Ideas

* Retroceso

Una vez que el cerrojazo del ciclo de la Selección mexicana encabezado por Juan Carlos Osorio es un hecho consumado (y entendidos en que la última palabra acerca de su gestión ya está en la lista de los asuntos a debatir El Día del Juicio, pero ya en la tarde), quizá sea pertinente anticipar el riesgo de que en la etapa (o las etapas) por venir, haya un retroceso.

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Como preámbulo: casi seguramente habrá consenso en que lo mejor de la “era” de Osorio fue clasificar al Mundial de Rusia con menos angustias que en varios ciclos precedentes; eso, y la sorpresiva victoria sobre Alemania —la cereza en el helado—, en el partido del debut; lo peor, las derrotas ante Chile (7-0) en la Copa América Centenario y Alemania (4-1) en la Confederaciones, y que tampoco esta vez se llegara al quinto partido en el Mundial… aunque quepa el atenuante de que el adversario al que había que vencer para alcanzar ese objetivo, era Brasil.

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A medida que se despejaba el panorama para que el “Tri” consiguiera el boleto al Mundial de Rusia, se insistió en que México tenía, quizá, la mejor generación de futbolistas de toda su historia. El argumento principal era el elenco de jugadores con militancia en varias de las principales ligas europeas. Ninguno con los blasones que consiguieron Hugo Sánchez en el Real Madrid y Rafael Márquez en el Barcelona, pero todos con muchas horas de vuelo en equipos de prosapia.

Finalizado el compromiso, se sacaron las cuentas. Se concluyó que a varios integrantes de esa camada sobresaliente de jugadores, difícilmente les alcanzará la cuerda para el siguiente Mundial…

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Lo más inquietante, sin embargo, es que no parece haber los reemplazos con la calidad, el talento y el oficio necesarios para sustituir a los Moreno, Layún, Guardado, Herrera, Giovani, Vela y “Chicharito”; todos ellos, por cierto, buenos jugadores, sí… aunque ninguno dotado de las virtudes futbolísticas necesarias para merecer la etiqueta de “crack”.

Las medidas que se tomaron en la Liga MX, para facilitar la naturalización de futbolistas extranjeros, primero, y para conceder cada vez más plazas a los foráneos, después, acusan ya sus perniciosos efectos: cada vez hay menos futbolistas mexicanos en el futbol mexicano.

Y dentro de cuatro años, considerando que las acciones correctivas orientadas a revertir ese proceso difícilmente darán resultados a corto plazo… habrá menos todavía.

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