Economía

El Coneval critica dispersión de ayudas sociales por COVID-19 en los 32 estados

Recomienda contar con una estrategia integral nacional y coordinada; además de documentar y hacer públicas las herramientas para diseñar, monitorear y evaluar las intervenciones

Los gobiernos estatales han puesto en marcha una serie de programas y acciones de desarrollo social con el fin de responder a los efectos del COVID-19, sin embargo, se enfrentan al reto de contar con una estrategia integral nacional y coordinada para garantizar sus objetivos, advierte el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En general, se observa que existe variedad y dispersión en los programas y acciones sociales que se están implementando en las entidades federativas para dar respuesta a la crisis.

Por un lado, es evidente la respuesta inmediata por parte de los gobiernos; por otro, esta diversidad y dispersión muestra también que la respuesta de las entidades federativas se centró en la generación de intervenciones específicas y que hace falta una política coordinada e integral que dé una respuesta más eficaz a los temas de atención prioritaria, advierte el Coneval.

El Consejo llevó a cabo una investigación que se titula: "Panorama de los programas y acciones sociales en las entidades federativas para dar respuesta a los efectos de la pandemia por el virus SARS-CoV-2" en la cual se analizan las intervenciones gubernamentales estatales para identificar qué tipo de respuesta se está dando a las prioridades sociales que surgen en esta emergencia sanitaria en los 32 estados.

Más programas, no necesariamente dan mejor resultado

De marzo a agosto de 2020, se identificaron 667 programas y acciones sociales estatales que contribuyen a la atención de los derechos sociales y otorgan algún bien o servicio directo a la población. El número de intervenciones implementadas varía en las entidades federativas.

Hay estados como el caso de Tamaulipas que implementó 72 programas, seguido de Morelos y Campeche que implementaron 50 y 43, respectivamente, mientras que Sonora (9), Veracruz (8), Durango (8) y Tlaxcala (5).

En este sentido, los especialistas del Coneval advierten que un mayor número de programas y acciones de desarrollo social no necesariamente generará un mejor resultado; por el contrario, cuando existe coordinación, coherencia y complementariedad entre las intervenciones se puede hacer un uso más efectivo de los recursos para atender una situación problemática.

La existencia de un mayor número de programas y acciones puede reflejar una mayor desagregación de un problema público.

Las entidades federativas reorientaron algunos de los programas o acciones que estaban implementado previamente y, al mismo tiempo, crearon nuevas intervenciones que permitieran dar respuesta a la crisis.

Más del 40% de los programas sufieron un ajuste ante el COVID-19

Del total de programas identificados, 42.7% tuvieron algún tipo de ajuste y 50.1% son intervenciones nuevas. Los principales ajustes que se hicieron fueron ampliaciones presupuestales y de cobertura, adelantos de apoyos, entre otras modificaciones.

En esta revisión destaca la diversidad de tipos de apoyos que se dieron a través de las intervenciones. La mayor parte fueron apoyos en especie (44.1%), seguido de apoyos monetarios (17.7%), incentivos fiscales (12.9%), créditos (11.1%), entre otros instrumentos de política pública.

Si bien es importante reconocer el esfuerzo y la respuesta inmediata que han dado los gobiernos estatales, se debe considerar que existen retos que se deben atender para garantizar efectivamente los derechos sociales.

En este sentido, el Coneval recomienda contar con una estrategia integral nacional y coordinada; documentar y hacer públicas las herramientas para diseñar, monitorear y evaluar las intervenciones; se identificó que muy pocas de estas herramientas son públicas; así mismo, se requiere coordinación de los tres niveles de gobierno para generar una respuesta efectiva. 

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