Tecnología
Beneficios del reciclaje de basura
En México y en todo el mundo el reciclaje es un negocio de grandes dimensiones que también tiene beneficios económicos para la comunidad
CIUDAD DE MÉXICO (21/DIC/2010).- En general, el reciclaje es visto tan sólo como una iniciativa ambiental, sin embargo, en México y en todo el mundo éste es un negocio de grandes dimensiones que también tiene beneficios económicos para la comunidad (por ejemplo, en cuanto a lo laboral, miles de familias obtienen sus ingresos de esta actividad).
Gerdau en México, es en la actualidad un grupo de empresas que más impulsa esta práctica ecológica que beneficia a su industria y a toda la sociedad. Adicionalmente, es rentable y viable tanto en grandes como pequeñas ciudades, debido a que la población humana es potencialmente generadora de materiales reciclables.
Específicamente el reciclaje de chatarra (se necesitan 1.15 toneladas de ésta para producir una tonelada de acero) contribuye ambientalmente a la reducción de materiales ferrosos en los rellenos sanitarios, los cuales no son biodegradables en el corto ni en el mediano plazo, y evita la expansión de estas zonas. Por otra parte, el uso de acero reciclable supone la disminución en el consumo de recursos naturales como carbón y mineral de hierro, además de disminuir los impactos ambientales que conlleva la explotación minera.
Además, las chatarras ferrosas útiles para la industria siderúrgica (tanques de gas, calentadores, vehículos, barcos, maquinaria industrial, tuberías, material estructural de construcciones, alambres, ferrocarriles, etc.) tienden a contaminar visualmente las ciudades al no poder ser desechados como basura. No obstante, con el proceso de chatarrización el segundo ciclo de vida de estos materiales aporta al desarrollo de infraestructura y al crecimiento del país.
¿Cómo y cuándo se puede reciclar la chatarra?
Lo más importante a tener en cuenta en el momento de reciclar cualquier material es la selección o separación de los materiales para su desecho. En el caso de los materiales ferrosos en los hogares (comúnmente los refrigeradores, calentadores y vehículos), se puede contactar a un centro de reciclaje para que los recoja, pues por sus dimensiones no pueden botarse a la basura. Por su parte, los vehículos deben llevarse a una siderúrgica o a una empresa autorizada para su destrucción.
Identificar el momento para desechar y reemplazar este tipo de bienes cuando han cumplido su ciclo de vida también es fundamental, pues de esta forma se mejora la eficiencia de éstos y se reducen las emisiones al medio ambiente, al consumir menos energía para su funcionamiento
Y, si bien, todos podemos ser partícipes de este proceso, en México, para el año 2011, Gerdau tiene planes de educación en este aspecto para generar mayores incentivos que modifiquen los hábitos de consumo de los mexicanos, y, a la vez, dinamicen la economía a partir de la renovación de electrodomésticos y artículos de acero. Sólo así podremos elevar la tasa de este tipo de reciclaje (proporción del acero reciclado sobre el producido), tal como se ha logrado en Europa, en donde el año pasado se alcanzaron tasas del 90% en países como Bélgica y Alemania, o del 80% en Suiza, Austria y Holanda.
Gerdau en México, es en la actualidad un grupo de empresas que más impulsa esta práctica ecológica que beneficia a su industria y a toda la sociedad. Adicionalmente, es rentable y viable tanto en grandes como pequeñas ciudades, debido a que la población humana es potencialmente generadora de materiales reciclables.
Específicamente el reciclaje de chatarra (se necesitan 1.15 toneladas de ésta para producir una tonelada de acero) contribuye ambientalmente a la reducción de materiales ferrosos en los rellenos sanitarios, los cuales no son biodegradables en el corto ni en el mediano plazo, y evita la expansión de estas zonas. Por otra parte, el uso de acero reciclable supone la disminución en el consumo de recursos naturales como carbón y mineral de hierro, además de disminuir los impactos ambientales que conlleva la explotación minera.
Además, las chatarras ferrosas útiles para la industria siderúrgica (tanques de gas, calentadores, vehículos, barcos, maquinaria industrial, tuberías, material estructural de construcciones, alambres, ferrocarriles, etc.) tienden a contaminar visualmente las ciudades al no poder ser desechados como basura. No obstante, con el proceso de chatarrización el segundo ciclo de vida de estos materiales aporta al desarrollo de infraestructura y al crecimiento del país.
¿Cómo y cuándo se puede reciclar la chatarra?
Lo más importante a tener en cuenta en el momento de reciclar cualquier material es la selección o separación de los materiales para su desecho. En el caso de los materiales ferrosos en los hogares (comúnmente los refrigeradores, calentadores y vehículos), se puede contactar a un centro de reciclaje para que los recoja, pues por sus dimensiones no pueden botarse a la basura. Por su parte, los vehículos deben llevarse a una siderúrgica o a una empresa autorizada para su destrucción.
Identificar el momento para desechar y reemplazar este tipo de bienes cuando han cumplido su ciclo de vida también es fundamental, pues de esta forma se mejora la eficiencia de éstos y se reducen las emisiones al medio ambiente, al consumir menos energía para su funcionamiento
Y, si bien, todos podemos ser partícipes de este proceso, en México, para el año 2011, Gerdau tiene planes de educación en este aspecto para generar mayores incentivos que modifiquen los hábitos de consumo de los mexicanos, y, a la vez, dinamicen la economía a partir de la renovación de electrodomésticos y artículos de acero. Sólo así podremos elevar la tasa de este tipo de reciclaje (proporción del acero reciclado sobre el producido), tal como se ha logrado en Europa, en donde el año pasado se alcanzaron tasas del 90% en países como Bélgica y Alemania, o del 80% en Suiza, Austria y Holanda.