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Un exceso de tamaño justificado

En la ciudad es un vehículo poco práctico, sin embargo encontramos grandes capacidades, potencia y fuerza

GUADALAJARA, JALISCO (04/DIC/2010).- Si alguna vez lo ha hecho sentir incómodo un vehículo con exceso de dimensiones, cuando circula por las carreteras, es lo que la gente nos hizo percibir con la F-250, al introducirla en un territorio que no domina, la ciudad. Por lo tanto, a este verdadero monstruo de lámina tuvimos que sacarlo de donde los carriles son angostos y los cajones de estacionamiento no fueron pensados para semejante vehículo. Así, en la terracería y el trabajo de carga y arrastre, es donde se encuentra con el verdadero reto, ante la indiferencia del asfalto citadino.

De enormes dimensiones

Por dentro y por fuera, tenemos que la F-250 es una pickup gigantesca. Basada en las camionetas de trabajo pesado de las series F, esta unidad cuenta con doble cabina, cuatro enormes y pesadas puertas, que para acceder a ella, se necesita dar un brinco y apoyarse bien de los estribos. Para nosotros, los más de dos metros de estatura son un exceso justificado por una riqueza en su capacidad de carga y poder del motor.

Estando en la cabina, parece que vamos a bordo de una Ford Lobo sobredimensionada. Ya nos hemos familiarizado con solamente ver la Lobo en las calles todos los días, por ello la comparación. Sin embargo, el tablero es inmenso, y se nota del lado del copiloto, donde fácilmente podríamos acomodar a otra persona, si no existiera la consola central y pudieramos levantar el descansa-brazos (como sucede en otras pickup).

En la parte posterior, la banca tiene lugar hasta para cuatro personas comodamente sentadas. En ese sitio no hay problemas con el espacio para las piernas, que pueden ir estiradas y jamás tocaremos con las rodillas el respaldo del conductor y pasajero.

El equipamiento es bueno, con un agradable sistema de audio con conexión auxiliar para dispositivos externos; aire acondicionado; ajuste de altura y telescópico del volante; vidrios y seguros eléctricos; muy útiles sensores en la parte posterior para ayudar en maniobras de estacionamiento, entre otras amenidades.

Superior por su tamaño

Como dijimos, la F-250 es una camioneta con exceso de dimensiones para circular en la ciudad. No cabe en ningún lado y para encontrarle estacionamiento, es decir, un hueco de más de seis metros, está difícil. Si llegamos al supermercado, dejar la camioneta bien acomodada, es poner las ruedas sobre las líneas amarillas que dividen los cajones y para abrir la puerta hay que tener cuidado de no golpear al de a lado, además de que tenemos que hacernos más chiquitos para salir. Realmente resulta incómodo para nosotros y para los que nos rodean, ya que cuando circulamos en la calle, tapamos toda la visibilidad a los que nos siguen.

Sin duda es una pickup imponente, de las más capaces que existen en el mercado mexicano para combinar el uso personal con el del trabajo pesado. Su capacidad de carga está cerca de las 1.2 toneladas, en una gran área en la caja. La capacidad de arrastre máximo es de 6,900 kilogramos, algo así como la posibilidad de jalar dos F-250, sin chistar.

Motor musculoso

El poder de la F-250 proviene de su motor Power Stroke, V8, de 300 caballos de fuerza. En comparación a la anterior generación, la pickup tuvo una reducción de 50 CV. Sin embargo, esto no le quitó fortaleza, ya que el torque de 650 libras-pie, en combinación a una caja 4x4 de ajuste electrónico, nos da como resultado un vehículo insuperable cuando se trata de llevarlo a la terracería y los caminos más complicados.

El peso de esta unidad es de casi 3.4 toneladas. Sí, leyó bien. Este tonelaje vuelve a la camioneta algo torpe, ya que la dirección no es precisa, el desplazamiento a alta velocidad se vuelve errático y hay que tener pericia para controlarla en una situación extrema. En nuestras pruebas, la unidad se detuvo desde los 100 kilómetros por hora a cero, en 53 metros. No recordamos la última vez que un vehículo nos dio semejante cifra, pero lo entendemos por su gran tamaño, y no creemos que sea un número malo. La camioneta llega a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora y acelera (con un arranque evidentemente lento) de cero a 100 kilómetros por hora en 10.59 segundos.

Verdadero 4x4

El torque de 650 libras-pie merece mención aparte. Escalar con este pesado vehículo se vuelve una tarea sencilla, al igual que descender de una colina muy empinada. Utilizando la caja 4x4, posicionamos el botón que se encuenta en el tablero, en “Low”, y despúes la transmisión automática primera velocidad. Con esto, y apenas acelerar un poco, la pickup sube sin problema a donde sea, al mismo tiempo, podemos detenerla a medio camino y no se deslizará hacia atrás. Igual sucede para bajar de un cerro, con la misma configuración de la tracción, y sin tocar el freno (es fácil asustarse y querer tocarlo, pero puede ser riesgoso por que aquí sí puede deslizarse o irse de frente en una bajada sumamente empinada). El enorme torque se encarga de bajarnos con suavidad, haciendo todo el trabajo y dejándonos la tarea de maniobrar el volante.

De esta manera, la F-250 2011 se convierte en la pickup de trabajo y uso personal, más capaz del mercado. Aunque si quiere algo menos voluminoso, pero igualmente atractivo, la Lobo es la respuesta.

Ficha técnica
 
Motor: Frontal longitudinal; ocho cilindros en V, Power Stroke; 6.7 litros de desplazamiento; Turbo-Diesel; 32 válvulas; con inyección de combustible directa. Potencia: 300 cv @ 3,000 rpm / Torque: 650 libras-pie @ 2,000 rpm.
 
Tracción: 4x4, con ajuste electrónico.
 
Transmisión: Automática de seis velocidades (6+R).
 
Suspensión: Delantera – Independiente, con resortes helicoidales y barra estabilizadora. Trasera- De muelles, con cinco hojas.
 
Frenos: De discos sólidos en las cuatro ruedas, con sistema antibloqueo (ABS).

  Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.
 
Dimensiones y capacidades en milímetros:
Largo / Ancho / Alto
6,253 / 2,030 / 2,026
Distancia entre ejes: 3,967 mm.
Peso: 3,393 kilogramos.
Tanque- 99 litros.
Carga- 1,143 kilogramos.

Arrastre con 5a. Rueda: 6,900 kilogramos.

Arrastre convencional: 5,670 kilogramos.

 
Precio: 588 mil pesos
 
Resultados de la prueba realizada en el Autódromo Guadalajara:
Aceleración de 0 a 100 km/h en 10.59 segundos.

Frenado de 100 km/h a cero en 53 metros.

Cuarto de milla en 16.2 segundos a 136.8 km/h
Velocidad máxima observada: 160 km/h

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