México
Lozano ve “complicado” sacar reforma laboral
El secretario del Trabajo dijo que este año puede ser la última oportunidad para sacar los cambios que alienten el empleo
GUADALAJARA, JALISCO.- El secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, reconoció que desde este año se vislumbra un escenario difícil para que se logre la Reforma Laboral porque ya se asoman los tiempos electorales, y aún sin reforma, el Gobierno federal va a aplicar la ley actual sin titubeos, advirtió.
De visita en Guadalajara a donde asistió como representante del Presidente Felipe Calderón al informe de actividades 2009 del presidente del Centro Empresarial de Jalisco (Coparmex-CEJ), Pablo Lemus Navarro, el funcionario indicó: “Siendo realistas, 2010 puede ser la última oportunidad para tener una reforma laboral como México necesita aprobada por el Congreso de la Unión”.
Aseguró que las condiciones políticas y la coyuntura electoral amenazan estos trabajos y no hay que esperar hasta 2011 ó 2012 cuando el clima electoral vuelva más complicadas las negociaciones.
En lo que al Gobierno federal respecta, el titular la Secretaría del Trabajo está “absolutamente preparado” para asistir al Congreso a presentar la propuesta de reforma laboral que considera lo mejor de las propuestas presentadas en los últimos años.
“Armoniza lo mejor de las 328 iniciativas que se han presentado en los últimos 12 años en el Congreso de la Unión”, y respeta los derechos de la clase laboral.
De no contar con una reforma las consecuencias serán lamentables, de inicio, no se generarán los empleos que el país anualmente demanda, 800 mil plazas.
Actualmente México vive en un marco jurídico obsoleto, insuficiente y contradictorio que pega directamente en la competitividad del país.
“Con el marco jurídico que tengamos, con ese vamos a seguir operando y funcionando, pero creemos que podemos dar pasos adelante en el sentido correcto sin lastimar los derechos fundamentales de los trabajadores, pero sí facilitando el acceso al mercado del trabajo”.
Coparmex reconoce dificultades
El presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gerardo Gutiérrez Candiani advirtió que si este año no se logran las reformas estructurales difícilmente se alcanzará un crecimiento sostenido.
“No debemos permitir que el desprestigio de la política y de los partidos políticos pongan en riesgo nuestra democracia, como ha ocurrido en otros países que ahora son autoritarios”.
Aseguró que el país no puede ir con el tiempo de los legisladores nacionales, en donde las negociaciones se volvieron más lentas aunque el trabajo que resta es sólo afinar los detalles, pues en las propuestas se encuentran coincidencias importantes entre los sectores, patronal y obrero, ambas partes buscan el beneficio de los trabajadores. “Somos respetuosos de los derechos laborales”.
Sólo cambios a medias
Durante la administración del presidente Vicente Fox algunos progresos fueron hechos, en el reconocimiento mutuo de la “nueva cultura laboral”. Los sectores productivos tuvieron una relajación moderada de las relaciones laborales, algunas de democratización de los sindicatos, y la aprobación de una generalizada ocupación del código con el fin de facilitar los procedimientos de trabajo.
El 12 de diciembre de 2002, un grupo de legisladores de tres partidos políticos presentaron un paquete de reforma de la Ley Federal del Trabajo a la Cámara de Diputados que, a pesar de nuevas modificaciones, carecía de un consenso de los sindicatos en cuestión y, hasta ahora, no ha sido aprobado. Todo lo cual significa que, a partir de hoy, los mexicanos no tenemos una nueva Ley Federal del Trabajo que estimule el desarrollo y la productividad que nuestro país necesita.
Los porqués de la falta de acuerdo
1Ha habido una grave falta de liderazgo por el Poder Ejecutivo en el inicio de los procesos legislativos, y en el seguimiento de los mismos. El Gobierno federal, a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), no ha asumido la posición de liderazgo y no ha sido facilitador de una reforma laboral.
Durante los últimos tres administraciones (Carlos Salinas de Gortari, 1988-94; Ernesto Zedillo, 1994-2000, y Vicente Fox, 2000-06) no ha habido continuidad en las políticas del sector público, o en los funcionarios de trabajo.
Desde 1988 ha habido nueve secretarios del Trabajo, una extensión del hecho histórico de que los principales nombramientos de nivel para los puestos de trabajo del sector no han sido especialistas en este campo.
2 El proyecto de reforma laboral ha estado plagado de insuficiencias. En años recientes las autoridades y miembros de sindicatos se han quejado de que las propuestas elaboradas por el Gobierno y las organizaciones empresariales son limitadas e insuficientes.
Esto es parcialmente cierto, ya que las propuestas se han centrado en la cuestión de la flexibilidad de trabajo solamente, y no se han tratado otros temas de igual o mayor importancia en México, tales como la libertad de reunión, alquiler de coches y de huelga, la enseñanza de la justicia para los trabajadores, los salarios, y el corporativismo sindical, todos los cuales deben ser parte de cualquier reforma laboral.
3 La inclusión de la estabilidad del empleo. México es uno de los pocos países que todavía mantienen en el principio de estabilidad en el empleo, que los trabajadores deben mantener una posición en particular por una cantidad indeterminada de tiempo.
Las propuestas del actual proyecto de reforma laboral, en relación con el empleo de las personas, se inclinan hacia la creación de contratos provisionales mientras que los trabajadores demuestren que están calificados, y / o de temporada o de contratos de tiempo limitado.
Sin embargo, éstos crearían inseguridad en el empleo entre los trabajadores. Sobre este asunto, la idea central de la estabilidad debe estar ligada a las fuentes de empleo.
4 Los salarios, que debe estar en las propuestas, no lo son. Apenas se hace referencia al salario mínimo en México, mientras que una recuperación de los salarios sobre la base de los principios económicos que verdaderamente beneficien a los trabajadores, y contribuir al equilibrio macroeconómico, debe ser incluido.
5 Los trabajadores necesitan la igualdad jurídica real. Hay demasiadas excepciones en la Constitución Mexicana y sus leyes secundarias. Las agrupaciones de los burócratas, los trabajadores de la agencia pública federal, estatal y municipal, los empleados del banco, especialmente en los bancos del sector público, y trabajadores de la universidad, en gran parte del mundo académico.
Y con éstos hay más de 15 sistemas de regulación que causan confusión abrumadora, complejo en la medida en que obstaculizan los derechos de muchos.
Además, los sindicatos, hay federales, nacionales, locales y negocios, todo dividido en términos de competencia jurídica que inhiben la posibilidad de que las organizaciones sindicales haciendo lo que debe ser su vocación fundamental: la coordinación y armonización con los directores, los empresarios o propietarios de negocios.
6 La justicia laboral imparcial debe ser garantizada. Arbitraje de México y las Juntas de Conciliación deben ser sustituidas por los tribunales que se encuentren bajo la autoridad de la rama judicial del Gobierno. Además, los jueces deben ser más profesionales y dictar las decisiones sobre la base de la ley, además de que necesitan ser ágiles y tener en cuenta el factor tiempo en lo que respecta a los procedimientos de trabajo y necesidades.
De visita en Guadalajara a donde asistió como representante del Presidente Felipe Calderón al informe de actividades 2009 del presidente del Centro Empresarial de Jalisco (Coparmex-CEJ), Pablo Lemus Navarro, el funcionario indicó: “Siendo realistas, 2010 puede ser la última oportunidad para tener una reforma laboral como México necesita aprobada por el Congreso de la Unión”.
Aseguró que las condiciones políticas y la coyuntura electoral amenazan estos trabajos y no hay que esperar hasta 2011 ó 2012 cuando el clima electoral vuelva más complicadas las negociaciones.
En lo que al Gobierno federal respecta, el titular la Secretaría del Trabajo está “absolutamente preparado” para asistir al Congreso a presentar la propuesta de reforma laboral que considera lo mejor de las propuestas presentadas en los últimos años.
“Armoniza lo mejor de las 328 iniciativas que se han presentado en los últimos 12 años en el Congreso de la Unión”, y respeta los derechos de la clase laboral.
De no contar con una reforma las consecuencias serán lamentables, de inicio, no se generarán los empleos que el país anualmente demanda, 800 mil plazas.
Actualmente México vive en un marco jurídico obsoleto, insuficiente y contradictorio que pega directamente en la competitividad del país.
“Con el marco jurídico que tengamos, con ese vamos a seguir operando y funcionando, pero creemos que podemos dar pasos adelante en el sentido correcto sin lastimar los derechos fundamentales de los trabajadores, pero sí facilitando el acceso al mercado del trabajo”.
Coparmex reconoce dificultades
El presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gerardo Gutiérrez Candiani advirtió que si este año no se logran las reformas estructurales difícilmente se alcanzará un crecimiento sostenido.
“No debemos permitir que el desprestigio de la política y de los partidos políticos pongan en riesgo nuestra democracia, como ha ocurrido en otros países que ahora son autoritarios”.
Aseguró que el país no puede ir con el tiempo de los legisladores nacionales, en donde las negociaciones se volvieron más lentas aunque el trabajo que resta es sólo afinar los detalles, pues en las propuestas se encuentran coincidencias importantes entre los sectores, patronal y obrero, ambas partes buscan el beneficio de los trabajadores. “Somos respetuosos de los derechos laborales”.
Sólo cambios a medias
Durante la administración del presidente Vicente Fox algunos progresos fueron hechos, en el reconocimiento mutuo de la “nueva cultura laboral”. Los sectores productivos tuvieron una relajación moderada de las relaciones laborales, algunas de democratización de los sindicatos, y la aprobación de una generalizada ocupación del código con el fin de facilitar los procedimientos de trabajo.
El 12 de diciembre de 2002, un grupo de legisladores de tres partidos políticos presentaron un paquete de reforma de la Ley Federal del Trabajo a la Cámara de Diputados que, a pesar de nuevas modificaciones, carecía de un consenso de los sindicatos en cuestión y, hasta ahora, no ha sido aprobado. Todo lo cual significa que, a partir de hoy, los mexicanos no tenemos una nueva Ley Federal del Trabajo que estimule el desarrollo y la productividad que nuestro país necesita.
Los porqués de la falta de acuerdo
1Ha habido una grave falta de liderazgo por el Poder Ejecutivo en el inicio de los procesos legislativos, y en el seguimiento de los mismos. El Gobierno federal, a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), no ha asumido la posición de liderazgo y no ha sido facilitador de una reforma laboral.
Durante los últimos tres administraciones (Carlos Salinas de Gortari, 1988-94; Ernesto Zedillo, 1994-2000, y Vicente Fox, 2000-06) no ha habido continuidad en las políticas del sector público, o en los funcionarios de trabajo.
Desde 1988 ha habido nueve secretarios del Trabajo, una extensión del hecho histórico de que los principales nombramientos de nivel para los puestos de trabajo del sector no han sido especialistas en este campo.
2 El proyecto de reforma laboral ha estado plagado de insuficiencias. En años recientes las autoridades y miembros de sindicatos se han quejado de que las propuestas elaboradas por el Gobierno y las organizaciones empresariales son limitadas e insuficientes.
Esto es parcialmente cierto, ya que las propuestas se han centrado en la cuestión de la flexibilidad de trabajo solamente, y no se han tratado otros temas de igual o mayor importancia en México, tales como la libertad de reunión, alquiler de coches y de huelga, la enseñanza de la justicia para los trabajadores, los salarios, y el corporativismo sindical, todos los cuales deben ser parte de cualquier reforma laboral.
3 La inclusión de la estabilidad del empleo. México es uno de los pocos países que todavía mantienen en el principio de estabilidad en el empleo, que los trabajadores deben mantener una posición en particular por una cantidad indeterminada de tiempo.
Las propuestas del actual proyecto de reforma laboral, en relación con el empleo de las personas, se inclinan hacia la creación de contratos provisionales mientras que los trabajadores demuestren que están calificados, y / o de temporada o de contratos de tiempo limitado.
Sin embargo, éstos crearían inseguridad en el empleo entre los trabajadores. Sobre este asunto, la idea central de la estabilidad debe estar ligada a las fuentes de empleo.
4 Los salarios, que debe estar en las propuestas, no lo son. Apenas se hace referencia al salario mínimo en México, mientras que una recuperación de los salarios sobre la base de los principios económicos que verdaderamente beneficien a los trabajadores, y contribuir al equilibrio macroeconómico, debe ser incluido.
5 Los trabajadores necesitan la igualdad jurídica real. Hay demasiadas excepciones en la Constitución Mexicana y sus leyes secundarias. Las agrupaciones de los burócratas, los trabajadores de la agencia pública federal, estatal y municipal, los empleados del banco, especialmente en los bancos del sector público, y trabajadores de la universidad, en gran parte del mundo académico.
Y con éstos hay más de 15 sistemas de regulación que causan confusión abrumadora, complejo en la medida en que obstaculizan los derechos de muchos.
Además, los sindicatos, hay federales, nacionales, locales y negocios, todo dividido en términos de competencia jurídica que inhiben la posibilidad de que las organizaciones sindicales haciendo lo que debe ser su vocación fundamental: la coordinación y armonización con los directores, los empresarios o propietarios de negocios.
6 La justicia laboral imparcial debe ser garantizada. Arbitraje de México y las Juntas de Conciliación deben ser sustituidas por los tribunales que se encuentren bajo la autoridad de la rama judicial del Gobierno. Además, los jueces deben ser más profesionales y dictar las decisiones sobre la base de la ley, además de que necesitan ser ágiles y tener en cuenta el factor tiempo en lo que respecta a los procedimientos de trabajo y necesidades.