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Así es como el olfato de los perros podría ayudar a combatir el mal de Parkinson

Su olfato, capaz de captar lo que nosotros no percibimos, abre nuevas posibilidades para el diagnóstico temprano del mal de Parkinson, brindando esperanza a millones de personas en todo el mundo

El extraordinario sentido del olfato de los perros no solo les permite detectar drogas, explosivos o personas desaparecidas. Recientemente, la ciencia ha comenzado a explorar su potencial en el campo médico, particularmente en la identificación temprana de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.

Esta patología, que afecta el sistema nervioso y provoca síntomas como temblores, rigidez y dificultad para moverse, es difícil de diagnosticar en sus primeras etapas. Sin embargo, nuevos estudios han revelado que los perros podrían detectar el Parkinson incluso antes de que aparezcan los síntomas clínicos.

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El Parkinson y los cambios químicos que huelen los perros

El mal de Parkinson está relacionado con cambios en la producción de ciertas sustancias químicas en el cuerpo. Estas alteraciones pueden generar compuestos volátiles que se liberan a través de la piel y que resultan imperceptibles para los humanos, pero no para el agudo olfato canino.

Investigadores en distintos países han entrenado a perros para identificar estos olores específicos. En pruebas realizadas, algunos canes lograron reconocer con notable precisión muestras de personas que tenían Parkinson frente a otras que no lo padecían, únicamente con base en su aroma corporal.

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Casos reales que inspiraron la investigación

Uno de los casos más conocidos que impulsó esta línea de estudio fue el de Joy Milne, una mujer escocesa que afirmó haber detectado un “cambio de olor” en su esposo años antes de que le diagnosticaran Parkinson. Su historia motivó a científicos de la Universidad de Manchester a investigar esta pista. Para su sorpresa, confirmaron que efectivamente existía una diferencia detectable en el olor de pacientes con esta enfermedad.

Desde entonces, se han llevado a cabo investigaciones con perros entrenados que han corroborado estas observaciones. Su tasa de aciertos ha sido tan alta que ya se considera un método prometedor para desarrollar futuras pruebas no invasivas.

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¿Cómo podrían ayudar en el futuro?

Aunque el uso de perros en diagnósticos médicos aún no es común en clínicas o hospitales, su participación en investigaciones científicas podría allanar el camino para desarrollar dispositivos o sensores electrónicos inspirados en su olfato. El objetivo sería contar con herramientas que, imitando las capacidades de los perros, detecten el Parkinson de manera temprana y precisa, facilitando un tratamiento más eficaz.

Además, la detección precoz puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes, ya que permitiría iniciar terapias antes de que los síntomas se agraven.

BB

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