Ideas

“Contento de estar en mi casa, el PRI”: don Gabo

“No siempre se puede ganar…ni se debe”.
Gabriel Covarrubias Ibarra

“Me siento muy afortunado como lo he hecho gran parte de mi vida, de estar en mi casa, en la casa del Partido donde yo nací, y que me ha permitido hacer algunas cosas a favor de los demás. Yo pienso que la fortuna me sigue favoreciendo al estar en el auditorio del PRI, al que pertenezco desde hace 50 años y que espero seguir perteneciendo por muchos años más”, fueron las palabras expresadas por don Gabriel Covarrubias Ibarra, en la que fue su última entrevista concedida a un servidor.

Más que entrevista, fue una amena charla con la cual me hizo el honor de iniciar el programa “Charlas con los Maestros”, conducido por Luis Fermín Anaya Medina y un servidor, en la cual nos habló de “El reto de las Administraciones Públicas”, luego de haber transitado por importantes responsabilidades en los tres ámbitos de Gobierno y ser reconocido como un hombre eficiente, eficaz y políticamente correcto, militante de un solo partido político, lo cual en la actualidad implica dimensiones dignas de ser tomadas en cuenta.

Siempre lo he considerado un mexicano y jalisciense de cepa, es por eso que en ocasión del enorme honor que implicó para un servidor ingresar al claustro de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE) y  años después convertirme en el segundo jalisciense en presidirla en el ámbito nacional (a 176 años de su creación), el iniciar mi trabajo recepcional con la frase que lustros antes me expresara don Gabriel Covarrubias a manera de bálsamo para hacerme comprender que no todas las batallas se pueden ganar -por muy justas que éstas sean-, significó para un servidor el reconocimiento a la grandeza de un ser humano -no más, pero tampoco menos- al que durante los años que conocí y conviví con él, sólo le vi haciendo el bien, y/o lo que él consideró que era el bien.

APUNTE

De acuerdo con la información proporcionada por el INEGI, la vox populi, y lo que casi todos llevamos en el imaginario, la gran mayoría de la población mexicana se dice cristiana -todavía, aunque sus hechos no les avalen-, empero, cuando de juzgar el actuar de los militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se trata, muchos de ellos, incluyendo a los que trabajan en los medios de comunicación masiva, refieren que todos son igualmente corruptos, ineficientes y pendencieros, no obstante don Gabriel Covarrubias Ibarra fue todo lo contrario -y confiado estoy de que no era el único-, lo que me lleva a pensar que debiéramos de ser más cuidadosos al hablar y/o escribir nuestras sentencias, para no fallar a la enseñanza que establece: “Y si sólo uno fuera justo…” Jeremías: 5,1.

Descanse en paz.

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