Jalisco

El ‘‘mejor amigo’’ del hombre: de mascota a perro de la calle

Sólo en Guadalajara puede haber 200 mil perros, pero sólo 50 mil tienen dueño; el resto vive en las calles, con consecuencias negativas para todos

GUADALAJARA, JALISCO.- Es dueño de toda una manzana y como tal, la defiende con un desarrollado sentido territorial. Es de gran tamaño, color marrón y se llama “Oso”. Así es como los vecinos de la colonia Lomas de Zapopan conocen al perro que vive entre las calles de Tolosa y Marbella.

Ha sido “adoptado” por las familias que habitan en esta zona desde hace aproximadamente siete años. Los vecinos aseguran que cuida toda la manzana y advierte cuando se acerca algún extraño. Sin embargo, no todos están contentos con su presencia; algunos inquilinos refieren que aunque el “Oso”  jamás ha mostrado agresividad con los niños, sí lo hace con los perros más pequeños, además de que ensucia mucho la calle, causando mal olor. Encima, las peleas con otros perros por razones de territorio son constantes, lo que en ocasiones asusta a los niños.

Aunque pareciera que no es un gran problema, uno de los chicos que juega en estas calles cuenta que en una ocasión el “Oso” agredió de una manera muy violenta a otro can de raza pequeña y para defenderlos, su dueño lo “golpeó con un palo, muy feo, pero él no lo soltaba del cuello y el perrito chiquito lloraba mucho”. Esta clase de grotescos espectáculos no son agradables a la vista, sobre todo tratándose del mejor amigo del hombre.

Quizá esta historia suena familiar, pues tan sólo en el municipio de Guadalajara, el Centro de Control Animal ha levantado en lo que va del año dos mil 395 perros callejeros que deambulaban por toda la ciudad, cifra que representa enormes cantidades de suciedad, mal olor, enfermedades y problemas de inseguridad, cuando se trata de perros agresivos.

Una perrera con historia


El director del Centro de Control Animal del municipio de Guadalajara, Carlos González Núñez, cuenta que este centro nació porque en la década de los años 70 se desató una epidemia de rabia canina, por lo que en 1976 empezó a trabajar, desligándose de Servicios de Salud. Acabó por convertirse en el Centro Antirrábico, el primero que se creó en todo el Estado. “Nació exclusivamente para el control de la rabia; en aquel entonces y hasta 1992 fue el último caso de rabia canina que tuvimos en Guadalajara. De ahí para acá está controlada”.

Este lugar es comúnmente llamado “perrera” y tiene una pésima fama, al parecer infundada, pues se piensa que es un sitio sucio, maloliente y de tortura para los infortunados canes que llegan a caer en él. Pero su director afirma que esto es un completo error: “Muchos dicen que aquí está muy sucio, que los tratamos mal; yo quisiera que esas personas que lo dicen vinieran y constataran la limpieza que tenemos aquí en el centro. El trato que les damos a los perros (es diferente), están bien alimentados, tienen suficiente agua, están en un lugar bastante limpio, ni siquiera huele a perro”.

El Centro de Control Animal de Guadalajara –su nombre oficial– funciona de dos formas: la primera es por el reporte ciudadano, cuando el personal de captura acude a bordo de una camioneta con jaulas para levantar a los perros y gatos que representen problemas en ciertas colonias del municipio. “La perrera levanta a los perros y los trae aquí. De acuerdo con nuestro reglamento, esperamos de cuatro a cinco días para que el dueño de ese perro venga y lo reclame; lo reclama y sale pagando una multa y firmándonos una carta compromiso de que no lo debe volver a dejar en la calle, si nosotros levantamos de nuevo al mismo perro, ya no sale porque el dueño es irresponsable”.

Los perros que no son reclamados son “dormidos”. Sin embargo, no todos corren la misma mala suerte, pues hay algunos que “son jóvenes y vivarachos”, mismos que son donados para convertirse en perros guardianes de talleres mecánicos, de casas o incluso en perros pastores en granjas. Y es que según comentó González Núñez, “el perro criollo tiene más cualidades y facultades de ser guardián y cazador que un perro fino”.

Anteriormente, los perros se concentraban en el Centro de la ciudad, pero el avance del trabajo realizado por el Centro de Control Animal ha sido significativo y ahora sólo se encuentran en la periferia; se alejan de las vías rápidas y están presentes en los mercados, afuera de los restaurantes y carnicerías.

La otra forma de trabajo se activa cuando un perro agrede en la calle. “La persona afectada debe ir a una institución de salud para que le den un parte de lesiones y nos lo muestre; con esto hacemos una orden de captura del perro y una vez levantada, ese perro va permanecer 10 días para ser observado y si se descarta la rabia y el dueño lo reclama, sale”.

No es lo mismo callejero, que de la calle

No todos los perros corren con la misma suerte. A algunos les toca ser callejeros, a otros de la calle y los más afortunados, son mascotas.

Los primeros son aquellos que llegan a una cochera, “le hacen unos ojitos lindos a la señora”, ella lo acaricia y el perrito ya le mueve la cola, le da de comer y automáticamente con eso el perro está invitado a formar parte de esa familia y lo alojan en la cochera o en el jardín, pero no lo meten a su casa, “ese dueño es irresponsable, porque el perro va ser callejero, va a defecar y a orinar (en la vía pública), y además, cuando no le den de comer va buscar en las bolsas de basura y así empieza la fauna nociva (ratas y cucarachas); en cambio los perros de la calle no tienen dueño, ellos crecen y mueren en las calles”.

Un dueño responsable debe tener dentro (de su casa) al perro con la mejor alimentación, estarlo atendiendo constantemente con sus vacunas y desparacitaciones, llevarlo al veterinario y estar pendiente de las campañas de vacunación anuales gratuitas, así como las esterilizaciones, también gratuitas, para que no sigan naciendo perros que serán abandonadas.

En Guadalajara, por cada ocho habitantes hay un perro. Si tenemos un millón 600 mil habitantes en el municipio, probablemente la población canina se eleva a 200 mil ejemplares, sólo en la capital del Estado. De estos, generalmente la cuarta parte son de dueños responsables, viven en un hogar y fueron elegidos por tamaño y raza; les dan un espacio adecuado. Las otras tres cuartas partes viven en la calle; de estos, una cuarta parte nunca conoció un dueño, ahí nació, creció y murió, probablemente enfermo.

Todo el excremento que defeca un perro de la calle, considerando que sean aproximadamente 300 gramos de heces fecales por perro –sin contar que los perros grandes defecan hasta un kilo–, llega a sumar hasta 40 toneladas de desechos.

Esto es consecuencia de que los dueños no son responsables y cuando sacan a su perro a pasear, no lleva una bolsa  para levantar el excremento que, cuando se seca, es dispersado por el aire y todas las partículas “las puede uno aspirar y hasta tragar, lo que ocasiona enfermedades respiratorias, digestivas y oculares”.

Esterilizar, no sacrificar


Tal y como lo plantea el director de Control Animal de Guadalajara, los perros de la calle representan un problema de salud pública, pero no por ello se debe tomar como único camino la eutanasia, pues para erradicar el conflicto de raíz, lo mejor es esterilizar a los caninos. “La esterilización es el método para terminar con el problema social de los perros callejeros y de la calle. Sacrificarlos no es la solución, ya que los animales no eliminados tendrán la oportunidad de reproducirse, aumentando el número en corto tiempo”.

Sin embargo hay muchas personas que se niegan a realizar esta práctica porque piensan que después de hacerlo, el canino sufre reacciones negativas o desata enfermedades. Pero González Núñez echa abajo todas estas inquietudes: “Yo les puedo decir a esas personas que el año pasado esterilizamos a  mil 836 perros; la esterilización no afecta el organismo del animal, ya sea perro o gato. Termina totalmente con el celo y el embarazo, además de todas sus consecuencias: cambios de conducta, vagabundeo, peleas, marca de territorio, irritabilidad, falsos embarazos y secreción sanguinolenta”.

Incluso, el director del antirrábico afirmó que lejos de causarle daño a la mascota, la castración de los machos disminuye el riesgo de que en un futuro presente cáncer en los testículos y próstata. Y en las hembras evita el cáncer de mamas y útero.

“No seamos dueños irresponsables porque es común que a alguien le regalen un cachorrito y piensa que no va crecer mucho, pero resulta que crece y come mucho, y ya no lo quiere, lo ofrece con sus vecinos, nadie lo recibe y lo tira a la calle, y el perrito, pobrecito, va tener que arreglárselas solo para sobrevivir y buscar su alimento en la calle. Tratemos a los animales como se merecen, porque viéndolo bien, es más lo que ellos nos dan, que lo que nosotros les ofrecemos. Un perro nunca se enoja, no hay otro animal que sea tan noble y fiel como un perro”.

Cuidado con los pseudo albergues

Si ya no puede cuidar a su perro y después de pensarlo muy bien decide darlo en adopción, debe tener cuidado de dónde o con quién lo dejará, pues hay ciertas asociaciones que sólo buscan lucrar con ellos y lo mismo pasa si piensa adoptar alguna mascota.

Normalmente los llamados “pseudo albergues” montan ferias de adopción ambulantes y aseguran ser confiables. Ofrecen perros en adopción, reciben perros para darlos en adopción e incluso dicen tener servicio de eutanasia.

Pero lo que comenta Francisco Lozano Mendoza, director de Inspección Ambiental del Municipio de Guadalajara, revela que la verdad está muy alejada de las promesas de estos lugares que se dicen ser asociaciones sin fines de lucro.

“Constantemente recibimos reportes de estos lugares por problemas con olores, en muchos casos se trata de una casa habitación con 60 ó 70 perros, causan fauna nociva por el mal destino final de los residuos, cuando paren las perras, el excremento, los cadáveres, y hasta los escurrimientos de cuando lavan orines. Tratándose de zonas habitacionales, hay intranquilidad por los ladridos.

En el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS), únicamente se encuentra debidamente registrada como asociación civil sin fines lucrativos, la Asociación Proderechos del Animal y Medio Ambiente (Aproda), la cual trabaja desde 1982 a favor del cuidado de los animales.

Su directora, Martha Medrano, manifiesta que trabajan en conjunto con la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) para realizar esterilizaciones y buscar dueños para los perros y gatos que no los tienen. Los demás establecimientos laboran de manera irregular.

Según Lozano Mendoza, es difícil llevar un registro de los llamados albergues, porque no están fijos. “Hacen ferias de adopción, ellos cobran una cuota de recuperación de aproximadamente 400 pesos, pero qué casualidad, entregan perros de raza. Ellos argumentan que recogen perros de la calle, pero no es cierto, si los ven enfermos o viejos, pues no les son atractivos por el gasto que les ocasionaría curarlos y alimentarlos”.

“Hay otros organismos que se dedican a hacer eutanasia, y eso no es proteger al perro. Los depositan en la calle, banquetas o lotes baldíos en bolsas negras. Estos albergues operan clandestinamente, andan como judíos errantes, no tienen un domicilio fijo. Hay un asunto lucrativo”.

De acuerdo con el reglamento del municipio de Guadalajara, en el apartado de asociaciones protectoras de animales, en el artículo 97, se estipula que sin objeto de lucro colaborarán con diversas actividades en protección de los animales y auxiliarán a las autoridades municipales. “No cumplen con nada de esto, ellos sólo dicen te recibo al perro, me das tanto dinero, lo sacrifico y lo tiro a la vía pública”.

Mascotas peligrosas, ahora con microchip

Hace aproximadamente cinco años, el Centro de Control Animal de Guadalajara inició un diálogo con los regidores del Ayuntamiento de Guadalajara para aprobar una reforma en el Reglamento de Protección Animal, con el fin de registrar a todos los perros, especialmente a los potencialmente peligrosos.

La reforma se aplicó al artículo 14 y “ya adicionó que todo dueño de animal debe registrar a su perro, desafortunadamente la pusieron en la Tesorería, y está mal, debe ser en el Centro de Control Animal, por eso no le hemos dado difusión, estamos esperando a que cambien el dato, pero ya tenemos prácticamente elaborado el registro”.

Para que el registro tenga mayor éxito, Carlos González Núñez adelantó que se piensa implementar la aplicación de un microchip, “así, el dueño fácilmente podrá detectar dónde se encuentra su mascota si llegara a perderse y llega a caer en el antirrábico. Ya sabremos quién es su dueño, porque con un lector de microchip tendremos los datos del dueño; no lo vamos a dormir”. De esta manera también se tendrán controlados a los perros potencialmente peligrosos, de raza mediana a grande, se evitará que puedan causar algún daño, sobre todo a los niños, y se le exigirá al dueño que le coloque un bozal cuando lo saque a pasear para tener seguridad en las calles.

Pasos para ser un dueño responsable

1.- Dale a tu mascota un lugar digno dentro de tu hogar, aliméntalo adecuadamente y trátalo bien. Es un ser vivo que siente.

2.- Ponle una identificación con su nombre y tus datos, esto evitará que se extravíe y quede en la calle.

3.- Paséalo y juega con él para que libere toda su energía.

4.- Lleva siempre una bolsa; si defeca levanta el excremento, esto evitará contaminación y la transmisión de enfermedades respiratorias y digestivas.

5.- Paséalo siempre con collar y correa y si es temperamental ponle bozal, para no correr riesgo de agresiones a otras personas o mascotas.

6.- Los animales sucios, callejeros y descuidados, son transmisores de enfermedades y representan un gran peligro.

Para saber

. Puesto que los centros de Control Animal de los diferentes municipios que conforman la Zona Metropolitana de Guadalajara no cuentan con cámaras de cremación porque la mayoría de ellos se encuentran ubicados en zonas habitacionales, los restos de los perros y gatos que son sacrificados son entregados a empresas que se dedican a la elaboración de composta, donde mediante un proceso adecuado, le dan a los cadáveres un final útil.

· Los centros de Control Animal en el Estado, sólo trabajan con médicos veterinarios titulados para realizar esterilizaciones y ofrecer servicios veterinarios de calidad a personas de bajos recursos que deseen aplicarles vacunas o desparacitaciones a sus mascotas.

· El Centro Antirrábico del municipio de Guadalajara cuenta con dos remolques quirófanos que se ubican en zonas estratégicas, como parte  de la campaña de esterilización de perros y gatos, hembras y machos.

Centros de Control Animal en la Metrópoli


Zapopan
Encargada: Gema Hernández Salazar.
Tel.: 36 33 40 24.
Avenida Laureles al lado de Obras Públicas de Zapopan, en “la Curva”.

Tonalá
Paseo Loma Norte 8260.
Colonia Loma Dorada.
Tel.: 12 00 39 17.

Tlajumulco

Tel.: 37 98 45 03.
Fraccionamiento Campo Sur.

Guadalajara
Director: Carlos González Núñez.
Vergel # 2785.
Col. San Isidro.
Tels.: 12 01 84 25 y 12 01 84 26.

Asociación Aproda
Presidente y representante legal: Martha G. Medrano Ibarra.
Río Apozolco #1316, colonia Las Águilas, C.P. 45070.
Zapopan, Jalisco.
Tel.: 36 31 10 09

INFORMADOR/ Liliana Navarro

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