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Guadalajara en un llano
*PARA RECORDAR LA BODA DE JUAN CARLOS ÁLVAREZ DEL CASTILLO Y MARCELA VIZCAINO NAVARRO
VEA AQUÍ LA FOTOGALERÍA
GUADALAJARA, JALISCO (19/AGO/2010).- “El amor y las coincidencias hacen que una pareja encuentre la felicidad. La presencia de Dios se percibe, recibiendo gracias y bendiciones que les permitirán enfrentar la vida con fortaleza y decisión”
** El amor y la alegría reflejaban la felicidad de JUAN CARLOS ÁLVAREZ DEL CASTILLO BARRAGÁN Y MARCELA VIZCAÍNO NAVARRO, el pasado sábado que decidieron compartir ideales y anhelos.
Esta joven y atractiva pareja, pertenece a familias muy queridas y ampliamente relacionadas en nuestros círculos.
MARCELA es hija de ALFONSO VIZCAÍNO GUTIÉRREZ Y MARCELA NAVARRO; JUAN CARLOS es hijo de los estimados amigos CARLOS ÁLVAREZ DEL CASTILLO GREGORY Y JOSEFINA BARRAGÁN.
En punto de las 19:00 horas dio principio la emotiva ceremonia en el templo dedicado a San Josemaría Escrivá de Balaguer. Ceremonia oficiada por el R.P. Armando González Escoto, quién bendijo la unión, después de dirigir a los novios significativas palabras.
El templo lució sobrio y elegante, con profusión de luces y flores blancas. El coro Vivaldi interpretó un bellísimo programa con música de los grandes maestros.
MARCELA fue una juvenil y linda novia, ataviada en precioso modelo nupcial ''strapless'' ajustado; el tocado sostenía el vaporoso velo y lució discretos pendientes.
La nota de color la pusieron las mamás de los novios, ambas guapísimas. MARCELA vistió en tono morado y JÓSE en modelo negro, completando su arreglo con aderezo de esmeraldas y brillantes.
Espléndida y concurrida recepción en Benavento. Salitas para el cóctel en la terraza. Gran alfombra blanca daba la bienvenida al salón, vestido con cortinajes, candelabros colgantes, velas y flores, todo en blanco. Mesas grandes alargadas, otras más pequeñas cuadradas inmaculadamente vestidas. Entre brindis y aplausos los novios hicieron su entrada.
Exquisito banquete de la cocina de la I Latina, buenos vinos y gran ambiente. Una cantante interpretó lo mejor de su repertorio durante la cena.
Los novios, felices, y visiblemente emocionados bailaron el vals con la música de ''La Bella y la Bestia''. Después con sus respectivos padres y la fiesta siguió hasta entrada la madrugada del día siguiente.
JUAN CARLOS Y MARCELA salieron de viaje de bodas a San Diego y otros lugares de California.
Fue una fiesta lucida, cálida y plena de la alegría que implica el sincero cariño que se recibe de una familia sensible.
GUADALAJARA, JALISCO (19/AGO/2010).- “El amor y las coincidencias hacen que una pareja encuentre la felicidad. La presencia de Dios se percibe, recibiendo gracias y bendiciones que les permitirán enfrentar la vida con fortaleza y decisión”
** El amor y la alegría reflejaban la felicidad de JUAN CARLOS ÁLVAREZ DEL CASTILLO BARRAGÁN Y MARCELA VIZCAÍNO NAVARRO, el pasado sábado que decidieron compartir ideales y anhelos.
Esta joven y atractiva pareja, pertenece a familias muy queridas y ampliamente relacionadas en nuestros círculos.
MARCELA es hija de ALFONSO VIZCAÍNO GUTIÉRREZ Y MARCELA NAVARRO; JUAN CARLOS es hijo de los estimados amigos CARLOS ÁLVAREZ DEL CASTILLO GREGORY Y JOSEFINA BARRAGÁN.
En punto de las 19:00 horas dio principio la emotiva ceremonia en el templo dedicado a San Josemaría Escrivá de Balaguer. Ceremonia oficiada por el R.P. Armando González Escoto, quién bendijo la unión, después de dirigir a los novios significativas palabras.
El templo lució sobrio y elegante, con profusión de luces y flores blancas. El coro Vivaldi interpretó un bellísimo programa con música de los grandes maestros.
MARCELA fue una juvenil y linda novia, ataviada en precioso modelo nupcial ''strapless'' ajustado; el tocado sostenía el vaporoso velo y lució discretos pendientes.
La nota de color la pusieron las mamás de los novios, ambas guapísimas. MARCELA vistió en tono morado y JÓSE en modelo negro, completando su arreglo con aderezo de esmeraldas y brillantes.
Espléndida y concurrida recepción en Benavento. Salitas para el cóctel en la terraza. Gran alfombra blanca daba la bienvenida al salón, vestido con cortinajes, candelabros colgantes, velas y flores, todo en blanco. Mesas grandes alargadas, otras más pequeñas cuadradas inmaculadamente vestidas. Entre brindis y aplausos los novios hicieron su entrada.
Exquisito banquete de la cocina de la I Latina, buenos vinos y gran ambiente. Una cantante interpretó lo mejor de su repertorio durante la cena.
Los novios, felices, y visiblemente emocionados bailaron el vals con la música de ''La Bella y la Bestia''. Después con sus respectivos padres y la fiesta siguió hasta entrada la madrugada del día siguiente.
JUAN CARLOS Y MARCELA salieron de viaje de bodas a San Diego y otros lugares de California.
Fue una fiesta lucida, cálida y plena de la alegría que implica el sincero cariño que se recibe de una familia sensible.