México
El hogar, inicio de violencia contra la mujer Autoestima a la baja
Las expresiones de esta guerra son tan cotidianas como impactantes: insultos, amenazas, críticas destructivas, silencios incómodos e indiferencia
CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Álvarez Icaza Longoria, dijo que el principal espacio de inicio de la violencia y el maltrato hacia niñas y mujeres es precisamente el hogar.
Las expresiones de esta guerra son tan cotidianas como impactantes: insultos, amenazas, críticas destructivas, silencios incómodos e indiferencia; justamente lo que despedaza la autoestima de las niñas, además de que de manera sistemática se les educa para obedecer, para agacharse y para callarse.
En el marco de la presentación de la Segunda Etapa de la Campaña Contra la Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI), ¡Simplemente, no lo aceptamos!, que realiza Infancia Común, A.C., sostuvo que, dentro de una perversa normalidad, las mujeres viven de manera cotidiana una violencia estructural.
Al coincidir con una de las frases de la Campaña, “Hay una guerra invisible contra las niñas”, el ombudsman capitalino dijo que la violencia es de tal magnitud, que México ha tenido que acuñar el término feminicidio, para dar cuenta de una problemática como la sucedida en Ciudad Juárez, Chihuahua, pero que se reproduce en todo el país y en muchas otras naciones, donde sistemáticamente se agrede a las mujeres.
Aliada imprescindible de la guerra contra las niñas, dijo el ombudsman capitalino, es la legislación ambigua e insuficiente que garantiza recursos al agresor y desprotege a las víctimas de la ESCI: “El Estado abdica de su responsabilidad de protegerlas; no hay refugios que les permitan iniciar un proceso judicial en condición de resguardo, ni existen políticas públicas para apoyarlas en los procesos judiciales, que son muy largos”.
Ante tal desprotección, exhortó a generar acciones de Estado y de un entorno seguro para las víctimas, a través de albergues en todas las Delegaciones para que niñas y mujeres estén a salvo de sus agresores, con todo el respaldo del Ministerio Público.
(El Universal)
FRASE:
Está documentado que los principales agresores de las niñas y mujeres son las personas que les son más cercanas, como el esposo, el padre, los hermanos o el padrastro
Emilio Álvarez Icaza Longoria, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Las expresiones de esta guerra son tan cotidianas como impactantes: insultos, amenazas, críticas destructivas, silencios incómodos e indiferencia; justamente lo que despedaza la autoestima de las niñas, además de que de manera sistemática se les educa para obedecer, para agacharse y para callarse.
En el marco de la presentación de la Segunda Etapa de la Campaña Contra la Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI), ¡Simplemente, no lo aceptamos!, que realiza Infancia Común, A.C., sostuvo que, dentro de una perversa normalidad, las mujeres viven de manera cotidiana una violencia estructural.
Al coincidir con una de las frases de la Campaña, “Hay una guerra invisible contra las niñas”, el ombudsman capitalino dijo que la violencia es de tal magnitud, que México ha tenido que acuñar el término feminicidio, para dar cuenta de una problemática como la sucedida en Ciudad Juárez, Chihuahua, pero que se reproduce en todo el país y en muchas otras naciones, donde sistemáticamente se agrede a las mujeres.
Aliada imprescindible de la guerra contra las niñas, dijo el ombudsman capitalino, es la legislación ambigua e insuficiente que garantiza recursos al agresor y desprotege a las víctimas de la ESCI: “El Estado abdica de su responsabilidad de protegerlas; no hay refugios que les permitan iniciar un proceso judicial en condición de resguardo, ni existen políticas públicas para apoyarlas en los procesos judiciales, que son muy largos”.
Ante tal desprotección, exhortó a generar acciones de Estado y de un entorno seguro para las víctimas, a través de albergues en todas las Delegaciones para que niñas y mujeres estén a salvo de sus agresores, con todo el respaldo del Ministerio Público.
(El Universal)
FRASE:
Está documentado que los principales agresores de las niñas y mujeres son las personas que les son más cercanas, como el esposo, el padre, los hermanos o el padrastro
Emilio Álvarez Icaza Longoria, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.