Economía

Ven potencial de ahorro en mudar autos oficiales a etanol

La empresa Fuel Flex propone convertir de manera gratuita autos de diversas dependencias para promover el biocombustible y demostrar que es seguro

Con el objetivo de incrementar la adopción de etanol como energía alternativa y limpia en México, la empresa jalisciense Fuel Flex ve una oportunidad de ahorro al convertir a etanol vehículos oficiales de Gobierno, para que así las autoridades constaten los beneficios de este combustible y brinden más apoyo a energías bajas en emisiones contaminantes.

Actualmente, nuestro país no cuenta con programas de apoyo a los biocombustibles, ni tampoco iniciativas para respaldar la conversión de vehículos a etanol. En cambio, hay países como Brasil, que convirtió en apenas cuatro años los motores de todos sus coches a Flex y así utilizar etanol; o Estados Unidos, con más de cuatro mil 600 estaciones de E85 (gasolina con 85% etanol) en todo su territorio.

“La difusión de etanol ha sido mínima, el Gobierno no nos ha apoyado para hacer una campaña en donde la ciudadanía sepa cómo funciona. Al ser nosotros la única empresa que tiene los permisos y la experiencia para la conversión de vehículos y de cómo hacer las mezclas idóneas, estamos buscando un apoyo de gobiernos federal y estatal para que más vehículos adopten el etanol”, indicó el ingeniero Máximo Urtusuástegui, director general de Fuel Flex.

El objetivo de Fuel Flex es que, mediante la adquisición o préstamo de vehículos del Gobierno, la empresa reconvierta sus tanques y sean especiales para biocombustibles (etanol y biodiésel), para así demostrar a los mexicanos que los combustibles alternativos son baratos y que funcionan, erradicando los prejuicios y la ignorancia respecto a las características del producto.

“Los vehículos de Gobierno servirán para un marco de referencia con la ciudadanía. No tenemos problemas en hacer pruebas sin costo, el asunto es que el Gobierno nos apoye con algunos vehículos para poder rotularlos y capacitar al personal que tiene esos autos para que sepan cómo funciona realmente el producto”, señaló Urtusuástegui.

La reconversión de las unidades se daría principalmente en patrullas, ambulancias y vehículos de uso diario de los gobiernos, además de la instalación de estaciones de servicio en los municipios para hacer mezclas o vender productos terminados como los aditivos.

“Tenemos que informar y dar a conocer de las ventajas del etanol a la ciudadanía, además de ofrecer un precio mucho menor, de al menos tres pesos respecto al precio de bomba de gasolina Magna, y de cuatro pesos respecto a gasolina Premium”.

Fuel Flex México cuenta con 31 estaciones en el país, 17 en Guadalajara: Jardines del Vergel, Guadalupe, Garibaldi, Abastos, Cubos, Cruz del Sur, Río Nilo, Circunvalación Oblatos, Circunvalación Tránsito, Ejército, Santa Ana, Las Juntas, Mariano Otero, Tlajomulco, Las Torres, Artesanos y Tesistán.

Conversión a bajo costo
El documental “Pump”, exhibido en 2014, critica la excesiva dependencia de la población mundial a los combustibles derivados del petróleo. Además, muestra cómo se puede convertir un vehículo a etanol. Alex Conger, director general de Fuel Flex International y principal promotor de la tecnología a nivel mundial, presentó un convertidor en Brasil, con un costo entre 320 y 450 dólares (entre seis mil y ocho mil 500 pesos al tipo de cambio actual), que se instala en vehículos de todo tipo para que puedan usar etanol como combustible alternativo.

La Reforma Energética olvida biocombustibles

Hasta el momento, no se ha llegado a ningún acuerdo, ni con autoridades federales ni con autoridades del Estado de Jalisco, para divulgar el uso del etanol. Máximo Urtusuástegui, director general de Fuel Flex, considera que la Reforma Energética se ha enfocado más hacia los petrolíferos que hacia los biocombustibles.

Además, ni la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos (LPDB), ni la Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética (LAERFTE), han contribuido a acciones concretas para respaldar las energías alternativas, señaló.

“Hay que dar posibilidad al capital privado para darle un peso o un auge mayor al etanol como combustible. Hay más de siete millones de vehículos Flex de la marca Ford y la gente no lo sabe, pero tampoco se promueve y no hay gobiernos que promuevan estas energías alternativas”, manifestó el empresario jalisciense.

Pese a la falta de respuesta de las autoridades a la propuesta de Fuel Flex, ya hay estados que le han tomado la palabra a la compañía. Es el caso de Durango, quien ha respaldado la planta de biodiésel de Fuel Flex, actualmente en construcción y que tendrá una capacidad de producir 50 mil litros de este combustible alternativo para suministrar a estados como Chihuahua, Sinaloa o el propio Durango, en donde hay una fuerte presencia de la empresa.

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