Lupita D'Alessio da su "último rugido" en Guadalajara
Como el nombre de la gira que la trajo a Guadalajara, el concierto fue un agradecimiento de Lupita D'Alessio a la Perla Tapatía
La "Leona dormida" entregó el alma completa en el escenario. Aclamada por su público, conmovida hasta las lágrimas, la cantante de 71 años fue abrazada por sus fanáticos tapatíos que se le entregaron sin réplicas, durante su presentación este viernes en la Arena Guadalajara, en una velada saturada más bien de melancolía, pues se presume que este será el último concierto de la D'Alessio en nuestra ciudad, a la que visita en medio de su "Gracias" Tour.
No obstante, fiel a su estilo y a las canciones que la convirtieron en leyenda, Lupita D'Alessio no permitió que la noche se le escapara en las tristezas de su posible despedida, y cantó con entrega, pasión, y ese empoderamiento característico que por muchas razones le valió el apodo de la "Leona dormida". Aunque el concierto inició con más de media hora de retraso, abriendo con la presencia de Ernesto, hijo de la D'Alessio, el público se vio satisfecho con la aparición de la cantante en el escenario, vestida de negro, solemne, y con los ojos húmedos.
"Guadalajara, gracias por estar aquí en esta despedida. Han sido 54 años de carrera, y ahora quiero dedicarme a mi familia en este tiempo que me queda de vida, quiero descansar y pasar tiempo con ellos. Estos 54 años no hubieran sido posibles sin ustedes, sin su cariño. Muchas gracias ", dijo la D'Alessio.
El público cantó de pie, aplaudió y coreó cada éxito de la D'Alessio. No pudieron faltar sus éxitos más grandes: "Leona dormida", "Lo siento mi amor", "Mentiras", "Mudanzas", "Qué ganas de no verte nunca más ", "Mi corazón es un gitano", entre tantas canciones que son recuerdos y testimonios del tiempo.
El público era una multitud conformada en su mayoría por adultos, señoras en grupo, parejas, hijos e hijas acompañando a sus madres, pero también de una considerable presencia juvenil. Algunos compartían la idea de que quizá esta es la última ocasión que podrían ver a la cantante en Guadalajara; otros, por el contrario, tienen la certeza de que la cantante aún tiene mucho que dar.
"No podíamos faltar ", dice la señora Sandra, de 65 años, acompañada de su hija. Vivieron desde Aguascalientes. "A mí la D'Alessio me gusta desde que estoy jovencita, somos contemporáneas, y pues si este es su último concierto yo no me lo podía perder, yo la acompaño hasta el final", asegura.
De opiniones distintas, la pareja de los tapatíos Jordan y Amanda, de 57 y 55, respectivamente, creen que aún queda mucho que ver de la "Leona dormida".
"Para nada creo que sea su último concierto ", dice Amanda. "Qué esperanzas, la D'Alessio está bien fuerte, todavía tiene mucho que dar y pues nosotros aquí vamos a estar, somos fans".
Como el nombre de la gira que la trajo a Guadalajara, el concierto fue un agradecimiento de Lupita D'Alessio a la Perla Tapatía, una ciudad que siempre la ha cobijado, que ha cantado sus éxitos desde el principio, y a la que dice, volverá, pero tal vez ya no desde un escenario. Una noche de reencuentros y despedidas, de melancolía y entrega, y quizá, el punto final de la historia musical de la "Leona dormida " en Guadalajara. De ser así, una despedida que, como todo adiós, conjuga la dicha agridulce de lo bien vivido.
YC