Jalisco
Turista queda sin atención médica por falta de médicamento necesario
Informó que había consumido drogas llamadas Éxtasis y LSD, así como de haber sido abandonado por sus acompañantes
PUERTO VALLARTA, JALISCO.- Ante la falta de un lugar adecuado para tratar a un turista por exceso en el consumo de drogas, paramédicos de Cuerpo de Bomberos, después de aplicarle primeros auxilios por golpes y heridas en diversas partes del cuerpo, se vieron en la necesidad de dejarlo que se fuera por su propio pie, a pesar del estado en que se encontraba.
Los propios paramédicos informaron que solicitaron sus servicios para atender a un turista originario de León, Guanajuato, de nombre Francisco Loza Barajas, de 24 años de edad, quien deambulaba por diversos sitios de la ciudad, con visibles lesiones en la cabeza y otras partes del cuerpo.
Por boca del propio afectado, éste les informó que había consumido drogas llamadas Éxtasis y LSD, además de que había sido abandonado en el puerto por sus amigos y no tenía ya dinero en sus bolsillos.
Los esforzados servidores públicos le otorgaron los primeros auxilios, y por instrucciones del área de Psicología de Seguridad Pública, lo trasladaron al puesto de socorros de Cruz Roja, en donde la doctora Rosana Batista Fonseca, médico de guardia, comenzó a valorar el traumatismo craneoencefálico, además de otras heridas.
La doctora, al evaluar el estado psicológico del paciente, mencionó que la Benemérita Institución no contaba con los medicamentos ni los recursos para tranquilizarlo, ya que presentaba un estado agudo de ansiedad y desesperación por las sustancias ingeridas. Durante algunos minutos lo mantuvieron en el consultorio número dos; sin embargo, la doctora Batista pidió de nuevo la intervención de los Bomberos porque el paciente se encontraba fuera de control.
Después de dialogar con el paciente, lograron tranquilizarlo un poco y convencerlo para trasladarlo a la clínica de los Servicios Médicos Municipales, en donde el doctor Joel Isaías Osorio García, le suministró algunos medicamentos para tratar de estabilizarlo, y luego informó que el paciente no podía permanecer en las instalaciones por no ser derechohabiente.
Los esforzados tragahumo se comunicaron con el área de Trabajo Social de Seguridad Pública y con el Comandante de guardia, quienes en un principio, según se dijo, aceptaron que se le diera cobijo durante la noche, sin estar detenido.
Con todo y paciente enfilaron hacia los separos de la policía, en donde les informaron que no podían recibir al turista leonés en el estado en que se encontraba, argumentando que no había cometido delito y aparte su estado de salud era inconveniente.
El área de servicio de Psicología de la Policía intervino a favor del enfermo; sin embargo, al ver que nadie se hacía responsable y que la atención médica prestada y los servicios habían rebasado la capacidad de los Bomberos, decidieron dejarlo que se retirara por su propio pie, con rumbo desconocido.
La Secretaría de Salud cuenta en el puerto con un psiquiatra que presta atención médica también en el Hospital Regional; sin embargo, este facultativo está incapacitado desde hace más de cuatro meses debido a una intervención quirúrgica, por lo que en el Hospital Regional no aceptan pacientes psiquiátricos, aparte de que no tienen un espacio adecuado para recluir a las personas que se encuentran bajo los influjos de sobredosis de drogas.
EL INFORMADOR / Miguel Ángel Infante / Corresponsal
Los propios paramédicos informaron que solicitaron sus servicios para atender a un turista originario de León, Guanajuato, de nombre Francisco Loza Barajas, de 24 años de edad, quien deambulaba por diversos sitios de la ciudad, con visibles lesiones en la cabeza y otras partes del cuerpo.
Por boca del propio afectado, éste les informó que había consumido drogas llamadas Éxtasis y LSD, además de que había sido abandonado en el puerto por sus amigos y no tenía ya dinero en sus bolsillos.
Los esforzados servidores públicos le otorgaron los primeros auxilios, y por instrucciones del área de Psicología de Seguridad Pública, lo trasladaron al puesto de socorros de Cruz Roja, en donde la doctora Rosana Batista Fonseca, médico de guardia, comenzó a valorar el traumatismo craneoencefálico, además de otras heridas.
La doctora, al evaluar el estado psicológico del paciente, mencionó que la Benemérita Institución no contaba con los medicamentos ni los recursos para tranquilizarlo, ya que presentaba un estado agudo de ansiedad y desesperación por las sustancias ingeridas. Durante algunos minutos lo mantuvieron en el consultorio número dos; sin embargo, la doctora Batista pidió de nuevo la intervención de los Bomberos porque el paciente se encontraba fuera de control.
Después de dialogar con el paciente, lograron tranquilizarlo un poco y convencerlo para trasladarlo a la clínica de los Servicios Médicos Municipales, en donde el doctor Joel Isaías Osorio García, le suministró algunos medicamentos para tratar de estabilizarlo, y luego informó que el paciente no podía permanecer en las instalaciones por no ser derechohabiente.
Los esforzados tragahumo se comunicaron con el área de Trabajo Social de Seguridad Pública y con el Comandante de guardia, quienes en un principio, según se dijo, aceptaron que se le diera cobijo durante la noche, sin estar detenido.
Con todo y paciente enfilaron hacia los separos de la policía, en donde les informaron que no podían recibir al turista leonés en el estado en que se encontraba, argumentando que no había cometido delito y aparte su estado de salud era inconveniente.
El área de servicio de Psicología de la Policía intervino a favor del enfermo; sin embargo, al ver que nadie se hacía responsable y que la atención médica prestada y los servicios habían rebasado la capacidad de los Bomberos, decidieron dejarlo que se retirara por su propio pie, con rumbo desconocido.
La Secretaría de Salud cuenta en el puerto con un psiquiatra que presta atención médica también en el Hospital Regional; sin embargo, este facultativo está incapacitado desde hace más de cuatro meses debido a una intervención quirúrgica, por lo que en el Hospital Regional no aceptan pacientes psiquiátricos, aparte de que no tienen un espacio adecuado para recluir a las personas que se encuentran bajo los influjos de sobredosis de drogas.
EL INFORMADOR / Miguel Ángel Infante / Corresponsal