Jalisco
Festejan en calma a la Virgen de Guadalupe
Como cada año, miles de fieles se dieron cita en el Santuario; saldo blanco tras la celebración
GUADALAJARA, JALISCO (13/DIC/2010).- Con gran tranquilidad, los miles de devotos que año tras año visitan a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre, se dieron cita ayer por la mañana en el Santuario de Guadalupe. Familias enteras y grupos conformados por distintos sectores acudieron desde diversas partes del Estado a mostrar su fidelidad a “La Guadalupana”.
Para efectos de recibir a la gran multitud, la Secretaría de Vialidad y Transporte cerró las calles céntricas de Juan Álvarez, Pedro Loza, Manuel Acuña y Hospital, es decir, el cuadro que circunda al Santuario. A la par, una vasta cantidad de oficiales de Policía y elementos de Protección Civil realizaron patrullajes a pie, para verificar que todo permaneciera en orden, lo cual finalmente fue confirmado horas después.
Al filo de las 10:00 horas inició la misa oficiada por el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien durante la homilía destacó la necesidad de todos los mexicanos para pedir ayuda divina, ante los tiempos violentos que padece el país.
Luego de la participación del purpurado, la continuidad de eventos clericales no cesó, así como tampoco la cantidad de fieles católicos, quienes prácticamente abarrotaron los alrededores del Santuario.
Entretanto, en el Jardín del Santuario la voz de los sacerdotes se hacía escuchar a través de altavoces, para acercar las ceremonias religiosas a quienes se encontraban de pie o sobre sus rodillas en las extensas filas, esperando por su turno de acceso al templo.
El panorama de los alrededores lucía repleto de puestos, cuyos propietarios lo mismo ofertaron artículos religiosos (fotografías con “La Lupita” entre ellos), como comida y bisutería de fantasía.
Para efectos de recibir a la gran multitud, la Secretaría de Vialidad y Transporte cerró las calles céntricas de Juan Álvarez, Pedro Loza, Manuel Acuña y Hospital, es decir, el cuadro que circunda al Santuario. A la par, una vasta cantidad de oficiales de Policía y elementos de Protección Civil realizaron patrullajes a pie, para verificar que todo permaneciera en orden, lo cual finalmente fue confirmado horas después.
Al filo de las 10:00 horas inició la misa oficiada por el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien durante la homilía destacó la necesidad de todos los mexicanos para pedir ayuda divina, ante los tiempos violentos que padece el país.
Luego de la participación del purpurado, la continuidad de eventos clericales no cesó, así como tampoco la cantidad de fieles católicos, quienes prácticamente abarrotaron los alrededores del Santuario.
Entretanto, en el Jardín del Santuario la voz de los sacerdotes se hacía escuchar a través de altavoces, para acercar las ceremonias religiosas a quienes se encontraban de pie o sobre sus rodillas en las extensas filas, esperando por su turno de acceso al templo.
El panorama de los alrededores lucía repleto de puestos, cuyos propietarios lo mismo ofertaron artículos religiosos (fotografías con “La Lupita” entre ellos), como comida y bisutería de fantasía.