México
Veinticinco minutos bajo sus ojos
El papa Francisco vio logrado el principal objetivo de su viaje: estar a solas con la Virgen de Guadalupe
CIUDAD DE MÉXICO (14/FEB/2016).- Fue el encuentro que ansiaba desde hace años. El Papa Francisco pudo cumplir su deseo de estar frente a frente con la imagen de la Virgen de Guadalupe. El Pontífice permaneció 25 minutos junto al ayate de San Juan Diego, orando, en un diálogo personal e íntimo con la patrona de México.
Francisco humildemente observaba la figura de la Morenita del Tepeyac, sin interrupciones, dentro del camarín dorado, un lugar en la Basílica de Guadalupe al que muy pocas personas pueden ingresar, el cual mide apenas nueve metros cuadrados y cuenta con fuertes medidas de seguridad.
Afuera, los más de 30 mil asistentes que abarrotaron la Basílica imaginaban la plática que sostenía el jerarca católico con la Madre de Dios. A través del ventanal desde el que se asoma la imagen sagrada, los fieles observaban, en silencio, la meditación del Santo Padre.
El Papa había expresado lo importante que era para él entablar la charla con la Virgen. Afirmó, antes del viaje a América, la relevancia de la Guadalupana en su vida. “Esta vez quiero quedarme un ratito a rezar ante la Virgen ¿me dejaréis?” preguntó en un mensaje a los periodistas mexicanos antes de abordar el avión.
Jorge Mario Bergoglio siempre reconoce la grandeza de la Morenita. Como ofrenda, le regaló una corona de oro, y una diadema del mismo metal áureo con plata.
Su Santidad probablemente tenía mucho que pedir a la Patrona de México. Minutos antes, durante la misa en la Basílica, le encomendó a “los excluidos”, a “los descartados” y aquellas personas que han perdido a un familiar a manos de los criminales. Lo más seguro es que oró por todos los mexicanos y para que este país vuelva a ser tierra de paz.
Lo que el Papa dialogó ayer por la tarde con la Virgen de Guadalupe se quedará en esa habitación. Al salir del camarín, un aplauso invadió la Basílica. El encuentro más importante de este viaje apostólico se había consumado.
LAS FRASES
"No se dejen corromper, no pongan su confianza en los carros y caballos de los faraones actuales."
"No le tengan miedo a la transparencia, la iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar."
"No se dejen corromper por el materialismo y los acuerdos debajo de la mesa."
Papa Francisco, durante su mensaje a los obispos mexicanos.
Francisco humildemente observaba la figura de la Morenita del Tepeyac, sin interrupciones, dentro del camarín dorado, un lugar en la Basílica de Guadalupe al que muy pocas personas pueden ingresar, el cual mide apenas nueve metros cuadrados y cuenta con fuertes medidas de seguridad.
Afuera, los más de 30 mil asistentes que abarrotaron la Basílica imaginaban la plática que sostenía el jerarca católico con la Madre de Dios. A través del ventanal desde el que se asoma la imagen sagrada, los fieles observaban, en silencio, la meditación del Santo Padre.
El Papa había expresado lo importante que era para él entablar la charla con la Virgen. Afirmó, antes del viaje a América, la relevancia de la Guadalupana en su vida. “Esta vez quiero quedarme un ratito a rezar ante la Virgen ¿me dejaréis?” preguntó en un mensaje a los periodistas mexicanos antes de abordar el avión.
Jorge Mario Bergoglio siempre reconoce la grandeza de la Morenita. Como ofrenda, le regaló una corona de oro, y una diadema del mismo metal áureo con plata.
Su Santidad probablemente tenía mucho que pedir a la Patrona de México. Minutos antes, durante la misa en la Basílica, le encomendó a “los excluidos”, a “los descartados” y aquellas personas que han perdido a un familiar a manos de los criminales. Lo más seguro es que oró por todos los mexicanos y para que este país vuelva a ser tierra de paz.
Lo que el Papa dialogó ayer por la tarde con la Virgen de Guadalupe se quedará en esa habitación. Al salir del camarín, un aplauso invadió la Basílica. El encuentro más importante de este viaje apostólico se había consumado.
LAS FRASES
"No se dejen corromper, no pongan su confianza en los carros y caballos de los faraones actuales."
"No le tengan miedo a la transparencia, la iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar."
"No se dejen corromper por el materialismo y los acuerdos debajo de la mesa."
Papa Francisco, durante su mensaje a los obispos mexicanos.