Jalisco
Oficiales de Quitupan, arrestados en plena transacción de droga
Dos civiles y dos elementos de la Policía Municipal fueron detenidos tras un reporte anónimo que delataba al par de agentes, por entregar alcaloides a una mujer
GUADALAJARA, JALISCO.- Inusual arresto ocurrió el fin de semana en el Municipio de Quitupan, Jalisco, ya que un comandante y un jefe de grupo de la Policía local fueron detenidos por personal operativo de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE). El motivo: entregaban un frasco con droga a una mujer y los estatales captaron dicha acción en flagrancia.
Además de los oficiales —que estaban en servicio y portaban su uniforme cuando se les aprehendió— se detuvo a un civil que viajaba en la patrulla oficial de los uniformados y a la dama a la cual presumiblemente le hacían entrega del alcaloide.
Se trata del comandante Rogelio López Vargas, quien tiene 15 años prestando sus servicios a la corporación; el jefe de grupo Juan Santillán González, cuya carrera policial inició el 16 de mayo del 2006; la señora Alicia Vargas Pérez y el civil Pablo Pérez Santiago.
Su captura ocurrió en la confluencia de las calles Independencia y Ornelas, en la zona centro de esa localidad. Una llamada anónima que delataba la transacción ilegal fue la causa por la cual los oficiales del Estado arribaron al lugar y presenciaron el acto.
A la llegada de los uniformados camuflados, sus homólogos municipales los recibieron con un saludo, pero éstos últimos, que ya iban sobre aviso, únicamente les pidieron que mostraran el paquete que recién le habían entregado a la nerviosa mujer que estaba a su lado.
Al titubear en sus respuestas y asegurarle un frasco con aproximadamente 16 gramos de crystal, así como una dosis de cocaína en polvo a Vargas Pérez, los municipales fueron sometidos, despojados de sus armas de cargo, credenciales y unidad policial, para después trasladarlos a Guadalajara.
Con un discurso atropellado respondieron los elementos detenidos, cuando ante micrófonos y grabadoras se les preguntó el motivo de su arresto. El comandante indicó que únicamente siguió a su compañero con la señora, quien iba a ser trasladada a una comida en su vehículo oficial.
La dama, por su parte, señaló que la droga no le había sido entregada por los uniformados, sino que la había adquirido de un operador de tráilers y que el destino que habría de darle era consumirla, “por vez primera”.
Entretanto, el jefe de grupo —señalado como quien entregaba el alcaloide a la detenida— dijo que iba a recoger a la mujer para llevarla a ver unas cabañas, y que ello obedecía a “órdenes superiores” que debía cumplir; desconoció el señalamiento que se le imputa.
Por estos hechos, todos serán puestos ante la Procuraduría General de la República (PGR), donde un agente del Ministerio Público dará el seguimiento adecuado a su situación legal.
Además de los oficiales —que estaban en servicio y portaban su uniforme cuando se les aprehendió— se detuvo a un civil que viajaba en la patrulla oficial de los uniformados y a la dama a la cual presumiblemente le hacían entrega del alcaloide.
Se trata del comandante Rogelio López Vargas, quien tiene 15 años prestando sus servicios a la corporación; el jefe de grupo Juan Santillán González, cuya carrera policial inició el 16 de mayo del 2006; la señora Alicia Vargas Pérez y el civil Pablo Pérez Santiago.
Su captura ocurrió en la confluencia de las calles Independencia y Ornelas, en la zona centro de esa localidad. Una llamada anónima que delataba la transacción ilegal fue la causa por la cual los oficiales del Estado arribaron al lugar y presenciaron el acto.
A la llegada de los uniformados camuflados, sus homólogos municipales los recibieron con un saludo, pero éstos últimos, que ya iban sobre aviso, únicamente les pidieron que mostraran el paquete que recién le habían entregado a la nerviosa mujer que estaba a su lado.
Al titubear en sus respuestas y asegurarle un frasco con aproximadamente 16 gramos de crystal, así como una dosis de cocaína en polvo a Vargas Pérez, los municipales fueron sometidos, despojados de sus armas de cargo, credenciales y unidad policial, para después trasladarlos a Guadalajara.
Con un discurso atropellado respondieron los elementos detenidos, cuando ante micrófonos y grabadoras se les preguntó el motivo de su arresto. El comandante indicó que únicamente siguió a su compañero con la señora, quien iba a ser trasladada a una comida en su vehículo oficial.
La dama, por su parte, señaló que la droga no le había sido entregada por los uniformados, sino que la había adquirido de un operador de tráilers y que el destino que habría de darle era consumirla, “por vez primera”.
Entretanto, el jefe de grupo —señalado como quien entregaba el alcaloide a la detenida— dijo que iba a recoger a la mujer para llevarla a ver unas cabañas, y que ello obedecía a “órdenes superiores” que debía cumplir; desconoció el señalamiento que se le imputa.
Por estos hechos, todos serán puestos ante la Procuraduría General de la República (PGR), donde un agente del Ministerio Público dará el seguimiento adecuado a su situación legal.