Estilo

Esto dice la psicología sobre las personas que les gusta reírse de si mismas

No todo el humor autocrítico es saludable, cuando se usa en exceso o con un tono despectivo, puede transformarse en una forma encubierta de inseguridad 

Reírse de uno mismo no es una muestra de debilidad ni de falta de autoestima, sino todo lo contrario: la psicología la considera una señal de madurez emocional y buena salud mental, este tipo de humor, conocido como humor autocrítico o autoirónico, revela la capacidad de aceptar los propios errores e imperfecciones con ligereza, sin perder el sentido del humor.

De acuerdo con los expertos, reírse de uno mismo fortalece la autoestima, reduce el estrés y mejora las relaciones sociales, ya que permite conectar con los demás desde la autenticidad. Además, la risa tiene múltiples beneficios fisiológicos: aumenta los niveles de serotonina y dopamina, refuerza el sistema inmunitario y mejora el bienestar general.

Te recomendamos: ¿Qué pasa si duermo con mi perro todos los días?

Las personas con sentido del humor, especialmente las que son capaces de reírse de sí mismas, suelen proyectar seguridad, simpatía y resiliencia, este tipo de humor denota autoconciencia: una comprensión realista de las propias virtudes y limitaciones que ayuda a enfrentar los fallos sin rigidez ni culpa.

El psicólogo estadounidense Gordon Allport, uno de los pioneros en el estudio de la personalidad, llegó a incluir la capacidad de reírse de uno mismo dentro de los rasgos que definen la madurez psicológica. En su teoría, la relacionó con la “autoobjetivación”: la habilidad de observar el propio comportamiento con serenidad y sin juicios destructivos, lo que facilita el crecimiento personal.

Pero no todo el humor autocrítico es saludable, cuando se usa en exceso o con un tono despectivo, puede transformarse en una forma encubierta de inseguridad o baja autoestima. Frases como “soy un desastre” o “no hago nada bien”, aunque se digan en tono de broma, pueden reforzar pensamientos negativos y dañar la autopercepción con el tiempo.

Lee también: Nike lanza los Air Jordan “Somos Eternos” por Día de Muertos: Costos y dónde conseguirlos

El límite, señalan los psicólogos, está en la intención: si reímos para relativizar un error o conectar con los demás, el humor cumple su función terapéutica. Pero si constantemente nos ridiculizamos para encajar o buscar aprobación, deja de ser una muestra de fortaleza y se convierte en un signo de malestar emocional.

En resumen, reírse de uno mismo es una habilidad poderosa cuando nace del amor propio y la autoconfianza. Saber hacerlo con equilibrio no solo mejora la salud mental, sino que también convierte la risa en una aliada para vivir con más ligereza, empatía y autenticidad.

NA

Temas

Sigue navegando