sería profundamente irresponsable.
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