Jalisco
Notificador torturado por policías presenta denuncia
El hombre acude a la CEDHJ a levantar una queja contra quienes lo golpearon
GUADALAJARA, JALISCO (12/JUN/2013).- Luego de su experiencia con la "justicia mexicana", un hombre que fue golpeado y torturado por personal de la Fiscalía General al confundirlo con un asesino, de quien se desconoce su paradero, acudió este miércoles a interponer una denuncia en las oficinas de la Calle 14, por agresiones sufridas; y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, a levantar una queja en contra de quienes lo golpearon. Lo que espera es que se resarza el daño y que se castigue a los policías que, más que investigar la verdad de los hechos, querían imponerla a "madrazos".
El 23 de mayo pasado, hacia las 11:00 horas, Édgar Alfonso Rodríguez de la Torre, un notificador del Poder Judicial, había llegado a un domicilio en el barrio de El Santuario, en Guadalajara, a entregar una notificación, cuando arribaron un grupo de asaltantes a la finca, lo metieron al lugar a punta de pistola y lo amarraron junto con los habitantes de la casa. Minutos después, llegaron algunos conocidos de los moradores; los ladrones huyeron. Y minutos más, un policía tapatío fue asesinado por los delincuentes, lo que provocó una movilización policial.
Édgar, quien se encontraba amarrado, por alguna razón fue tomado como presunto asaltante y asesino del policía, por lo que se le llevó a la Calle 14. En el lugar, los policías investigadores se dedicaron a golpearlo y a insultarlo en repetidas ocasiones para que confesara que él era el líder de la banda criminal. Tras horas de puñetazos, advirtieron que, en efecto, era un notificador; pero para cuando se dieron cuenta, ya le habían causado daño en el tímpano izquierdo: 80% menos audición y el daño es irreversible: "Esto no puede estar pasando esto en el estado".
Édgar no sabe qué le hubiera pasado si no trabajara para el gobierno; lo que sí sabe es que, contrario a lo que aseguran las autoridades, en Jalisco sí se tortura y se abusa de los derechos de los detenidos. Esto lo lleva a creer que hay gente inocente en la cárcel, pues hay policías investigadores que en realidad no investigan.
En su caso, con numerosas pruebas de su inocencia (traía la notificación, una credencial de estacionamiento del Poder Judicial, su IFE, etcétera), no entiende cómo no indagaron un poquito sus inquisidores antes de propinarle sus golpizas: "Se podía acreditar mi versión, su trabajo es investigar, con una llamada, con que hayan hecho su trabajo, se pudo evitar todo esto".
El 23 de mayo pasado, hacia las 11:00 horas, Édgar Alfonso Rodríguez de la Torre, un notificador del Poder Judicial, había llegado a un domicilio en el barrio de El Santuario, en Guadalajara, a entregar una notificación, cuando arribaron un grupo de asaltantes a la finca, lo metieron al lugar a punta de pistola y lo amarraron junto con los habitantes de la casa. Minutos después, llegaron algunos conocidos de los moradores; los ladrones huyeron. Y minutos más, un policía tapatío fue asesinado por los delincuentes, lo que provocó una movilización policial.
Édgar, quien se encontraba amarrado, por alguna razón fue tomado como presunto asaltante y asesino del policía, por lo que se le llevó a la Calle 14. En el lugar, los policías investigadores se dedicaron a golpearlo y a insultarlo en repetidas ocasiones para que confesara que él era el líder de la banda criminal. Tras horas de puñetazos, advirtieron que, en efecto, era un notificador; pero para cuando se dieron cuenta, ya le habían causado daño en el tímpano izquierdo: 80% menos audición y el daño es irreversible: "Esto no puede estar pasando esto en el estado".
Édgar no sabe qué le hubiera pasado si no trabajara para el gobierno; lo que sí sabe es que, contrario a lo que aseguran las autoridades, en Jalisco sí se tortura y se abusa de los derechos de los detenidos. Esto lo lleva a creer que hay gente inocente en la cárcel, pues hay policías investigadores que en realidad no investigan.
En su caso, con numerosas pruebas de su inocencia (traía la notificación, una credencial de estacionamiento del Poder Judicial, su IFE, etcétera), no entiende cómo no indagaron un poquito sus inquisidores antes de propinarle sus golpizas: "Se podía acreditar mi versión, su trabajo es investigar, con una llamada, con que hayan hecho su trabajo, se pudo evitar todo esto".