Jalisco

Miguel Castro propone debate racional y no un foro mediático

La Policía Intermunicipal funcionaba como un mandato único de inteligencia que actuaba en coordinación con la Policía Estatal, tal como se pretende que el mandato único opere actualmente

GUADALAJARA, JALISCO (16/MAY/2010).- Cuestionado acerca de la propuesta de un mando único policial para toda la Zona Conurbada de Guadalajara, el alcalde de Tlaquepaque, Miguel Castro Reynoso, reitera que su apuesta es por el debate.

Así responde a la discusión mediática que llevan a cabo el presidente municipal de Tlajomulco, Enrique Alfaro Ramírez, quien está a favor del mando único; y los primeros ediles de Zapopan y Guadalajara, quienes mantienen posturas en contra.

“La postura de Tlaquepaque es a favor del debate. Lo que propone el presidente municipal de Tlajomulco es válido, creo que es un asunto que no debe litigarse en los medios de comunicación, debe tratarse en una mesa de trabajo".

“Que no se debata para buscar un foro mediático, sino para buscar soluciones a los ciudadanos, que de nosotros esperan coordinación y no dimes y diretes”.

En cuanto a lo dicho por el alcalde de Zapopan, Héctor Vielma, acerca de respetar la Constitución, Castro Reynoso afirmó que “a los ciudadanos les preocupa la Constitución, pero les preocupa más la seguridad pública”.

Sobre la propuesta del presidente municipal de Guadalajara, Aristóteles Sandoval, en el sentido de hacer reformas a la estructura y operación del Poder Judicial, Miguel Castro concluye que es “válida”, pero que “la seguridad es un tema que está muy por encima de los intereses de los municipios o de los diferentes poderes”.

La historia de la Policía Intermunicipal


La Policía Intermunicipal existía en la administración del ex gobernador Enrique Álvarez del Castillo. Por un corto periodo albergó lo que hoy son los Juzgados Municipales, en Tlaquepaque, a unas cinco cuadras de la cantina El Parián.

Cuando Guillermo Cosío Vidaurri tomó posesión como gobernador el 4 de marzo de 1989, recuerda José Luis Cuéllar Garza —entonces secretario técnico y hoy funcionario del Ayuntamiento de Guadalajara—, creó el Consejo Metropolitano de Guadalajara, que integraba entre sus tareas la seguridad pública y el trabajo intergubernamental entre el Estado y los municipios.

Explica Cuéllar Garza que Cosío Vidaurri “era un convencido de lograr esa coordinación”. Tanto, que se formó un comité que sesionaba de manera regular para sacar la agenda adelante.

A finales de la administración de Álvarez del Castillo, la Policía Intermunicipal se había disuelto a petición de los municipios, los cuales se repartieron los espacios y los recursos humanos y materiales.

Uno de los trabajos del Consejo era coordinar la reintegración de dicha Policía, que había sido agotada.

“Lo que sí es notorio”, señala Cuéllar Garza, “es que con el tiempo el Consejo Metropolitano perdió su sentido original, que era coordinar la agenda de Gobierno con temas como éste y de otros, como vialidad y desarrollo social”.

Dijo que el Consejo actual ya no tiene una personalidad jurídica, por tanto no existe desde el Ejecutivo.

“Es una figura que está relacionada con el fideicomiso para recursos federales, pero tiene un propósito exclusivo de distribución de recursos y obstruye a los municipios de su participación. (El Consejo Metropolitano) Perdió personalidad y competencia; se redujo su agenda”.

Meten reversa a un “importante avance”

En palabras de Eugenio Ruiz Orozco, alcalde de Guadalajara a finales de la década de los ochenta cuando existía la Policía Intermunicipal, dicho cuerpo articulado “funcionaba como un mando único de inteligencia” coordinado por el Gobierno del Estado.

No obstante, para responder por qué se hizo “una reversa a tan importante avance”, sólo está el terreno de las suposiciones.

“Supongo, porque no lo viví personalmente, siempre ha existido el deseo de manejar la Policía. Es como un conflicto de investiduras, porque el que controla las fuerzas públicas es el que manda y es la autoridad, frente al propósito de la otra instancia, que era el Gobierno del Estado, con sus mecanismos de control”.

A su parecer, esta Policía única “funcionaba y cumplía sus propósitos”. El proyecto “iba encaminado, estaba la metropolización de los mandos, algo así como funciona el SIAPA. A mi parecer debían construirse organismos intermedios. Aquí se le metió reversa, íbamos adelante y se acabó”.

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