Jalisco

Insegura, colonia en Tlaquepaque donde fue robada menor

Policías municipales explican que la casa de los padres de la infante ya había sido robada en dos ocasiones

GUADALAJARA, JALISCO (06/NOV/2013).- " Kimberly Vianey Álvarez Enríquez de seis meses de edad fue robada el día martes 5 de noviembre del 2013 a las 5 de la tarde en la colonia Jardines de Santa María por la calle Esmeralda y avenida La Cantera", reza uno de los volantes pegados en postes y bardas en las cuadras circundantes al lugar donde la menor desapareció. Los volantes fueron pegados por los abuelos de la pequeña,  impresos en blanco y negro por María Azucena Santos Molina, la madre de Miguel Ángel, padre de la bebé.
 
Las condiciones de seguridad de la casa de los padres de la infante y la colonia en la que viven, en el municipio de Tlaquepaque, los han hecho víctimas del delito en un par de ocasiones previas a la desaparición de Kimberly, relataron policías municipales. Hace cinco meses rompieron el vidrio de la puerta e ingresaron para llevarse efectivo y las alhajas; hace dos meses, se llevaron el tanque de gas.
 
El candado comercial y la cadena de bajo calibre que resguardan la cochera no son suficientes para evitar las irrupciones, más porque los ladrones pueden brincar con facilidad por el barandal junto al cancel, que desafortunadamente tiene forma de escalera. Ese barandal puede llevar a los extraños hasta la azotea y entrar por el frente o por el patio.
 
La tarde de este miércoles la casa estaba bajo el resguardo de Azucena, pues Miriam Carolina Enríquez y Miguel Ángel pasaron el día entero en la Fiscalía.
 
La mujer contó la versión que Miriam dio a las autoridades: el martes hacia las 17:00 horas se encontraba en su domicilio; cuidaba a un menor de un año y diez meses y a Kimberly mientras cocía frijoles en la estufa. Decidió entonces meterse a bañar.
 
Poco después escuchó pasos en la azotea, lo que la llevó a asomarse al cancel, pero lo vio cerrado con el candado, por lo que sólo se regresó a echarle un vistazo a los frijoles y regresó al baño. Cuando salió Kimberly ya no estaba. Quien dio la noticia a Azucena fue la hermana de Miriam, pues la madre de la pequeña estaba muy alterada por lo sucedido. Llamaron a la Policía y acudieron a la Fiscalía para denunciar la desaparición.
 
Por la mañana del miércoles se activó el protocolo de la Alerta Amber por reunir los requisitos: se trataba de una menor, se tenían los hechos de la desaparición y se presume que puede estar en peligro su integridad física o su vida.
 
Desde antes de la desaparición de Kimberly, Miguel Ángel quería abandonar la colonia de calles de terracería y zanjas y sitiada por formas de delincuencia. La cuadra donde vivían era aún más insegura por estar poco poblada: sólo un par de casas habitación cercanas y entre fábricas.
 
Y la familia era muy unida, aseguró la abuela. Según versiones de vecinos, los veían por las tardes jugar con sus hijos en la pendiente frente a la casa.
 
Una mujer relató que el día en que desapareció no vio a nadie sospechoso en los alrededores cuando salió a barrer, hacia las 16:00 horas, sólo algunos vendedores ambulantes.
 
Los policías de la zona se quejaban de que nadie hubiera visto nada: "Ha de ser algún conocido de por aquí y la gente tiene miedo de delatarlo por represalias", conjeturó uno de los gendarmes. Lo cierto es que si alguien se llevó a Kimberly iba por ella pues ni el otro pequeño ni las pertenencias fueron tocadas.

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