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México 1986 , el Mundial que sobrevivió a la adversidad

El terremoto del 19 de septiembre de 1985 hizo dudar a la FIFA sobre las garantías de organizar la Copa del Mundo, pero a final de cuentas el comité organizador cumplió 

GUADALAJARA, JALISCO.-  El terremoto ocurrido en 1985 dejó a la Ciudad de México prácticamente en ruinas. Miles de víctimas y millones de afectados padecieron las inclemencias de la naturaleza y en segundo plano corrieron el riesgo de quedarse sin la oportunidad de recibir uno de los mayores eventos deportivos que existen en la actualidad: la Copa Mundial de Futbol.

México se preparaba para albergar por segunda ocasión en su historia a la máxima justa del balompié que existe en el orbe. A falta de ocho meses para el comienzo del decimotercer Campeonato Mundial de futbol, todo marchaba de maravilla en cuanto a la organización, sin embargo, el sismo ocurrido la mañana del 19 de septiembre de 1985 puso en tela de duda la realización de un segundo Mundial en territorio azteca.

En 1983, la FIFA había designado a México como sede del próximo Mundial debido a que Colombia no cumplía con los requerimientos para ser la sede y a falta de tres años para el silbatazo inicial, el territorio mexicano era el único de todo Latinoamérica con la capacidad para llevar a cabo un evento de esta magnitud.

Pese a la adversidad y la desgracia, además de los costos de recuperación cercanos a los tres mil millones de dólares, el comité organizador del Mundial de México 1986 pudo levantarse de la tragedia y el 31 de mayo de 1986 inauguró la magna fiesta del futbol mundial en la cancha del Estadio Azteca.

Lo ocurrido

Un sismo con magnitud de 8.1 en escala de Richter sacudió a la Ciudad de México la mañana del jueves 19 de septiembre de 1985, dejando como saldo miles de muertos y cientos de edificios y casas derrumbados.

En el ámbito deportivo los inmuebles de la capital del país, designados para albergar el Mundial, no sufrieron ningún daño en sus estructuras, pero la falta de servicios en toda la población y los costos que significarían la reconstrucción de la capital del país suponían que México se quedaría con las ganas de realizar un segundo Mundial.

Aunque al principio la FIFA, en aquel entonces presidida por el brasileño Joao Havelange, pensó en darle la sede alterna a Italia o Alemania, el presidente del comité organizador, Guillermo Cañedo, garantizó a los dirigentes del organismo que rige el futbol que México estaría listo para ser la sede del Mundial.

Por su parte, Rafael  Castillo, en aquel entonces presidente de la Federación Mexicana de Futbol, declaró ante la prensa que la ciudad estaba preparada para este tipo de contingencias, por lo que la organización de la Copa del Mundo seguía en pie.

En aquella ocasión, el futbol mexicano y el deporte en general vieron interrumpidas sus campañas. Las Semifinales del torneo PRODE 85 se pospusieron hasta nuevo aviso y al final toda la actividad deportiva transcurrió con normalidad.  

El mayor abucheo de la historia

Miguel de la Madrid Hurtado, en aquel entonces Presidente de la República, no tuvo la intervención que el pueblo esperaba, ya que las autoridades federales reaccionaron ante la situación de desastre tres días después de los hechos.

Por si esto fuera poco, el mandatario prefirió no pedir ayuda a otros países, esto, según los rumores, con la intención de que la FIFA no se enterara de la magnitud de lo que ocurría en México.

Esto no lo olvidaron los aficionados mexicanos, quienes la tarde del 31 de mayo de 1986 abarrotaron las tribunas del Azteca para presenciar el encuentro entre Italia y Bulgaria que pondría en marcha un nuevo Mundial. Durante el discurso inaugural del presidente de la nación, los aficionados comenzaron con una monumental rechifla.

Entre abucheos, insultos y silbidos, Miguel de la Madrid tuvo que acortar la declaratoria de inauguración, además de que el volumen de los micrófonos en el estadio fue subido para tratar de apagar el sonoro abucheo.
 

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