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Beisbol y drogas

A escasos meses de que el lanzador mexicano Esteban Loaiza cumpla una condena de tres años en una prisión de San Diego, California, después de haberse declarado culpable de cargos federales y reconocer que poseía 20 kilogramos de cocaína, misma que tenía intención de distribuir en los Estados Unidos, se tiene que lamentar un nuevo caso de un beisbolista mexicano envuelto en asuntos de drogas del otro lado de nuestra frontera norte.

Se trata del joven pitcher de 25 años de edad originario de Los Mochis, Sinaloa, Jesus Camargo-Corrales, quien pertenece a la organización de Cachorros de Chicago, y fue apresado el miércoles 17 de marzo en una carretera de Colorado, después que las autoridades encontraron en su carro un cargamento de pastillas de metanfetamina y oxicodona, según dio a conocer la Oficina del Alguacil del Condado de Eagle.

En total, son cuatro cargos los que enfrenta Jesús Camargo: distribución de metanfetamina y oxicodona en grado dos, posesión de metanfetamina en grado dos y posesión de drogas en grado dos. El prospecto de los Cubs se encuentra en el centro de detención del condado de Eagle bajo una fianza de 75,000 dólares y se espera que sea este jueves cuando se presenten los cargos oficialmente contra el beisbolista de las Grandes Ligas.

Camargo milita con Chicago desde 2014 y tiene un promedio de carreras limpias de 3.01 en 72 partidos en las Ligas Menores. El derecho, trabajó en la Clase A fuerte en 2019 y apareció en cinco juegos con los Yaquis de Ciudad Obregón en la pasada temporada invernal de la Liga Mexicana del Pacífico.

En estas situaciones que no dejan de provocarnos tristeza, ya mencionaba el muy lamentable y sonado caso del pelotero Esteban Loaiza, quien después de alcanzar la cúspide de su carrera profesional en la Gran Carpa, fue arrestado el 9 de febrero de 2018 en California y luego ingresado a una prisión en abril de 2019 por cargos de posesión y distribución de drogas, con una sentencia de 36 meses de cárcel más cinco años de libertad condicional.

El viudo de Jenni Rivera, llegó a ganar hasta 50 millones de dólares tras firmar contratos en las Grandes Ligas con los Piratas de Pittsburgh, Texas Rangers, Toronto Blue Jays, Chicago White Sox, New York Yankees, Washington Nationals, Oakland Athletics y Los Ángeles Dodgers.
Sin embargo, trascendió que tras derrochar cientos de miles de dólares en comprar casas y brindar apoyos y regalos a familiares, así como pagar una vida de lujos, se encontró en quiebra y sobrevivía con la venta de gorras de su propia marca. El día que fue arrestado en su cuenta de banco no tenía al menos los 250 mil dólares para cubrir su fianza.

Otro caso reciente se dio con el beisbolista de origen mexicano Sergio Mitre, quien fue detenido la madrugada del lunes 13 de julio de 2020, en Saltillo, Coahuila y puesto a disposición de las autoridades por posesión de sustancias ilícitas.

De acuerdo con reportes de la prensa, el ex lanzador de los Yankees de Nueva York,  fue detenido por elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), al encontrarle presuntamente bolsas con marihuana.

Sin duda es difícil entender que un joven como Jesús Camargo, con un futuro tan prometedor, caiga en este tipo de infortunios cuando a la vista de todos se encuentra en un sitio de privilegio donde miles de jóvenes prospectos de beisbolistas quisieran estar.

Se podría argumentar su juventud para caer en este tipo de trampas en que delincuentes disfrazados de amigos o admiradores suelen rondar a deportistas y gente del espectáculo para luego involucrarlos en estas lides, pero como ya se vio en el caso de Loaiza, el tema no se reduce a la juventud o inexperiencia, de ahí que quizá se requiera reforzar desde las escuelas de beisbol e incluso en las propias organizaciones de Ligas Menores lo relativo a la prevención de adicciones, pero también probablemente brindar un manejo interdisciplinario para prepararlos de tal manera que cuando alcancen, ahora sí que la fama y fortuna, sepan cómo lidiar con ellas.

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@salvadorcosio1

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