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El sabor de la tradición

La comida mexicana es parte de la identidad y se caracteriza por sus colores, sabores y creaciones únicas

GUADALAJARA, JALISCO (10/SEP/2010).- El aroma que se percibe al adentrarse en una típica cocina mexicana, es una experiencia única y digna de vivirse por cualquier persona que lleve a México en el corazón.

Las preparaciones tradicionales son el reflejo de toda una cultura basada en rituales religiosos, magia ancestral, arte culinario y fusión entre etnias.
Los condimentos y sabores distintivos -intensos y aromáticos-, son el acento perfecto para las elaboradas recetas que recurren a un sinfín de ingredientes y especias de la cocina mexicana prehispánica.

El chile, maíz, jitomate, cacao, aguacate, calabaza, nopal y la vainilla, son todos recurridos con frecuencia en las recetas que fusionan lo mejor de los platillos típicos y de las novedosas creaciones contemporáneas. El toque final lo aporta el gusto y folclor mexicano con que se decora cada platillo, la presentación en la mesa resulta tan importante como la propia elaboración de la receta.

Y es justo en esta época de festejos -cuando las tradiciones más arraigadas no caben en el corazón y han de salir para demostrar al mundo la alegría de ser mexicano-, que la comida se hace inevitablemente presente.

Deliciosos festejos

Casi por obligación, pero con mucha pasión, los festejos del Bicentenario de la Independencia auguran tardes y veladas con sabor a México. Las fiestas patrias se aprovechan como la oportunidad para resaltar en cada reunión,  las más exquisitas variedades de antojitos, botanas, bebidas y menús completos que son capaces de conquistar incluso a los paladares más exigentes.

Por eso, no puedes dejar pasar el mes más mexicano sin conquistar a los tuyos con deliciosas creaciones culinarias. Organiza tu noche de fiesta, da el grito y vive las celebraciones patrias con un  platillo nacional que rinde tributo a un país caracterizado por su alegría, calidez y exquisita gastronomía.

Uno de los platillos que reflejan con arraigo el sazón y sabor de la cocina mexicana, son los Chiles en nogada, el platillo poblano por excelencia que por su acento tricolor, su inigualable aroma y sus ingredientes típicos, deja en claro que México se vive con el alma, el corazón y el paladar.

Ingredientes

30 chiles poblanos medianos lavados y asados

Para el relleno

1/4 taza de mantequilla
1/2 taza de aceite de oliva
10 dientes de ajo pelados
7 dientes de ajo finamente picados
1 cebolla grande finamente picada
1 kilo de carne de puerco cocida con cebolla, ajo, pimienta y sal, deshebrada y picada
1/2 taza de pasas  
1 taza de naranja cristalizada
1 taza de piña cristalizada
5 peras
5 duraznos
2 manzanas medianas
1 plátano macho maduro
1 kilo de tomate maduro
1 taza de nuez
1 taza de piñones
1/2 cucharada de canela molida
1/2 cucharada de pimienta recién molida
1/2 cucharadita de clavo molido
1/2 cucharadita de nuez moscada molida
1 rama de hojas de laurel
5 ramitas de tomillo fresco
5 ramitas de mejorana fresca
1/2 taza de jerez seco
1/2 taza de vino blanco seco
sal de grano al gusto
Toda la fruta (cristalizada y fresca) va finamente picada

Para la nogada

215 nueces de castilla peladas y remojadas en leche
60 almendras peladas y remojadas en leche
300 gramos de queso de cabra cremoso
2 tazas de leche
1 1/2 tazas de crema natural
1 taza de crema ligera para batir
1 cucharada de cebolla rallada
3 cucharadas de azúcar (deberán mezclarse con un poco de agua para hacer una miel ligera)
1/2 cucharada de canela en polvo
1/2 taza de jerez seco o dulce o combinado
sal al gusto

Para decorar  

4 granadas rojas peladas y desgranadas
1 manojo de perejil cortado en hojitas

¡A COCINAR!

Relleno

En una cacerola grande se calienta la mantequilla con el aceite de oliva, se añaden los dientes de ajo hasta que se doren y luego se retiran. Incorpora los dientes de ajo picados con la cebolla y cocina hasta se vuelvan transparentes, agrega la carne cocida, refríe y sazona con sal y pimienta.

Agrega las pasas y la fruta fresca y cristalizada y cocina a fuego medio durante 20 minutos, moviendo constantemente. Incorpora el tomate, las especias, hierbas de olor y licor, y vuelve a sazonar. Cocina a fuego lento hasta que tome una consistencia espesa.

El tiempo aproximado de cocción es de dos horas y media, luego déjalo enfriar.

Los chiles

A fuego directo, asa los chiles (sin cortar el rabo). Muévelos constantemente para que adquieran un color parejo y no se quemen. Una vez asados, pásalos a un trapo, cúbrelos y súdalos.

Posteriormente pélalos y lávalos, realiza un pequeño corte en el costado para que puedas quitarles las venas. Rellénalos con el preparado y colócalos sobre un trapo en una charola.
 
Los chiles pueden ir capeados con huevo o al natural.

La nogada

Retira la cáscara a las nueces de castilla y remójalas en leche para que se hidraten, repite el proceso con las almendras y escúrrelas. Muélelas juntas y vierte la leche de a poco para que la nogada no quede muy líquida.

Muele los quesos con un poco de las cremas y mezcla todos los ingredientes en un recipiente, ahí mismo agrega la cebolla, la miel que hiciste con el azúcar, la canela y el jerez. Pon sal al gusto.

Tienes que refrigerar la salsa durante dos horas. La consistencia deber ser semi espesa.

Para la presentación, sirve los chiles en platos extendidos y hondos. Además de bañar el chile relleno, pon una capa de nogada al fondo del plato. Adorna con la granada y el perejil.

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