Jalisco

“Temaca”, pueblo enfermo de angustia

Ante el inminente comienzo de las obras para la presa, se duplicaron las atenciones médicas en el centro de salud

GUADALAJARA, JALISCO.- Los niños de “Temaca” ya no dibujan vacas, cerros, nubes, milpas o siluetas de sus casas. Desde que llegó la amenaza de que quieren inundar su pueblo para construir la Presa El Zapotillo, es común que esbocen gente ahogada. “Eso es hostigamiento psicológico”, afirma Juana Ponce García, maestra de la primaria del pueblo que pertenece al Municipio de Cañadas de Obregón.

Para los mayores es distinto. Cada que las autoridades emiten declaraciones del embalse, el azúcar de los diabéticos “se dispara hasta el cielo y los hipertensos se agravan”. Eso lo sabe la gente y lo confirma la responsable del Centro de Salud de la Región Sanitaria III Altos Sur, Karina Salas García: “El pueblo está enfermo de angustia”.

A Consuelo Carvajal, las noticias amargas le endulzan el cuerpo hasta paralizarla. Hace algunas semanas comenzaron a verse trabajadores que medían “por aquí y por allá” y de inmediato la glucosa le subió a 375.

“No podía caminar. Se me puso la pierna mala; me sentía muy mal. Cada que me preocupo por lo de la presa, me sube el azúcar”, cuenta a un lado de Salas García, quien la atiende el diabetes.  

Y su preocupación no era para menos. El pasado lunes, la tercera visitaduría de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco encontró que en la zona El Zapotillo se realizan obras para comenzar la construcción de la cortina de la presa, sin que a la población se le informara. Ese mismo día, las psicólogas del organismo entrevistaron a 30 personas para determinar la angustia que vive la población por este proyecto hidráulico.

De acuerdo con las estadísticas del centro de salud, en septiembre, cuando se anunció que la constructora Peninsular era la ganadora para construir el embalse, las consultas se dispararon a 106, en comparación con las 60 ó 70 que se tuvieron en enero, febrero, junio y julio. En octubre, cuando se firmó el contrato, se tuvo la cifra más alta: 114 consultas. La principal causa: hipertensión arterial.

“Cada que hay algún dato relevante de la presa, los pacientes de más de 65 años se empiezan a descompensar, empiezan con glucosa elevada, presión elevada o trastornos de ansiedad. Sus problemas de salud se agravan. Y siempre es así, cuando empeoran, siempre me comentan que andan mal por lo de la presa. Todo lo relacionan con esto. La gente tiene estrés, está triste, y es normal, ¿quién quiere que lo saquen de su casa?”.

La doctora atiende al mes a 100 adultos mayores en promedio, de los cuales, “como a 50 se les complican sus enfermedades con la angustia. Otros son menos preocupones”.


Pesadillas de agua

El Río Verde era su orgullo. Ahora sus aguas  “ahogan” a Consuelo Carbajal en pesadillas. “Ay –suspira–. A cada rato me despierto llorando por la angustia que me da cuando sueño que el río se nos viene y nos inunda. Todo, todo queda inundado. Son muchos años de amenazas, mucho desgaste mental”.

La psicóloga de la CEDHJ, Lorena Valdés Ibarra, aclara que no puede emitir una opinión contundente acerca de los testimonios de la gente porque son pruebas periciales que se integrarán en la recomendación del caso, que se emitirá próximamente, pero en términos generales, “este tipo de sueños son indicadores de que la población vive angustia. Son pesadillas que tenemos que trabajar y más adelante les daremos el panorama general”.

Por su parte, la psicóloga Silvia Muñoz González opina a grandes rasgos que la gente “parece preocupada, impotente, temerosa y tiene sentimientos arraigados” en cuanto a la desaparición de este lugar.

Después de la entrevista con las especialistas, Isaura Gómez platica con este diario. Conforme le salen las palabras, se le infla la expresión. Será que la angustia se le va al rostro. Al igual que doña Consuelo, se siente enferma: “Yo creo que hasta me dio cáncer, porque ya no aguanto el dolor del estómago con estos nervios”.

Ambas están convencidas de que no las sacarán de su pueblo para construir El Zapotillo, el cual describen como el paraíso terrenal.

FRASES:


Me siento como si me hubieran traspasado el corazón con una lanza, por la preocupación de que nos quieren echar
Isaura Gómez, vecina de “Temaca”.

Hay gente que llora todas las noches. No queremos que nos reubiquen para construir la presa, Consuelo Carbajal, vecina de “Temaca”.

Cuando me comentan que andan mal, ya sé que es por  la presa (El Zapotillo). Karina Salas García, médico del Centro de Salud.

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