Suplementos

¡Salvemos a la Amazonía!

Uno de los pulmones naturales más importantes del planeta requiere de la voluntad del humano para poder sobrevivir

GUADALAJARA, JALISCO (06/DIC/2015).- La Amazonía es esa enorme y vasta selva tropical que se encuentra en la parte donde es más ancha la América del Sur; incluidos los países de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, Guayana y Brasil. En síntesis, comprende toda la cuenca del Río Amazonas más los cientos de subcuencas que lo alimentan.

El majestuoso Amazonas es el río más largo y caudaloso del mundo; mide nada menos que 7 mil 062 kilómetros. Para comprender su bastedad, pudiéramos decir que si fuera posible juntar las aguas del Nilo, del Yang Tsé y del Misissipi, no llegaríamos a reunir el caudal que este lleva hasta el Océano Atlántico. Además; la selva de casi 8 millones de kilómetros cuadrados que le rodea, constituye el bosque tropical más grande del mundo. Sus árboles y plantas, son quienes captan nada menos que la cuarta parte de las emisiones de carbono de todo el planeta; dándonos a cambio el fresco y puro oxígeno indispensable para la vida; por eso se dice que es “el pulmón del mundo”.

Muchas de las especies que actualmente existen, desaparecerían de inmediato si no contáramos con las selvas de la Amazonía. Se estima que, después de las aves que son tan sensibles, los humanos seríamos los siguientes en desaparecer de la faz de la Tierra.

Al planeta nada le pasará; de eso podemos estar seguros… seguirá existiendo, habitado por otros seres desconocidos y diferentes, renovándose una y otra vez, y cambiando su clima y sus horizontes cuantas veces sea necesario durante el tiempo -prácticamente infinito- de su existencia.
Bien decía el famoso Einstein, cuando señalaba que… “dos cosas eran infinitas: el universo y la estupidez humana; a lo que agregaba que… respecto al universo no estaba muy seguro…”.  Estamos destruyendo la Amazonía.

El 10% de las especies que habitan el planeta existen en la Amazonía, que ha sido habitada por humanos desde hace más de 13 mil años. Últimamente, y como cosa increíble, algunas gentes supuestamente progresistas -pero ciertamente egoístas y carentes de visión- con sus acciones en la minería incontrolada, la explotación forestal vandálica, la feroz agricultura de tumba, roza y quema, la cría de ganado y la extracción desmedida de petróleo y gas, han estado ejerciendo presiones insostenibles en el ecosistema amazónico. Esto significa un daño irreversible no solo para la región, sino para todo el planeta, pero ellos insensiblemente hacen oídos sordos a estas realidades.

Recuerdo aquella vez que en mi oficina, mi admirado Paco Silva, eminente cirujano, al estar tratando algo sobre el tema… se lanzó a escribir sobre blanca pared de mi oficina, una frase que —según dijo— era punto vital en su profesión. Con grandes letras escribió… “primum est nil nocere”…  que en cristiano quiere decir, que lo más importante es ¡No lastimar…! No lastimes a nadie ni a nada…! No lastimes en una cirugía.  ¡No lastimes la naturaleza! ¡No lastimes a quien te rodea! ¡No lastimes a la Amazonía!.

       En la Amazonía están tratando de construir carreteras y vías del ferrocarril por las regiones selváticas. La experiencia nos dice que en estos casos ¡Al menos 450 kilómetros a cada lado de ellas! de inmediato son deforestadas. Las explotaciones forestales, están despedazando la selva para mandar sus maderas a los países compradores. La súper contaminante minería… mercurio y ácido sulfúrico es lo que dan de comer a los peces de los ríos. La extracción del petróleo pudiera ser la definición de lo que significa barbarie. La deforestación de selva para los cultivos, es otro de los problemas graves: Cargill, ADM, Bunge y Maggi, son las compañías que promueven con insistencia el cambio del uso del suelo selvático, para producir caña y soya para su exportación al mundo entero, afectando sensiblemente la salud de todo el ecosistema.

¡No seas alarmista! Algunos me dirán… No. no pretendo ser alarmista ni mucho menos; solo nos consta la desaparición en el planeta de algunas de las especies que nos parecerían indestructibles. Los dinosaurios… al acabárseles la comida se les acabó la vida. Nosotros, en este caso, estamos acabando con ambos.

Ojo: Setenta kilómetros cuadrados de selva están siendo ¡diariamente! talados —con aval de las compañías citadas— para sembrar la soya destinada a alimento para el ganado (?).

Ojala que nuestra ordenada actitud cotidiana sirva para ayudar a controlar (aunque sea un poquito) todo esto que desgraciadamente está sucediendo a los importantes bosques tropicales de la lejanísima y a la vez cercana Amazonía.
             
No consumamos más de lo que necesitemos. No desperdiciemos el agua tan valiosa. Seamos concientes con lo que desechamos (basura) y hagámonos cargo de ellos nosotros mismos. No dañemos a nadie. No dañemos  a los que nos rodean; ni a nosotros mismos. Disfrutemos el lugar donde vivimos y de las maravillas que día con día podemos gozar… protegiendo, desde luego, a los que vendrán más tarde.

pfs@telmexmail.com

Temas

Sigue navegando