5 tips que pueden quitar lo salado a la comida

Si la comida te quedó salada, hay varios trucos sencillos y efectivos que pueden ayudarte a salvar tu platillo sin tener que empezar de nuevo. Aquí te compartimos algunos consejos prácticos para reducir lo salado de tus comidas y recuperar el equilibrio en el sabor.

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1.- Agrega más ingredientes sin sal

Una de las formas más simples de corregir el exceso de sal es aumentar el volumen del platillo con ingredientes sin sazonar. Por ejemplo:

Si cocinaste arroz o sopa, añade más agua, verduras o arroz sin cocer previamente salado.
Si es un guiso, puedes incorporar más papa, zanahoria, calabaza o incluso carne sin condimentar. Esto diluirá la sal sin afectar la consistencia del platillo.

2.- Usa papa cruda como “esponja de sal”

Este es un truco muy popular: coloca una o dos papas crudas peladas y partidas por la mitad dentro del platillo mientras se sigue cocinando. La papa absorberá parte del exceso de sal. Déjala hervir por unos 15 a 20 minutos y retírala antes de servir. Este método funciona mejor en sopas, caldos y estofados.

3.- Añade un toque dulce o ácido

El equilibrio del sabor no solo depende de la sal. A veces, un toque de acidez o dulzura puede disimular el exceso de sal:

Prueba con unas gotas de jugo de limón o vinagre blanco (ideal en platillos de carne, arroz o lentejas).
Agrega una pizca de azúcar, miel o incluso un poco de puré de manzana si va bien con la receta. Ten cuidado de no exagerar; se trata solo de nivelar el sabor, no de endulzarlo.

4.- Incorpora lácteos

En ciertos platillos, especialmente salsas, pastas o cremas, los productos lácteos ayudan a suavizar el exceso de sal. Puedes agregar:

Un chorrito de leche o crema.
Un poco de yogur natural o queso sin sal (como ricotta o requesón). Este truco funciona muy bien en platillos estilo italiano o guisos cremosos.

5.- Sirve con alimentos sin sal

Otra opción es no modificar el platillo en sí, sino acompañarlo con algo sin sal para equilibrar cada bocado. Algunas ideas:

Pan sin sal o tortillas.
Arroz blanco o papas cocidas.
Verduras al vapor.

De esta manera, el exceso de sal en el platillo principal se compensa con los acompañamientos.

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Una comida salada no tiene que arruinar tu día. Con algunos ajustes simples puedes recuperar el equilibrio y disfrutar tu platillo sin tener que empezar de nuevo. Estos consejos no solo te salvarán en la cocina, sino que también te harán un cocinero más consciente del sabor y la técnica.