Jalisco
La FEG resurge en el conflicto universitario
Miembros del organismo estudiantil irrumpieron en la rectoría para buscar participación en los órganos de gobierno de la máxima casa de estudios en Jalisco
GUADALAJARA, JAL.- “Quiero hablar sobre democracia. No estoy ni de un lado de la universidad, ni de otro. Sólo espero que por el bien de esta casa de estudios, los actores en conflicto diriman sus problemas”, iniciaba Denise Dresser la conferencia con que la
Universidad de Guadalajara, daba bienvenida a los alumnos del nuevo ciclo escolar de la licenciatura en Estudios Políticos y Gobierno.
Para ser una conferencia inaugural, había más medios de comunicación que de costumbre: se anunció la presencia del rector general, Carlos Briseño Torres. Contrario a ello, su segundo al mando, y del enfrentamiento contra el sector académico alineado a Raúl Padilla, el vicerrector Gabriel Torres Espinosa moderaba la participación de la politóloga.
Sin embargo, algo en el ambiente desgajaba las miradas que la audiencia ceñía sobre la especialista. Una llamada lo confirmaba: en punto de la una de la tarde, la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) reaparecía en el conflicto universitario con un comunicado para el rector. Los elementos de seguridad universitaria cerraron los barandales.
No eran más de cincuenta militantes de la FEG que, abanderados “como en los viejos tiempos”, irrumpieron en la Rectoría General; pero esas décadas de historia, y la coyuntura política universitaria, que trataba de enterrar a Raúl Padilla López, - su ex dirigente-, denunciaban más atención.
Por casualidad, minutos después de la llegada de la FEG, arribó Carlos Briseño, que era abordado por el candidato a presidente por el organismo estudiantil, Israel Mariscal Quezada.
— Venimos a traerle un comunicado, señor rector, por el bien de todos los estudiantes. — Los recibo, pero primero, deben quitar todos los vehículos que colocaron a las afueras de la Rectoría, respondía Carlos Briseño.
Arriba, en la sala de ex rectores, ingresaron los militantes que encabezaron la caravana fegista, a los que minutos después se unía su presidente, Alejandro Buenrostro.
Los fegistas, -decían- no querían abonar violencia al conflicto universitario, y reconocían la figura de Briseño Torres, “como un rector que ha actuado por el bien de esta comunidad”.
En el pliego que entregaron al rector, solicitaban un sistema de participación electoral para buscar participación en los órganos de gobierno de la UdeG.
Carlos Briseño reconoció “el estigma” que padece la FEG, y dijo que “ustedes que encabezan esta causa aún no nacían cuando la FEG se había viciado ya y convertido en un organismo porril, presidió Raúl Padilla López, Tonatihu (Bravo Padilla), y Trinidad (Padilla López)”; sin embargo, afirmó que su política era de “puertas abiertas” para todos los sectores universitarios y de Jalisco.
La entrevista con los fegistas no duró más de media hora, al igual que la rueda de prensa que ofreció en su oficina. Las pregunta más insistentes: ¿habrá violencia en la sesión del CGU?, ¿se reforzará la seguridad?, ¿teme por su familia? Briseño escudriñaba con confianza cada una de ellas, mientras era observado por sus asesores.
— ¿Qué opinión le merece la denuncia que interpuso en su contra el doctor Rodríguez Sancho, por supuestas amenazas?, propinó una reportera. Briseño respondió: “No tengo nada que temer con la justicia; si ésta considera que he hecho algo malo, me pongo a su disposición.
La reportera insistió y el rector concluyó en asistir al órgano de procuración de justicia acompañado por la prensa; sin embargo, como lo confirmaría Aurelio del Toro, subprocurador C, Briseño no era aún requerido.
El rector quería dejar claro que actuaba con legalidad en lo que compete a las instancias judiciales; hoy actuará en un terreno más escabroso quizás: el de las normas internas de la UdeG.
Confusión tras arribo de FEG a Hospital Civil
Tras entrevistarse con el rector de la UdeG, Carlos Briseño Torres, los miembros de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) arribaron al Antiguo
Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, para dejar un comunicado similar al entregado en la Administración Central, generando con ello, confusión, en torno a una presunta toma de las instalaciones.
Esto ocasionó que las áreas de gobierno, fueran evacuadas tanto en el Antiguo Hospital Civil, como en el Juan I. Menchaca, además de que se restringió el acceso al primero de los nosocomios, aunque la atención a los pacientes continuó de manera habitual.
Al exterior, se presentó una fuerte movilización de elementos de seguridad interna, policías municipales y estatales, que resguardaron los accesos, y que la Rectoría interpretó como “un escándalo aprovechado por los padillistas para desprestigiar el encuentro de los estudiantes con el rector”.
Por su parte, el presidente de la FEG, Alejandro Buenrostro, sostiene que no ingresaron al nosocomio, sino que se dirigieron a la oficina de Mayo Ramírez (expresidente del organismo estudiantil), contigua a la entrada del hospital, y que fueron “las banderas, y el que hubiera tanto estudiante, lo que quizás se prestó a confusión”, apuntó.
Para ser una conferencia inaugural, había más medios de comunicación que de costumbre: se anunció la presencia del rector general, Carlos Briseño Torres. Contrario a ello, su segundo al mando, y del enfrentamiento contra el sector académico alineado a Raúl Padilla, el vicerrector Gabriel Torres Espinosa moderaba la participación de la politóloga.
Sin embargo, algo en el ambiente desgajaba las miradas que la audiencia ceñía sobre la especialista. Una llamada lo confirmaba: en punto de la una de la tarde, la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) reaparecía en el conflicto universitario con un comunicado para el rector. Los elementos de seguridad universitaria cerraron los barandales.
No eran más de cincuenta militantes de la FEG que, abanderados “como en los viejos tiempos”, irrumpieron en la Rectoría General; pero esas décadas de historia, y la coyuntura política universitaria, que trataba de enterrar a Raúl Padilla López, - su ex dirigente-, denunciaban más atención.
Por casualidad, minutos después de la llegada de la FEG, arribó Carlos Briseño, que era abordado por el candidato a presidente por el organismo estudiantil, Israel Mariscal Quezada.
— Venimos a traerle un comunicado, señor rector, por el bien de todos los estudiantes. — Los recibo, pero primero, deben quitar todos los vehículos que colocaron a las afueras de la Rectoría, respondía Carlos Briseño.
Arriba, en la sala de ex rectores, ingresaron los militantes que encabezaron la caravana fegista, a los que minutos después se unía su presidente, Alejandro Buenrostro.
Los fegistas, -decían- no querían abonar violencia al conflicto universitario, y reconocían la figura de Briseño Torres, “como un rector que ha actuado por el bien de esta comunidad”.
En el pliego que entregaron al rector, solicitaban un sistema de participación electoral para buscar participación en los órganos de gobierno de la UdeG.
Carlos Briseño reconoció “el estigma” que padece la FEG, y dijo que “ustedes que encabezan esta causa aún no nacían cuando la FEG se había viciado ya y convertido en un organismo porril, presidió Raúl Padilla López, Tonatihu (Bravo Padilla), y Trinidad (Padilla López)”; sin embargo, afirmó que su política era de “puertas abiertas” para todos los sectores universitarios y de Jalisco.
La entrevista con los fegistas no duró más de media hora, al igual que la rueda de prensa que ofreció en su oficina. Las pregunta más insistentes: ¿habrá violencia en la sesión del CGU?, ¿se reforzará la seguridad?, ¿teme por su familia? Briseño escudriñaba con confianza cada una de ellas, mientras era observado por sus asesores.
— ¿Qué opinión le merece la denuncia que interpuso en su contra el doctor Rodríguez Sancho, por supuestas amenazas?, propinó una reportera. Briseño respondió: “No tengo nada que temer con la justicia; si ésta considera que he hecho algo malo, me pongo a su disposición.
La reportera insistió y el rector concluyó en asistir al órgano de procuración de justicia acompañado por la prensa; sin embargo, como lo confirmaría Aurelio del Toro, subprocurador C, Briseño no era aún requerido.
El rector quería dejar claro que actuaba con legalidad en lo que compete a las instancias judiciales; hoy actuará en un terreno más escabroso quizás: el de las normas internas de la UdeG.
Confusión tras arribo de FEG a Hospital Civil
Tras entrevistarse con el rector de la UdeG, Carlos Briseño Torres, los miembros de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) arribaron al Antiguo
Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, para dejar un comunicado similar al entregado en la Administración Central, generando con ello, confusión, en torno a una presunta toma de las instalaciones.
Esto ocasionó que las áreas de gobierno, fueran evacuadas tanto en el Antiguo Hospital Civil, como en el Juan I. Menchaca, además de que se restringió el acceso al primero de los nosocomios, aunque la atención a los pacientes continuó de manera habitual.
Al exterior, se presentó una fuerte movilización de elementos de seguridad interna, policías municipales y estatales, que resguardaron los accesos, y que la Rectoría interpretó como “un escándalo aprovechado por los padillistas para desprestigiar el encuentro de los estudiantes con el rector”.
Por su parte, el presidente de la FEG, Alejandro Buenrostro, sostiene que no ingresaron al nosocomio, sino que se dirigieron a la oficina de Mayo Ramírez (expresidente del organismo estudiantil), contigua a la entrada del hospital, y que fueron “las banderas, y el que hubiera tanto estudiante, lo que quizás se prestó a confusión”, apuntó.