Jalisco

Sólo la mitad de los pobres recibe subsidios estatales

La Secretaría de Desarrollo e Integración Social reporta que un millón 912 mil personas tendrán algún apoyo en 2016 a través de sus programas

GUADALAJARA, JALISCO (10/MAY/2016).- Tres años han pasado desde que Micaela López Rodríguez tocó la puerta de la Secretaría de Desarrollo e Integración Social (Sedis) para que le apoyaran a comprar una medicina para su hijo con autismo. Nunca se imaginó que podría ser beneficiaria del programa Jefas de familia, “ni sabía que existía”, pero desde aquella vez ella siente que su vida cambió: “Ahora soy una mujer independiente, me enseñaron un oficio con el que puedo sacar adelante a mi familia”.

Según el padrón de beneficiarios de la dependencia, con excepción del subsidio para las organizaciones civiles, serán beneficiados este año un millón 912 mil personas, con base en la meta mínima planteada por la autoridad.

Considerando que en Jalisco hay tres millones 670 mil pobres, según las estadísticas publicadas en 2015 por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social ( Coneval), la meta mínima sólo cubre a 52% de la población en pobreza; es decir, sólo la mitad recibirá algún apoyo social del presupuesto del Estado.

Los programas son: Apoyo a mujeres jefas de familia, Apoyo al transporte para estudiantes, Atención a los adultos mayores, Becas indígenas, Mochilas con los Útiles, Bienevales para Estudiantes, para Adultos Mayores y personas con Discapacidad, Por la seguridad alimentaria, Jalisco Incluyente y Asociaciones para el Bienestar. Pero los apoyos no significan que los beneficiarios salgan de la pobreza.

El Gobierno plantea en su Plan Estatal de Desarrollo una reducción de la población en pobreza de 39.8% a 25% para 2033.

El problema es que pese a que los subsidios totales de los programas sociales aumentaron alrededor de 377.1 millones de pesos entre 2013 y 2016, una simple división entre el presupuesto para los programas este año (mil 209 millones de pesos) y la población en pobreza en Jalisco revela que el Estado apenas destina 329 pesos anuales en promedio por persona en situación vulnerable.

Sin embargo, el aumento de los subsidios sigue sin alcanzar al resto de la población vulnerable. A sus 92 años, Carmen Mota Fons no ha podido acceder al programa de Adultos mayores pese a que ya pasaron cinco años desde que ingresó su solicitud a la Sedis.

En más de treinta ocasiones ha acudido a diferentes oficinas y ventanillas, pero ella no pierde la fe, aunque lamenta no tener ese apoyo del Estado que le serviría para realizarse su doceava cirugía de ojos, “ya casi estoy ciega”.

Gobierno apoya a más de 2.3 millones de jaliscienses


Además de los programas con fines sociales que maneja la Secretaría de Desarrollo e Integración Social (Sedis), como el programa de Madres jefas de familia o Bienevales, el Estado aporta recursos públicos a programas educativos, culturales, estímulos a emprendedores, pequeñas y medianas empresas, apoyos a la innovación y al campo. En total, 77 programas reciben recursos públicos del Estado y otros 26 reciben aportaciones en conjunto con la Federación.

El programa con más beneficiarios es el de Mochilas con útiles, con 1.5 millones de estudiantes apoyados.

El segundo es el programa de oferta de servicios del Museo Trompo Mágico, con más de 309 mil beneficiados.

La novedad es que en los últimos tres años, el número de beneficiarios pasó de un millón 779 mil 277 a dos millones 347 mil 739, según reportan dependencias en el Sistema de Monitoreo de Programas Públicos. En el mismo lapso el número de programas pasó de 41 a 77.

Este año los programas que reciben recursos estatales tienen un presupuesto de tres mil 365.6 millones de pesos, que representa 3.7% del total de presupuesto que tiene Jalisco para ejercer este año (90 mil 466 MDP).

Además de los programas que incrementaron la atención a beneficiarios, los créditos otorgados a emprendedores también aumentaron de dos mil 366 a tres mil 600, en tres años. El número de escuelas apoyadas con infraestructura escolar pasó de 534 a mil 790; mientras que las organizaciones sociales que reciben recursos públicos se incrementaron a 300.

LOS APOYOS EN 2016

Presupuesto y población beneficiada


Programas más importantes de la Sedis

Programa Población a atender Presupuesto
Atención a los adultos mayores 32,353 434’035,458
Bienevales para Estudiantes 114,117 216’978,650
Apoyo a mujeres jefas de familia 13,155 176’486,959
Programa mochilas con los útiles 1’572,057 174’690,146
Bienevales para adultos mayores y discapacitados 40,662 118’040,250
Programa por la Seguridad Alimentaria 130,460 54’902,617
Programa Jalisco Incluyente 1,600 20’763,172
Becas Indígenas 652 7’985,835
Asociaciones para el Bienestar 3,500 5’190,793




Subsidio por sector poblacional

Tipo de apoyo por programa Monto por beneficiario
Becas indígenas 2,400 pesos bimestrales
Atención a los adultos mayores 2,191.2 pesos bimestrales
Apoyo a mujeres jefas de familia 2,191.2 pesos bimestrales
Apoyo al transporte para estudiantes 1,200 pesos bimestrales
Jalisco incluyente 1,095 pesos bimestrales
Por la seguridad alimentaria A establecerse en convenio
Aportaciones para las organizaciones de la sociedad civil A establecerse en convenio
Bienevales para estudiantes Dos pasajes diarios
Bienevales para adultos mayores y discapacitados Dos pasajes diarios
Asociaciones para el Bienestar Hasta 300,000 en apoyo único anual



CONEVAL

El fenómeno

El Coneval siempre ha criticado que en México exista un gran número y dispersión de programas sociales, que falta reforzar las evaluaciones externas en estados y municipios, que la calidad de algunos servicios públicos es insuficiente, que falta mayor coordinación entre los programas sociales.

Antes de 2007, los estudios revelaban que la falta de inversión en zonas rurales provocaba que la mayor miseria se viviera en zonas alejadas o de difícil acceso. Sin embargo, después de 2008 se acentuó que en las zonas urbanas también creció la pobreza.

TESTIMONIOS

“Me cambió la vida”


Micaela López Rodríguez no tenía ni un peso cuando llegó a la puerta de la Secretaría de Desarrollo e Integración Social (Sedis) para pedir un apoyo económico para comprar la medicina de su hijo autista. A sus 43 años tenía un divorcio encima y tres bocas que alimentar.

“Hace tres años me sentía resignada, derrotada y estaba pasando por la etapa más difícil de mi vida… soy sobreviviente del cáncer en el páncreas y con mi hijo de cinco años autista no tenía dinero ni para pagar las medicinas”, recuerda la madre de tres pequeños.

Para Micaela no ha sido fácil, pero desde hace tres años en que empezó a recibir el apoyo de dos mil 100 pesos bimestrales a través del programa Jefas de Familia su situación ha mejorado, además, fue canalizada al Instituto de la Mujer, donde recibió atención sicológica, cursos de motivación y superación personal.

Ahí también aprendió un oficio que le cambiaría la vida: “Tomé un curso de repostería en el que me enseñaron a hacer gelatinas, y desde entonces no he dejado de venderlas, se venden solas, antes batallaba para sacar 100 pesos, pero ahora ando sacando hasta 400 diarios con 50 gelatinas que vendó al día, en promedio”.

En la Colonia San Vicente, donde Micaela tiene su casa y taller de cocina, sus gelatinas son únicas, “se venden en todos lados, en las escuelas, en las tiendas de abarrotes, de casa en casa y con clientes mayoristas, también tengo para diabéticos, cada vez la gente las pide más”.

El recurso que recibe del Estado le sirve para comprar la materia prima de su venta, “no imaginan lo que ha sido para mí, me ha cambiado la vida totalmente, ahora me siento más segura y confiada de que no habrá ningún obstáculo que no pueda vencer”.

Así se siente Micaela, sobre todo después de ganar el segundo lugar de un Reto Productivo que la premió con 13 mil 200 pesos por su modelo de negocios de repostería. Para ella es indispensable que las mujeres tengan acceso a este tipo de apoyos porque “es muy difícil como mujer sacar adelante a la familia cuando no se tiene el apoyo del hombre, aunque esos dos mil 100 que recibo cada bimestre no es mucho, para mí sí hacen la diferencia, la gente tiene que acercarse a pedir el apoyo”.

Lo más valioso para la madre de tres hijos es que no solamente le regalan el dinero, “me han enseñado qué hacer con el recurso y cómo estirarlo, lo más importante es que te enseñan a valerte por ti misma… ahora soy una mujer independiente, me enseñaron un oficio con el que puedo sacar adelante a mis hijos y eso no tiene precio”.

“Si prometen… ¡que cumplan!”

Carmen Mota Fons está por cumplir 93 años y aún no pierde la esperanza de convertirse en beneficiaria del programa de Adultos mayores.

Hace cinco años intentó por primera vez acceder al apoyo bimestral, pero desde entonces acumula varios intentos fallidos, pues al no recibir el recurso destina al menos hasta cinco días al año para apersonarse en las ventanillas.

Las respuestas de la autoridad siempre son las mismas:

“Estamos capturando su solicitud en el sistema”, “no hemos recibido respuesta”, “ya se cerró la convocatoria”, “tiene que ir a las otras oficinas”, “ya no tenemos apoyos”, “regresen en tres meses”, “regresen hasta que pasen las elecciones”.

Carmen está cansada y decepcionada de las autoridades del Gobierno de Jalisco.

“No se me hace justo que, a nuestra edad, nos traigan a vuelta y vuelta en el Gobierno… necesito ese dinero para operarme la ojos, ya casi estoy ciega, veo muy poco”, dice con resignación, y manda un mensaje a las autoridades estatales: “Si prometen algo para los pobres lo deben cumplir, deben tomar en cuenta a las personas más necesitadas”.

A sus nueve décadas sigue en espera de que algún día ingrese al padrón de beneficiarios pues su diagnóstico de la vista no es alentador. ¿Qué haría con ese apoyo?, responde:

“Nada, sólo quiero atenderme la vista y comprar mis medicamentos que necesito, tengo la necesidad de que me apoyen, sobre todo para los gastos médicos, para eso me serviría muchísimo el recurso”.

Actualmente, Carmen recibe (desde hace dos años) dos mil pesos cada bimestre del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, pero eso no es suficiente, cuenta su hija Celina López Mota.

Por eso “hemos ido a las oficinas que están en Hidalgo, a las del Parque Agua Azul, a las de Niños Héroes, a las que están por la vieja Central Camionera, luego a las de Circunvalación y después nos volvieran a mandar a Hidalgo, pero después de tantas vueltas y tiempo perdido seguimos sin recibir el apoyo… es un crimen que hagan eso con los adultos mayores”.

Afortunadamente su hija corre con los gastos de manutención, pero aún así Celina asegura que falta dinero para atender las necesidades básicas de su madre.

“Las autoridades deben ponerse en los zapatos de nuestros adultos mayores, no deben hacerlos sufrir con tanta vuelta cuando solicitan un apoyo”.

AUMENTAN PRESUPUESTO

La Secretaría de Desarrollo e Integración Social (Sedis) publicó las reglas de operación de los programas sociales que implementará en el ejercicio fiscal 2016 para beneficio de los diversos sectores de la población.

En la publicación aparecen los detalles, presupuestos, criterios de elegibilidad y requisitos, cobertura, población objetivo y alcances de los distintos programas sociales. Para este año hay mil 209 millones de pesos en los distintos programas que implementará la dependencia: Apoyo a las organizaciones de la sociedad civil, Apoyo a mujeres jefas de familia, Apoyo al transporte para estudiantes, Atención a los adultos mayores, Becas indígenas, Por la seguridad alimentaria y Jalisco Incluyente.

Si bien el monto asignado a los programas estatales se incrementó 45.3% con respecto a lo ejercido en 2013, el presupuesto sigue siendo insuficiente, coinciden autoridades y expertos, considerando que Jalisco ocupa el lugar número cinco en el ranking nacional de las entidades con mayor cantidad de personas en pobreza en el país, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

El recurso para los programas manejados por la Sedis corresponde apenas a 1.33% del presupuesto anual del Estado.

TELÓN DE FONDO

Reducción de la pobreza

En la última medición de la pobreza realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los resultados para el Estado fueron favorables. Tres de cada 10 mexicanos que salieron de su condición de pobreza fueron jaliscienses.

“Con estos  resultados estamos focalizando los esfuerzos de todo el gabinete para reducir aún más la cantidad y el porcentaje de personas en pobreza multidimensional y extrema. En este sentido, hemos desarrollado una estrategia que consiste en la identificación de los indicadores de carencia social más eficientes de intervenir en términos del impacto que generará en la reducción del porcentaje de la pobreza estatal, la selección de sus variables más óptimas”, dijo Miguel Castro Reynoso.

El instrumento central de la estrategia es el Índice de Viabilidad que se construyó para cada una de las variables que forman parte de los seis indicadores de pobreza (el rezago educativo, la carencia por acceso a servicios de salud, carencia por acceso a la seguridad social, carencia por calidad y espacios de la vivienda, carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda y carencia por acceso a la alimentación).

La Sedis, dentro de los seis indicadores, escogió acciones para tres, por ser los más eficientes y con las variables más óptimas. El primero es la calidad y espacios de la vivienda (a través de las acciones de pisos firmes, con una meta de atención de 24 mil 495 casas). El segundo son los servicios básicos de la vivienda  (por medio de acciones de agua potable, con metas de siete mil 948 viviendas a intervenir y la instalación de estufas ecológicas, con metas de 12 mil 73 casas). Y la población en inseguridad alimentaria (para reducir la cantidad de personas en carencia por acceso a la seguridad alimentaria, con metas de 102 mil 717 personas a atender).

CLAVES

Auditoría trimestral

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Miguel Castro se comprometió a aplicar auditorías para detectar irregularidades: “Mi estrategia es que cada trimestre enviemos información de los recursos que se están auditando. En mi mismo ejercicio me auditaré cada tres meses para revisar cualquier hoyanco”.

Constante. Por ello promoverá la supervisión permanente de todos los programas, por si los recursos se ejercen ilegalmente, como él se dio cuenta en un comedor comunitario de Puerto Vallarta: “Llego a la hora de comer y que sólo veo a 15 niños en la mesa… pero  en la cocina no preparaban alimentos para las 200 personas a las que estaban dirigidos los recursos. Era evidente (la anomalía en el lugar)”.

Investigación. La situación de Puerto Vallarta generó que se revisarán los cerca de 100 comedores comunitarios en Jalisco. En donde se han detectado irregularidades se han retenido los cheques desde la Sedis.

Externa.
El secretario confirma que apostará por “Contralorías sociales”. “La naturaleza de la contraloría es hacer una auditoría externa que hacen los mismos beneficiarios, quienes designan a los responsables y sus obligaciones”. Informa que hasta ahora se tiene una contraloría para cada padrón de beneficiarios de los programas sociales en la metrópoli. En el interior del Estado se convoca a todos los miembros del padrón para crear una asamblea, que vota por quiénes serán los vocales, que serán responsables de la auditoría.

GUÍA

Aplican evaluación

Este año se realizarán 20 ejercicios de evaluación a programas estatales.

En julio de este año, el Gobierno del Estado realizará una veintena de ejercicios para evaluar los programas estratégicos implementados en diferentes dependencias, para que con esas mediciones se pueda tener un mejor desempeño, adelanta Estuardo Gómez, director de Evaluación de la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas (Sepaf).

¿Cuáles programas se evaluarán este año?, se le cuestiona: “Este año realizaremos la primera evaluación de los programas con recursos de los fondos de aportaciones del ramo 33, se trata de una evaluación de desempeño y de la primera ocasión en que se aplicará a todos los programas del ramo 33”. Pero además, por primera vez se emprenderá una evaluación de la percepción de los beneficiarios sobre los programas sociales que maneja la Secretaría de Desarrollo e Integración Social y los que están registrados en el Padrón Único de Beneficiarios. De esta manera y a través de encuestas con beneficiarios se podrá conocer cómo perciben los bienes y servicios que ofrecen los programas de apoyo a Jefas de familia, Bienevales, Adultos mayores, Becas Indígenas, Mochilas con los Útiles, entre otros.

El mes pasado, la Sepaf publicó el Programa Anual de Evaluación elaborado a partir de consultas con las 35 dependencias estatales que tienen más programas registrados en el Sistema de monitoreo.

“Recibimos sugerencias de 16 dependencias y entidades, sin embargo no todas fueron aceptadas”. A través de estos ejercicios, se evalúa el diseño y operación de los programas, en una primera instancia, para evaluar después el resultado e impacto con el fin de detectar las áreas de mejora de cada programa.

En lo que va de la administración, Estuardo Gómez confirma que 12 programas han sido evaluados de manera exhaustiva, aunque destaca que se han realizado dos evaluaciones generales a todos los programas, “aunque no tienen demasiada profundidad pero nos permiten tener una perspectiva panorámica sobre todo para evaluar su consistencia”.

LA VOZ DEL EXPERTO

El problema: la política económica

Luis Ignacio Román Morales
(investigador del ITESO).

Para el profesor del Departamento Economía, Administración y Finanzas del ITESO, el problema no está en la política social sino en la política económica. “La cuestión es que la pobreza depende del nivel de ingreso y de las carencias de la población, así que medianamente podrá actuar el Gobierno. Tampoco se atiende una política de distribución del ingreso”.

Desde la esfera de actuación de los estados y frente al recorte del gasto federal, la recomendación del economista es equilibrar los estímulos económicos que otorga el Estado a los grandes corporativos con el fin de que se instalen en la Entidad, “lo que se ha hecho con ese argumento es atraer inversiones de empresas gigantescas que generan muy pocos empleos y de baja calidad”.

En lugar de ello, sugiere al Estado favorecer el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas a nivel local y rural, con “mayores efectos multiplicadores de empleo y posibilidades de integración de las culturas locales y del arraigo del trabajador para que no esté en una situación vulnerable, ese tendría que ser un eje de la política social”.

Según la lógica del especialista, una política social activa tendría que implicar la protección del pequeño productor independiente, así como perseguir un mayor equilibrio entre las zonas más desiguales, “pero eso no aparece en la lógica de la política social, la cual tiende a entenderse cada vez más en el sentido de dar dinero a los que se encuentran en una situación deplorable”.

De lo contrario, el Estado no alcanzará la meta de reducción de pobreza planteada en el Plan Estatal de Desarrollo, sobre todo porque el desalentador panorama de obtención de recursos federales, “con los problemas que tenemos en el sector petrolero y a nivel internacional, difícilmente se podría dar un incremento en las aportaciones federales, que son la base fundamental de la política social, de esta manera difícilmente se atenderá a una población creciente”.

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