Jalisco
Esconden en un peluche el cadáver de bebé
La menor, que era buscada mediante la Alerta Amber, murió mientras la cuidaba su madre, quien entró en pánico y ocultó el cadáver
GUADALAJARA, JALISCO (09/NOV/2013).- En un oso de peluche fue ocultado el cadáver de la bebé Kimberly Vianey Álvarez Enríquez, que falleció en su domicilio mientras estaba bajo el cuidado de su madre, Miriam Carolina Enríquez Martínez. Fue el temor de la mujer de 19 años a ser acusada de un delito lo que la llevó —según confesó— a esconder el cuerpo e inventar un supuesto robo.
La bebé de siete meses había sido reportada como desaparecida la tarde del martes 5 de noviembre en la colonia Santa María, en Tlaquepaque; el día siguiente se activó el protocolo de la Alerta Amber.
Miriam declaró a las autoridades que la tarde del martes se hallaba con sus dos hijos pequeños en la casa y decidió bañarse; dijo que escuchó pasos en la azotea pero, como no vio nada al revisar, regresó a la ducha. Cuando salió del baño la niña había desaparecido.
El miércoles, la mujer y su esposo, Miguel Ángel Álvarez, lo mismo que la abuela de la niña, María Azucena, rindieron declaración en la Fiscalía. Las contradicciones llevaron a las autoridades a solicitar la prueba del polígrafo, y se descubrió que la niña murió bajo los cuidados de la mujer, quien le sacó el relleno a un peluche, metió el cadáver en él y lo volvió a coser para dejarlo junto a la cama.
La niña falleció por neumonía viral coadyuvada por desnutrición; no había huellas de violencia. La mujer está detenida, acusada de falsedad de declaraciones e inhumación.
La bebé de siete meses había sido reportada como desaparecida la tarde del martes 5 de noviembre en la colonia Santa María, en Tlaquepaque; el día siguiente se activó el protocolo de la Alerta Amber.
Miriam declaró a las autoridades que la tarde del martes se hallaba con sus dos hijos pequeños en la casa y decidió bañarse; dijo que escuchó pasos en la azotea pero, como no vio nada al revisar, regresó a la ducha. Cuando salió del baño la niña había desaparecido.
El miércoles, la mujer y su esposo, Miguel Ángel Álvarez, lo mismo que la abuela de la niña, María Azucena, rindieron declaración en la Fiscalía. Las contradicciones llevaron a las autoridades a solicitar la prueba del polígrafo, y se descubrió que la niña murió bajo los cuidados de la mujer, quien le sacó el relleno a un peluche, metió el cadáver en él y lo volvió a coser para dejarlo junto a la cama.
La niña falleció por neumonía viral coadyuvada por desnutrición; no había huellas de violencia. La mujer está detenida, acusada de falsedad de declaraciones e inhumación.