Jalisco
Madre escondió a menor muerta en oso de peluche
Fiscal informa sobre el caso de la bebé que era buscada por Alerta Amber
GUADALAJARA, JALISCO (08/NOV/2013).- Kimberly Vianey Álvarez Enríquez, la bebé de siete meses desaparecida de Tlaquepaque y por la que se activó la
Alerta Amber el pasado miércoles, fue ocultada por su madre dentro de un oso de peluche tras fallecer en su hogar al cuidado de ésta, Miriam Carolina Enríquez Martínez, informó el Fiscal General del Estado, Luis Carlos Nájera.
Fueron las declaraciones contradictorias de la mujer las que llevaron a las autoridades a sospechar que estaba involucrada en la desaparición de la menor. Durante el miércoles, los padres de Kimberly estuvieron declarando en las instalaciones de la Fiscalía y se decidió aplicar la prueba del polígrafo a la madre.
La versión de Miriam era que el martes fue robada la niña de su domicilio, en la colonia Santa María en Tlaquepaque. Sugirió que durante una distracción, mientras ella tomaba una ducha, un ladrón ingresó a su casa por la azotea y robó a la bebé.
Ya con la detección de mentiras dio otras versiones: en prinicipio, que la había vendido. Los peritos forenses acudieron entonces al domicilio de la familia a buscar a la niña sin éxito. Al regreso, con el interrogatorio la mujer terminó por decir la verdad: la escondió en un oso que abrió, le sacó el relleno, metió a Kimberly dentro y lo volvió a coser. Dejó el muñeco junto a la cama.
Nájera informó que la decisión de Miriam fue por el temor que le dio cuando la niña falleció bajo sus cuidados; temía ser acusada de algún delito.
Los peritajes arrojaron que la niña murió por neumonía coadyuvada por desnutrición. No se hallaron huellas de violencia en su cuerpo.
Sin embargo, por la acción de ocultar a la infante y tratar de hacer creer a las autoridades que la habían robado, Miriam Enríquez será acusada de inhumación, exhumación y falsedad de declaraciones.
La Fiscalía proseguirá con las investigaciones para descartar que más familiares estuvieran involucrados.
Fueron las declaraciones contradictorias de la mujer las que llevaron a las autoridades a sospechar que estaba involucrada en la desaparición de la menor. Durante el miércoles, los padres de Kimberly estuvieron declarando en las instalaciones de la Fiscalía y se decidió aplicar la prueba del polígrafo a la madre.
La versión de Miriam era que el martes fue robada la niña de su domicilio, en la colonia Santa María en Tlaquepaque. Sugirió que durante una distracción, mientras ella tomaba una ducha, un ladrón ingresó a su casa por la azotea y robó a la bebé.
Ya con la detección de mentiras dio otras versiones: en prinicipio, que la había vendido. Los peritos forenses acudieron entonces al domicilio de la familia a buscar a la niña sin éxito. Al regreso, con el interrogatorio la mujer terminó por decir la verdad: la escondió en un oso que abrió, le sacó el relleno, metió a Kimberly dentro y lo volvió a coser. Dejó el muñeco junto a la cama.
Nájera informó que la decisión de Miriam fue por el temor que le dio cuando la niña falleció bajo sus cuidados; temía ser acusada de algún delito.
Los peritajes arrojaron que la niña murió por neumonía coadyuvada por desnutrición. No se hallaron huellas de violencia en su cuerpo.
Sin embargo, por la acción de ocultar a la infante y tratar de hacer creer a las autoridades que la habían robado, Miriam Enríquez será acusada de inhumación, exhumación y falsedad de declaraciones.
La Fiscalía proseguirá con las investigaciones para descartar que más familiares estuvieran involucrados.