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Hablando de la Naturaleza

Este domingo es un buen día para reflexionar un poco, y qué mejor que sea de la mano de las aportaciones de una de las mentes más brillantes, la de Baruch Spinoza

GUADALAJARA, JALSICO (18/AGO/2013).- Para hablar de algo tan simple y elemental habrá que tener el don de asombrarse; quien no lo tenga, más le valiera estar muerto porque sus ojos están cerrados a la Naturaleza, decía el célebre Einstein. A lo que agregaba “Sólo dos cosas se que son infinitas; la estupidez humana y el universo; y no estoy muy seguro respecto al universo”. Y cuando le preguntaban si creía en Dios, invariablemente contestaba: “Yo creo en el Dios de Baruch Spinoza”.

Spinoza: Eminente filósofo sefardí-holandés (Amsterdam 1632-La Haya 1677) quien —evitando puestos y cátedras que le ofrecían diversas universidades— se dedicaba a fabricar instrumentos ópticos para ilustres científicos como Huygens, y así poder expresar libremente las profundas ideas que lo llevaron a ser uno de los más grandes filósofos que han existido. Un valioso pilar fue su frase “Deus sive Natura”  (“Dios es la Naturaleza”).

El Dios en que yo creo -opinaba Spinoza- me diría:

“Deja de estar rezando y dándote golpes de pecho. Sal al mundo a disfrutar tu vida; trabaja, diviértete y disfruta lo que he hecho para ti.

Mi casa no son esos lugares lúgubres, oscuros y fríos que tú mismo construiste y dices que son mi casa. Mi casa está en la naturaleza, en las montañas, los bosques, los ríos, los lagos; ahí es donde vivo y expreso mi amor por ti.

Deja ya de culparme las miserias de tu vida; yo nunca dije que hubiera nada malo en ti, que seas un pecador o que el sexo sea algo malo; es un regalo que te he dado para que expreses tu amor y tu alegría: no me culpes de lo que te han hecho creer.

Deja ya de leer libros religiosos que nada tiene que ver conmigo. Si no puedes encontrarme en un paisaje, en la mirada de un amigo, en los ojos de tu hijo ¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja ya de pedirme; deja de tenerme miedo; yo no te juzgo, ni te molesto, ni te critico.

Deja de pedirme perdón, no tengo nada que perdonarte ¡Si yo te hice así…! y te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias y de libre albedrío. ¿Cómo puedo culparte si sólo respondes a lo que puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres? ¿Crees que podría tener un lugar para quemar por el resto de la eternidad a mis hijos que se porten mal? ¿Qué clase de Dios sería? Olvídate de cualquier tipo de mandamientos que tan sólo son artimañas para controlarte creando culpas en ti. Pon atención a tu vida, y que tu estado alerta sea tu guía; lo que hay aquí y ahora es lo único que tienes.

Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, pecados o virtudes. Nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida lo mismo un cielo que un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero vive como si no lo hubiera: es tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Si no hay nada… ya habrás disfrutado las oportunidades que te dí; y si lo hay, no te preguntaré si te portaste bien o mal; sólo indagaré si te gustó, si lo disfrutaste, o que fue lo que aprendiste.

Deja ya de creer en mí. Creer es… suponer, adivinar, imaginar; yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti en cada momento: cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando caminas por el campo.

Deja ya de alabarme. Me aburre que me alaben. Me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti mismo, de tu salud, de tus relaciones con los demás, del mundo que entregué. ¿Te sientes admirado? Exprésalo con tu alegría; ese es el modo de corresponderme.

Deja de complicarte las cosas y repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único de que puedes estar seguro es que estás vivo, y aquí en este mundo maravilloso. ¿Para que necesitas milagros? ¿Para que tantas explicaciones?

"No me busques afuera: no me encontrarás.
Búscame dentro… ahí estoy latiendo en ti”.

Baruch Spinoza.

deviajesyaventuras@informador.com.mx

EL DATO

El origen

Baruch Spinoza es originario de Ámsterdam, a donde los vuelos redondos oscilan entre los 650 y los 850 dólares. Delta y United Airlines ofrecen el servicio, que despega desde la Ciudad de México

Legado


De Baruch Spinoza se tienen documentadas las siguientes publicaciones:

- Principios de la filosofía de Descartes. Pensamientos metafísicos (1663; versión en holandés, 1664)

- Tratado teológico-político (1670)

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