Jalisco

Guadalajara ha cesado a 15 inspectores por corrupción

Para el cese de estos inspectores, la Dirección de Recursos Humanos debe presentar casos debidamente fundamentados

GUADALAJARA, JALISCO.- En el último año y medio, 15 inspectores han salido de la Dirección de Inspección y Vigilancia de Guadalajara, de quienes se constató su participación en actos de corrupción. Por la misma causa, otros cinco se encuentran a disposición de la Dirección de Recursos Humanos, en tanto se terminan sus procedimientos de investigación.

Así lo informó su titular, Héctor Castañón Reyes, quien expresó que para cesar a los inspectores corruptos de sus funciones, la Dirección de Recursos Humanos debe presentar casos debidamente fundamentados: “Para tener evidencias que podamos pelear ante el Tribunal de Arbitraje y Escalafón (al que pueden recurrir los trabajadores que consideran violados sus derechos laborales). Si no tenemos un caso muy sólido, puede que el Tribunal nos pida al final la reinstalación (de los inspectores acusados de corrupción)”.

Por ejemplo, la dependencia debe obtener declaraciones consistentes de más de dos testigos del acto de corrupción y algún tipo de evidencia física. Además, el caso es favorecido si hay contradicciones en la declaración del señalado.

La Dirección de Inspección y Vigilancia de Guadalajara cuenta con 400 inspectores en estos momentos, de los cuales alrededor de 100 tienen algún tipo de antecedente negativo en sus expedientes, como un procedimiento o una queja de la ciudadanía.

Castañón Reyes destacó la necesidad de la cooperación de la sociedad para romper con los hábitos de la corrupción. Por ello, garantizó la seguridad de los comerciantes que se atreven a denunciar a los inspectores que les solicitan recursos de manera indebida.

Todas las licencias y permisos que emite el Ayuntamiento de Guadalajara contienen la información necesaria para hacer este tipo de denuncias; no obstante, en ocasiones son los ciudadanos los que no denuncian porque también ellos sacan algún provecho, y pueden llegar a molestarse cuando se les aplican los reglamentos municipales: “Muchas veces el problema es que no hay quien lo denuncie (el acto de corrupción), ni el comerciante, ni el inspector, ni la ciudadanía. Al contrario, muchas veces la ciudadanía reacciona de manera adversa a la autoridad cuando se sanciona a un comerciante (...) A la ciudadanía no le gusta ser sancionada, hay muchos casos que levantan procedimientos en contra del inspector por prepotencia, pero simplemente el inspector estaba haciendo su trabajo”.

Algunos de los inspectores puestos a disposición de Recursos Humanos son considerados de “los más problemáticos”; por ejemplo, uno tiene 13 actas en su contra, levantadas por ciudadanos, otro 10, otro nueve y otro tres. Todos debían supervisar el área del Centro Histórico.

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