Carlos Ortiz se va del Open con buena sensación
El golfista tapatío valora su desempeño y ve progreso pese a no superar el corte
El tapatío Carlos Ortiz valoró su actuación en el Abierto Británico de golf y consideró que el resultado en la tabla no refleja el juego que desplegó, pero admitió que los campos costeros como el de Royal Portrush (Irlanda del Norte), donde se disputa la 153 edición del último major de la temporada, “no perdonan”.
Ortiz completó la segunda jornada con 70 golpes, lo que le deja en +3 en la clasificación, quedándose a dos golpes de librar el corte y competir el resto del fin de semana.
“Ayer (jueves) me dio mucho coraje porque jugué muy bien. Se fue la ronda de la nada a más cuatro. No le pegué para eso. Duele, pero son campos así, que no perdonan nada”, analizó ante los medios el jugador mexicano, quien se congratuló del birdie conseguido en el hoyo 18 desde gran distancia, uno de los mejores golpes de la segunda jornada en Irlanda del Norte.
Tras sus planes para lo que resta de campaña, después de su segunda participación en el Abierto Británico y el cuarto puesto en el Abierto de Estados Unidos, Ortiz, de 34 años, se mostró optimista.
“El juego está en muy buen momento. Tuve que descansar después del US Open, pero estoy volviendo ahora a ritmo y apretar fuerte en lo que queda de temporada”.
Ortiz terminó su participación en Royal Portrush con 145 golpes, con un score de más tres.
Por su parte, el estadounidense ScottieScheffler, número uno del mundo, ratificó que es el principal favorito para ganar el certamen después de cuajar una sobresaliente actuación que le permitió tomar el liderato al término de la segunda jornada, con un golpe de ventaja sobre el inglés Matthew Fitzpatrick.
Scheffler, que ya partía de una buena posición tras la apertura del torneo (-3), a un solo golpe de la cabeza, demostró su estatus con un sólido recorrido en el que apenas pasó apuros y que saldó con ocho birdies y un solo bogey, para hacer un total de 64 impactos que lo dejan con diez bajo el par al frente de la clasificación.
Un golpe le faltó para haber empatado el récord del campo de Royal Portrush en una segunda ronda, en manos del mítico Greg Norman desde 1986, pero su último putt se quedó en el filo del hoyo.