Jalisco
Zapopan exhumará cuerpos en los panteones saturados
Hay 11 cementerios municipales con 65% de ocupación, pero el de Atemajac o el de Zapopan Centro ya se llenaron
ZAPOPAN, JALISCO (05/ABR/2013).- Con el propósito de recuperar espacios en 11 cementerios que están bajo el resguardo de la Dirección de los Servicios Públicos de Zapopan, la dependencia procederá a exhumar los cuerpos más antiguos y en abandono para incinerar los restos y depositarlos en una fosa común, que se ubicará en el Parque Funeral Altagracia, indicó Enrique Rodríguez Magaña, director del área.
“En el panteón de Atemajac tenemos tumbas que datan del siglo XIX; a través del tiempo han sido abandonadas. La fosa común nos va a permitir, previo al cumplimiento de requisitos legales y administrativos, que estos cuerpos puedan irse a la fosa bajo un esquema de clasificación detallada y ordenada para evitar cualquier aclaración futura, y así se recuperarán espacios, con previa rehabilitación de los lugares”, explicó Rodríguez Magaña.
En términos generales, los 11 cementerios municipales de Zapopan están a 65% de ocupación. No obstante, el funcionario afirma que “algunos panteones ya están saturados, como es el caso del de Zapopan Centro y el de Atemajac, debido a que en los últimos 10 años el número de fosas ha crecido en 200 por ciento”.
La construcción de la fosa común apoyará, en segundo término, a entidades de gobierno como el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) y otras más, “pues en ocasiones lamentablemente hay gente zapopana que muere y no tiene familia o alguien que se haga cargo de ellos. La idea es que tengan un espacio en los distintos cementerios del municipio”.
Son siete los cementerios donde el municipio tiene injerencia directa, más cuatro situados en las delegaciones municipales San Francisco de Ixcatán, San Esteban, Nextipac y San Juan de Ocotán; en esos 11, por reglamento, el municipio es responsable de verificar el cumplimiento de la normatividad, cuestiones de salud pública y control administrativo, junto a dirección de Agencias y Delegaciones municipales. Además hay cinco panteones particulares, para los cuales la autoridad sólo emite un permiso.
SABER MÁS
Hay cerca de cinco mil tumbas acordonadas en los panteones zapopanos que se han convertido en un riesgo para los visitantes ante el deterioro que presentan, según Servicios Municipales
En Guadalajara mueren 10 mil personas al año en promedio desde hace una década, mientras que en Zapopan las defunciones anuales son alrededor de tres mil.
“PARA DIOS, DA LO MISMO”
La Iglesia, a favor de la cremación
La cremación de cadáveres es una práctica completamente permitida por la Iglesia Católica, explica a los fieles el presbítero Juan González González, pues, explica, “para Dios Todopoderoso da lo mismo volver a la resurrección a través del polvo o las cenizas (…) Enterrar a los que murieron es una obra de caridad y es un reconocimiento a la dignidad de una persona. La inhumación ha sido una práctica muy antigua realizada por la cultura cristiana y no cristiana, lo cual no significa que la incineración sea una prohibición en esta religión”.
Dijo que, según el catolicismo, gracias al bautismo el cuerpo es sagrado y se convierte en habitación del Espíritu Santo: el respeto a los rituales fúnebres se debe a que el cuerpo perteneció a una persona bautizada, pero tanto la cremación como la sepultura son opciones aprobadas por la religión.
Por otra parte, los panteones, según la iglesia, son camposantos por estar dedicados, con anterioridad, a inhumar cuerpos bautizados. Sin embargo, a los religiosos no les afectó el cese de toda injerencia del clero en los sitios destinados para el confinamiento de los muertos, que ocurrió tras ser promulgada la Ley de Secularización de los Cementerios en julio de 1859; dicha responsabilidad pasó al Estado.
Y ante esto, González González explica: “Pese a que los panteones ya no son un lugar exclusivo para los bautizados y que, por lo tanto ya no son sagrados, la Iglesia Católica no tiene ningún problema, pues todos somos criaturas de Dios y están permitidas las distintas formas de reconocer la divinidad”.
“En el panteón de Atemajac tenemos tumbas que datan del siglo XIX; a través del tiempo han sido abandonadas. La fosa común nos va a permitir, previo al cumplimiento de requisitos legales y administrativos, que estos cuerpos puedan irse a la fosa bajo un esquema de clasificación detallada y ordenada para evitar cualquier aclaración futura, y así se recuperarán espacios, con previa rehabilitación de los lugares”, explicó Rodríguez Magaña.
En términos generales, los 11 cementerios municipales de Zapopan están a 65% de ocupación. No obstante, el funcionario afirma que “algunos panteones ya están saturados, como es el caso del de Zapopan Centro y el de Atemajac, debido a que en los últimos 10 años el número de fosas ha crecido en 200 por ciento”.
La construcción de la fosa común apoyará, en segundo término, a entidades de gobierno como el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) y otras más, “pues en ocasiones lamentablemente hay gente zapopana que muere y no tiene familia o alguien que se haga cargo de ellos. La idea es que tengan un espacio en los distintos cementerios del municipio”.
Son siete los cementerios donde el municipio tiene injerencia directa, más cuatro situados en las delegaciones municipales San Francisco de Ixcatán, San Esteban, Nextipac y San Juan de Ocotán; en esos 11, por reglamento, el municipio es responsable de verificar el cumplimiento de la normatividad, cuestiones de salud pública y control administrativo, junto a dirección de Agencias y Delegaciones municipales. Además hay cinco panteones particulares, para los cuales la autoridad sólo emite un permiso.
SABER MÁS
Hay cerca de cinco mil tumbas acordonadas en los panteones zapopanos que se han convertido en un riesgo para los visitantes ante el deterioro que presentan, según Servicios Municipales
En Guadalajara mueren 10 mil personas al año en promedio desde hace una década, mientras que en Zapopan las defunciones anuales son alrededor de tres mil.
“PARA DIOS, DA LO MISMO”
La Iglesia, a favor de la cremación
La cremación de cadáveres es una práctica completamente permitida por la Iglesia Católica, explica a los fieles el presbítero Juan González González, pues, explica, “para Dios Todopoderoso da lo mismo volver a la resurrección a través del polvo o las cenizas (…) Enterrar a los que murieron es una obra de caridad y es un reconocimiento a la dignidad de una persona. La inhumación ha sido una práctica muy antigua realizada por la cultura cristiana y no cristiana, lo cual no significa que la incineración sea una prohibición en esta religión”.
Dijo que, según el catolicismo, gracias al bautismo el cuerpo es sagrado y se convierte en habitación del Espíritu Santo: el respeto a los rituales fúnebres se debe a que el cuerpo perteneció a una persona bautizada, pero tanto la cremación como la sepultura son opciones aprobadas por la religión.
Por otra parte, los panteones, según la iglesia, son camposantos por estar dedicados, con anterioridad, a inhumar cuerpos bautizados. Sin embargo, a los religiosos no les afectó el cese de toda injerencia del clero en los sitios destinados para el confinamiento de los muertos, que ocurrió tras ser promulgada la Ley de Secularización de los Cementerios en julio de 1859; dicha responsabilidad pasó al Estado.
Y ante esto, González González explica: “Pese a que los panteones ya no son un lugar exclusivo para los bautizados y que, por lo tanto ya no son sagrados, la Iglesia Católica no tiene ningún problema, pues todos somos criaturas de Dios y están permitidas las distintas formas de reconocer la divinidad”.